Opinión
AgenciaUno
La Región de Arica y Parinacota es clave geopolíticamente para todo Chile, a tal punto que posee una relación directa con la seguridad de Estado, ya que somos la puerta de entrada al país. Al igual que en un hogar, acá es donde se define quién, en definitiva, entra a nuestra casa.
Cuando nuevamente surge la idea de incorporar las fuerzas militares al resguardo de la seguridad ciudadana, frente a peticiones de algunos alcaldes y críticas de otros, no cabe duda de que la delincuencia se ha tomado la agenda nacional hace ya largo tiempo.
Todo esto no hace más que darnos la razón en lo que venimos planteando hace ya más de dos años, cuando el tema de la inmigración ilegal comenzó a vincularse fuertemente con un nivel de hechos delictuales nunca antes visto en nuestro país.
Lamentablemente desde Arica al resto de Chile, el Tren de Aragua se hizo un nombre ya conocido. Cuerpos enterrados, secuestros, asesinatos y delitos de alta connotación se hicieron cada vez más habituales y son pan de cada día en prensa, televisión y redes sociales.
Sin ir más lejos, hace solo semanas, la detención de una pareja de venezolanos en Tacna, principales sospechosos del asesinato de una querida comerciante de San Antonio, dejó más al descubierto, nuevamente, la permeabilidad de nuestra frontera. Desde Santiago atravesaron la mitad de Chile hasta Arica y escaparon del país sin problema alguno, evidenciando deficiencias imperdonables que permitieron su huida.
Frente a esta realidad incuestionable es que hemos planteado que la Región de Arica y Parinacota es clave geopolíticamente para todo Chile, a tal punto que posee una relación directa con la seguridad de Estado, ya que somos la puerta de entrada al país. Al igual que en un hogar, acá es donde se define quién, en definitiva, entra a nuestra casa.
Solo una cifra: diariamente ingresan 7 mil personas en promedio al país por el paso fronterizo de Chacalluta, por lo que en la frontera y en el resto de la región debiese existir la tecnología más avanzada y la infraestructura más desarrollada.
Asimismo, las policías deben contar en nuestra región con recursos excepcionales para el desarrollo de su trabajo, teniendo en cuenta que es en Arica donde se debe poner atajo a delincuentes que ingresan al país para que no terminen desplazándose hacia el resto de las regiones de Chile. Carabineros y la PDI deben contar con la dotación necesaria y los recursos en movilización e infraestructura al más alto nivel.
Bajo esa premisa, es que desde el Gore aprobamos por unanimidad recursos por $1.200 millones destinados a fortalecer la nueva Unidad contra el Crimen Organizado de la Fiscalía Regional, siendo pioneros en aportar a la primera repartición de este tipo en Chile. En este marco, estamos agradecidos de que las autoridades centrales hayan replicado este modelo en el proyecto Equipos Contra el Crimen Organizado (ECOH), iniciativa desarrollada por el Ministerio Público, en conjunto con el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, en el marco del plan “Calle Sin Violencia”.
Este y otros temas de seguridad son los que plantearé este 20 de marzo en el segundo Gabinete Integrado sobre Seguridad que realizaremos junto a todos los gobernadores, en el Palacio de La Moneda.
