Resulta difícil pronosticar el resultado del encuentro, aunque está claro que no será un Consejo General apacible, debido a que ambas partes están dispuestas a no ceder en sus respectivas posiciones. Hay indicios de que puede haber una masa crítica que prefiera dar por muertas las reformas constitucionales antes que lesionar la unidad del partido.
Aunque nadie cree que con el Consejo General se resuelva el grave conflicto interno que atraviesa a Renovación Nacional, tanto la directiva como los disidentes se preparan para enfrentar el encuentro e intentar sacar de él dividendos hacia su sector. La presencia del ex presidente de la colectividad, Andrés Allamand, ha generado una serie de expectativas sobre el futuro del partido, entre las que no se descarta el regreso del líder a la política contingente.
Pese a que el ex dirigente no se ha referido públicamente a la crisis que atraviesa el partido, sí ha participado "entusiastamente" -según dicen cercanos a él- en las reuniones del sector de Sebastián Piñera, en las que se analiza la fórmula más apropiada para sacar adelante la colectividad, sin que la mesa deba ceder ante los rebeldes en materias que le parecen intransables. Una de estas materias es la disciplina interna, que el presidente del partido ha defendido con tal fuerza que llevó a Sergio Romero ante el Tribunal Supremo.
A este respecto, un dirigente fue categórico en señalar que la directiva no cederá ante los disidentes, porque hacerlo sería no terminar nunca con los episodios que tienen a Renovación Nacional fracturada. No obstante, hasta ayer la mesa intentaba generar puentes hacia los disidentes para suavizar el ambiente del Consejo General.
La verdad, es que en los encuentros entre dirigentes y rebeldes no se ha avanzado mucho. Ante la eventualidad de normar la Comisión Política Ampliada (CPA), los disidentes están haciendo una serie de exigencias, entre las que insisten en fijar un quórum de 50 por ciento más uno para la aprobación de los temas relevantes que debata el organismo.
En eso -dice un dirigente- podría haber algún punto de encuentro, sin embargo, precisa que éste no es un tema a abordar en el Consejo General, aunque todo está por verse.
Por otra parte, el lote liderado por Sergio Romero ha exigido también que la mesa manifieste su voluntad a considerar el mecanismo de abrir circunscripciones sin modificar el sistema binominal cuando se analice las fórmulas de reemplazo de los senadores designados y vitalicios.
El mismo dirigente consultado por El Mostrador.cl estima que tal petición no tiene futuro, ya que mientras no haya un compromiso explícito de los disidentes de respetar los acuerdos que se adopten en las distintas instancias partidarias, no tienen derecho a hacer exigencias. Por otra parte, es un hecho que la directiva aprovechará el encuentro para insistir en la fórmula de los senadores nacionales. Demás está decir que el mecanismo trinominal ya fue desahuciado y que el de crear diez senadores con carácter nacional siempre fue el preferido de Piñera.
Asimismo, en una actitud mucho más drástica, este dirigente cree que las reformas constitucionales están "muertas", porque la prioridad para el partido debe ser la unidad, evitando una debacle que podría ser aún más perjudicial para la colectividad.
Disidentes tampoco ceden
Los parlamentarios rebeldes, en tanto, parecen tranquilos. El subjefe de bancada, Mario Bertolino, fue enfático en señalar que en las reuniones sostenidas con la directiva, en conclusión, "no se avanzó nada, cero", porque mientras ellos tenían las "mejores intenciones", las de la mesa "no eran las mismas".
Por otra parte, la molestia de los disidentes aumentó luego de conocer declaraciones de Piñera, en que acusó al jefe de bancada, Pablo Galilea, y a Bertolino de retractarse después de haber votado las reformas favorablemente, es decir, de incumplir acuerdos.
A este respecto, Mario Bertolino precisó los hechos. El diputado explicó que en la CPA del 2 de junio -que generó las discrepancias que han llevado a RN a una nueva crisis- la primera votación de las reformas fue 24 a favor y 11 en contra. Entre quienes votaron en contra se encontraban el propio Bertolino, Galilea y los senadores Baldo Prokurica y Alberto Espina -según destacó el diputado-.
Tras la votación -agregó- salió del salón, pero a los pocos minutos lo fue a buscar Espina para pedirle que volviera para repetir el proceso. Recalcó que Espina y el mismo Piñera le explicaron que se pretendía dar unanimidad al presidente del partido para dejarle espacio para negociar. Sin embargo, recalcó, "no era para negociar, era para imponer". En segunda votación, siguió Bertolino, sólo Prokurica mantuvo su rechazo, por lo que el resultado fue 32 a favor uno en contra.
Lo que coincide con las declaraciones que Piñera hizo terminada la reunión, donde explicó a la prensa que la aprobación de las reformas fue "casi unánime".
En opinión del subjefe de bancada esta actitud demostraría mala intención de parte del timonel, ya que 10 de los 11 integrantes de la CPA que le dieron su voto lo hicieron sólo para que pudiera negociar con más amplitud y no precisamente por convicción.
Por otra parte, señaló que los parlamentarios están dispuestos a acatar lo que resuelva hoy el Consejo General, pero insistió que ello no implica que voten en el Congreso de acuerdo a ello. El argumento de Bertolino es el de siempre: que los parlamentarios deben votar en conciencia y que ni éste ni ningún otro organismo de la colectividad puede dar órdenes de partido.
También criticó la actuación de la mesa, acusándola de generar el meollo del conflicto al tratar de imponer fórmulas "a la medida". La propuesta de senadores nacionales por la que aboga Piñera, dice Bertolino, va en contra de los principios regionalistas del partido. Respecto del mecanismo trinominal, reiteró que eso contradice acuerdos previos de RN, en torno al sistema binominal, los que se den respetar.
De allí que la única solución para los disidentes es llegar a un acuerdo en torno a abrir circunscripciones sin modificar el actual mecanismo electoral y no hay más. No obstante, aseguró que pase lo que pase en el encuentro de hoy ningún diputado se irá del partido y que, tal como ocurrió en el ’95 después del Temucazo, las dos almas de la colectividad seguirán conviviendo.
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