Fuera de los horarios de trabajo y con la misión específica de destacar las obras del Gobierno en las comunas UDI, funcionarios del gobierno regional, con el Intendente a la cabeza, iniciarán en agosto su propio "puerta a puerta". Las jornadas persiguen arrebatarle a la derecha los municipios más importantes.
Con una estrategia probada por el Presidente Ricardo Lagos, las autoridades de la Región Metropolitana se preparan para una de las más duras batallas políticas que viene en los próximos meses: las municipales del 2004. Así, se instruyó a los secretarios regionales ministeriales para que inicien una campaña puerta a puerta para lo que se ha denominado «defensa de las obras del Gobierno en la región».
La iniciativa es encabezada por el intendente Marcelo Trivelli, junto a los presidentes regionales de los partidos de la Concertación. Es sabido que el intendente tiene entre sus planes una futura alcaldía en alguna comuna de la región, aunque en su partido lo ponen como carta segura en Santiago Centro. El jefe metropolitano ya empezó su cruzada personal a través de actividades ampliamente cubiertas por los medios y, en especial, con su recurrida presencia en estelares de televisión.
La decisión surgió, en parte, a raíz de la maniobra de las municipalidades de la Alianza por Chile de
pintar algunas obras,
financiadas con el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, (FNDR) con los característicos "colores del cambio" -azul y amarillo- , tal como publicó hace semanas El Mostrador.
Las gestiones de Trivelli se centrarán en las comunas en manos de la UDI con el objetivo de que los alcaldes "no vistan su gestión con obras hechas por gobierno".
La propuesta, consensuada a principios de julio, es que los seremis y funcionarios regionales militantes de la Concertación se repartan las actividades entre las provincias de Chacabuco, Cordillera, Talagante y Santiago. El trabajo se realizaría desde agosto en escuelas, consultorios y poblaciones, lugares donde, precisan, se palpan las "necesidades de la gente".
La característica que remarcan en los partidos es que se hará fuera del horario de trabajo de lunes a viernes y full time los sábados y domingos. Nadie podría hablar de intervencionismo ni mal uso de recursos públicos, dicen.
Con este plan se piensa alcanzar el anhelo que ha rondado a la Concertación los últimos meses: arrebatarle a la UDI las 18 comunas, de las 22 de la Alianza, que están en sus manos, con especial hincapié en Santiago, La Florida y Maipú que, históricamente, tuvieron alcaldes de la coalición gobernante.
"No" a funcionarios de escritorio
El presidente regional de la Democracia Cristiana (DC), Juan Michel, aseguró que aunque las reuniones para coordinar este tema entre el intendente y los partidos el objetivo principal es que el Gobierno cumpla con las metas de acercamiento para conocer la realidad de la gente.
"Particularmente, en la DC exigimos a los seremis que pongan su cargo las 24 horas de día a disposición de la comunidad. La idea no es tener funcionarios de escritorio", explicó.
Según el presidente metropolitano del Partido por la Democracia (PPD), Pedro Saitz, se coordinarán encuentros con los concejales de la Concertación quienes tendrán la tarea de acercarse a la gente de sus comunas y de informar sobre los "pasos" de la gestión de los jefes comunales.
"La idea es que los alcaldes "no se vistan con ropa ajena" y que los vecinos conozcan quién ha hecho qué en las comunas. En el Gobierno Regional hemos trabajado en beneficio de la gente a partir de sus necesidades reales y no de canchas de nieve", aclaró.
"Estamos seguros que con un trabajo cohesionado podemos recuperar los municipios que hoy son de la Alianza y todos los funcionarios militantes de los partidos deben ser parte de este proceso", dijo.
Trivelli y alcaldes
Otra de las estrategias del jefe regional se refiere al trabajo de coordinación que comenzó dentro de la Asociación Chilena de Municipalidades para crear comisiones de trabajo en la áreas como transporte, contaminación y financiamiento.
El objetivo es que no exista un centralismo en la toma de decisiones en la que se le haga "by pass" a la Intendencia, pues los ministros acuden directamente a los alcaldes para tratar los problemas. Con ello, se asegura, el gobierno central no satisface las demandas de los municipios.
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