El despegue del aeródromo San Gregorio lo dio definitivamente la Corema Metropolitana tras una extensa y acalorada sesión. El consejero regional Pedro Saitz, quien trabaja con Jorge Schaulsohn, había dado su rechazo explícito al proyecto unos meses antes, en conferencia de prensa incluso, pero ayer cambió sorpresivamente de parecer.
Luego de un año y medio de tramitación, el polémico proyecto de aeródromo San Gregorio, que se ubicará en el sector de Alto Jahuel, en Buin, se aprobó por 13 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones en la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana (Corema). La iniciativa, hace un año había tenido el rechazo rotundo de los servicios públicos que participaron en la votación.
Se habla de intenso lobby e, incluso, de presiones para alcanzar la aprobación del proyecto del empresario Max Marambio, cercano al gobierno. El senador Andrés Zaldívar dio la alerta en la mañana de ayer, estratégicamente, horas antes de que se votara por parte de los miembros de la Corema. A través de Mega, el canal del empresario Ricardo Claro y principal accionista de viña Santa Rita, el legislador señaló "aquí hay una cosa que no corresponde. Yo he llamado al gobierno para que en este asunto se mantenga neutral. Pero anoche yo tuve información de que habían existido presiones desde la Presidencia de la República, de algunos personeros, para que funcionarios de gobierno votaran de determinada forma».
Poco antes del mediodía, secretarios regionales ministeriales consejeros regionales y gobernadores dieron el sí a la iniciativa: seremis de Vivienda, Transportes, Obras Públicas, Bienes Nacionales, Economía, el director de la Conama RM y los gobernadores de la región, entre otros. Argumentaron -a puertas cerradas, sin los vecinos que protestaban en las afueras ni la prensa-, por qué eran favorables al proyecto. Se esgrimieron argumentos técnicos. Sin embargo, los cercanos al proceso afirman que no se dejaron de lado las razones políticas.
Cada voto era decisivo ayer para los opositores al terminal aéreo, entre ellos vecinos, agricultores y políticos. Por eso el sufragio que más sorprendió, fue el del consejero regional Pedro Saitz, que trabaja con Jorge Schaulsohn y quien había dado su rechazo explícito al proyecto -conferencia de prensa incluida-, unos meses antes. El alcalde de Buin, Angel Bozán, calificó públicamente como »sorpresivo» este apoyo pero, en privado, se notaba que estaba más que molesto con la aprobación del presidente regional del PPD.
Se habla que los titulares del terminal aéreo, que fundamentaron cada obra de San Gregorio, mediante tres adendas o extensos informes, obtuvieron los dividendos esperados, mediante la contratación del estudio jurídico de Jorge Schaulsohn (Saitz ha trabajado estrechamente con el precandidato a la alcaldía por Santiago) y Andrés Allamand, quienes son calificados como lobbistas.
Lo que más llamó la atención de esta aprobación, según cercanos al proceso, es que un año antes los servicios públicos involucrados y gobernadores se habían mostrado contra la iniciativa, debido a que faltaba información para pronunciarse. El interés por aprobar esta inversión se ve como clave a la hora de desarrollar iniciativas emblemáticas del gobierno, como el portal Bicentenario, que sólo se podrá emplazar cuando se cierre el aeródromo Los Cerrillos, en la misma comuna. Con San Gregorio, se tendría una alternativa clara para los vuelos en la Región Metropolitana.
El general (R) César Topali y gerente del proyecto, quien durante la mañana de ayer se paseaba nervioso por los pasillos de la Intendencia, esperando la votación, no quiso pronunciarse sobre el tema al ser consultado por El Mostrador.cl.
Bloque político
No sólo el senador Andrés Zaldívar se unió al bloque de políticos contra el aeródromo. Los diputados José Antonio Kast (UDI) y Edgardo Riveros (DC) asistieron a la discusión previa a la votación e intervinieron asegurando que el daño que se hará a las viñas, principal producción de la zona, será inminente con la instalación del terminal aéreo.
Ambos legisladores pertenecen al distrito 30 que representa a esa zona. Con ello no sólo se plegaron a la oposición de los viñateros, sino también al argumento popular que un proyecto así perjudicaría el empleo.
Sin embargo, el titular de la propuesta aseguró cupos laborales cuando presentó nuevos antecedentes el 2003, anunciando que creará empleos e incluso se dará becas para capacitación a jóvenes que se interesen en trabajar con ellos. Además, se contempló un extenso plan de mitigación de los posibles efectos ambientales negativos.
Esa posición convenció al alcalde de Paine, Enrique Canales, quien también tuvo algo que decir ayer, pues el terminal también involucrará a su comuna. Durante la sesión, efectuó un populoso discurso, sobre lo olvidada que estaba su zona y los beneficios que acarreará una inversión de esta magnitud.
Meses antes, el edil confidenció a un cercano que, cuando la empresa comenzó a promover públicamente el proyecto el 2002, conoció a Max Marambio, el principal inversionista del proyecto, debido a que se lo presentó un senador de su colectividad, la UDI.
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