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Pese a bajo interés estatal, crece medicina alternativa en Chile

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A pesar de no contar con un gran apoyo del Estado, la denominada medicina alternativa ha ido ganando terreno en el país. Técnicas como el reiki, la fitoterapia, la acupuntura y las flores de Bach se utilizan cada vez más a menudo tanto en la atención primaria como en los hospitales de Santiago y regiones.


Hace sólo una década era prácticamente inimaginable que médicos del sistema público recomendaran yerbas naturales o aplicaran energías cósmicas a sus pacientes. Hoy, sin embargo, es cada vez más frecuente encontrar casos así.



La razón es que las denominadas terapias complementarias -que buscan completar y no sustituir a la medicina tradicional- han ido ganado progresivamente terreno en Chile, gracias a la iniciativa de profesionales, directores de hospitales y de servicios de salud de distintos puntos del país que, pese a no contar con un gran respaldo del poder central, han ido incorporando estas técnicas en su trabajo cotidiano.



Estas inquietudes son la que recoge el Primer Seminario Nacional de Medicina Complementaria, que se realizará en Santiago entre el 27 y 28 de agosto próximo, y que es organizado por el Colegio Médico y patrocinado por el Ministerio de Salud.



La doctora Pilar Veiga, del Hospital San José, cuenta que desde el 2002 utiliza técnicas de fitoterapia, flores de Bach y reiki en pacientes crónicos, "que los mismos médicos me derivan para que yo alivie sus síntomas sin tener que sobre intoxicarlos".



Explica que la fitoterapia es el uso de extractos de plantas medicinales con fines curativos, que resultan especialmente útiles para "regularizar funciones orgánicas", mientras que las flores de Bach son esencias naturales de estos vegetales que contribuyen a mejorar el "estado emocional" de los pacientes.



El reiki, por otra parte, consiste en "una terapia por imposición de manos en la que el terapeuta canaliza la energía universal, distribuyéndola en distintas partes del cuerpo, con lo que se alivian muchos de los síntomas que presentan los enfermos".



La experiencia de Veiga en este campo no es sólo cualitativa. Entre septiembre del 2002 y agosto de este año ha atendido a un grupo de 50 pacientes crónicos, durante un mínimo de dos meses, con resultados alentadores.



Poder efectivo



Veiga asegura que el tratamiento del alivio al dolor de estas personas, que padecen enfermedades tan graves como el cáncer, ha tenido una efectividad del 80 por ciento. Mientras que en la esfera emocional ha habido mejoras de entre un 60 por ciento y 70 en cada paciente. En el área de impotencia funcional, vale decir, en la medición de cómo los síntomas de una patología crónica afectan las actividades diarias de un sujeto, la efectividad también ha oscilado entre un 60 y un 70 por ciento.



Si bien Veiga reconoce que en el Ministerio de Salud existe hace ya varios años la unidad de medicina tradicional complementaria, dedicada fundamentalmente a este tema, afirma que "es poco lo que ellos han hecho como ministerio para integrar estas disciplinas al área de la salud". No obstante, sostiene que para que estas técnicas tengan un impacto mayor en la sociedad "se necesita un cambio cultural" que aún no se produce en Chile.



Plantas medicinales en Chiloé



Katia Velásquez es médico internista del Hospital de Ancud y también una de las pioneras en el uso de la fitoterapia en el país. Explica que la apertura hacia esta técnica provino de su observación de las costumbres de sus propios pacientes y de lo que califica como una "sabiduría innata".



"Yo vivo en Chiloé hace diez años y cuando llegué me di cuenta que las personas que van a consultar al hospital habitualmente usan plantas medicinales. Entonces para mi fue como un desafío empezar a aprender de este tema y ver si en realidad tenía o no alguna utilidad".



Explica que su interés parte también de una preocupación por los efectos colaterales de los fármacos, que la han llevado a no "utilizar fitoterápicos envasados" sino que las plantas en su estado natural.



Junto con advertir que "no se trata de quitarle la radioterapia o la quimioterapia a un enfermo de cáncer" plantea que sí se puede utilizar té de distintas plantas como complemento de los tratamientos tradicionales. Precisa que el boldo y el matico son útiles para los problemas de vesícula y que la ansiedad puede ser paliada con valerianas. Además, sostiene que algunos de los vegetales útiles para la diabetes son la morera, la murra, la denominada pata de vaca y la zarzamora.



La experiencia de Velásquez se suma la práctica de salud intercultural que se lleva a cabo en la zona Huilliche de la Isla Grande, la que se extiende también a otros centros de atención primaria tanto de la Décima como Novena regiones.



Medicina china en Santiago



Desde fines del 2005 o principios del 2006 los pacientes de los hospitales que integran los servicios de salud metropolitanos Centro y Sur contarán con expertos en acupuntura, fitoterapia y otras técnicas para atenderlos.



Esto, gracias al convenio firmado este mes por el Ministerio de Salud y la Universidad de Guangzhou, del sur de China, y que busca capacitar a un grupo de funcionarios en técnicas orientales.



El director del Servicio de Salud Metropolitano Sur, Osvaldo Salgado, afirma que este acuerdo refuerza la experiencia que ellos vienen realizando hace tres años con la acupuntura, el reiki y la aromaterapia. Explica que "hasta ahora nosotros hemos implementado esto con algunos funcionarios con casos de patologías especialmente dolorosas, y en los que la metodología normal o aleópata no ha tenido resultado, pero aspiramos a que el 2005 podamos ofrecerlo al público también".

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