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«Corema actuó pensando en intereses de Celco más que en la comunidad»

Luego de que se aplazara el plazo que se le había fijado a la empresa forestal para entregar su programa alternativo de descarga de residuos, el movimiento ciudadano de Valdivia exigió que la instancia medioambiental de la Región Los Lagos no vuelva a pronunciarse sobre el proyecto ambiental hasta que asuman las nuevas autoridades, en marzo próximo.


Como una nueva muestra de la deficiente política ambiental del gobierno fue recibida por la comunidad de Valdivia, la decisión de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de Los Lagos de prolongar el plazo para que la empresa Celulosa Arauco Constitución (Celco) entregue un proyecto sobre descarga de residuos en un lugar distinto al río Cruces.



José Araya, vocero del Movimiento Acción por los Cisnes, uno de los grupos que ha seguido de cerca los acontecimientos, consideró que la decisión demuestra que la autoridad ambiental de la zona ha privilegiado los intereses de los grandes grupos económicos, en desmedro de la ciudadanía y el ecosistema del lugar.



En marzo vencía el plazo para que Celco entregara el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sobre la descarga alternativa de sus desechos, luego que la propia Corema resolviera en junio del año pasado que no podía continuar haciéndolo en el Santuario de la Naturaleza «Carlos Arwandter» del río Cruces, ante la masiva muerte de cisnes de cuello negro.



Sin embargo, la empresa adujo que no pudo realizar las investigaciones respectivas debido a las agresiones que sufrieron de parte de comunidades costeras que se oponen a la instalación de un emisario submarino, una de las alternativas que ha manejado la firma forestal, y pidió extender el plazo hasta abril de 2007.



Si bien la Corema no fijó plazos, al menos descontará el período en que el Ministerio de Defensa elabore un informe sobre la forma en que se puede garantizar la seguridad del personal de Celco encargado de realizar los estudios, lo que invariablemente extenderá el plazo, incluso si finalmente la instancia ambiental rechaza el pedido de Celco.



¿Qué le parece la resolución de la Corema?
– Nosotros teníamos una opinión previa respecto a este caso: Se ha actuado con mucha inoperancia técnica y política en relación a la crisis que se vive en el Santuario de la Naturaleza.



La Corema ha actuado pensando más en los intereses de Celco que en el patrimonio de la comunidad valdiviana y del país, considerando que éste es un lugar con protección internacional. Eso ha derivado en una serie de decisiones que han terminado blanqueando una serie de relaciones irregulares y mentiras.



Hay que tener claro que éste fue un documento que se presentó en diciembre y el gobierno se había comprometido a un proceso mucho más trasparente, que significaba que toda la información relativa a este proceso iba a estar en un sistema en línea en la página web donde está el expediente de este caso, pero esta información no estaba.



Nosotros nos enteramos por la prensa de una decisión tomada el miércoles pasado por la Comisión Regional del Medio Ambiente. No estamos de acuerdo con esta decisión.



¿Qué le parecen las declaraciones de Celco, que responsabilizan a las comunidades de no poder realizar el estudio de impacto ambiental?
– Ahí hay un gran fracaso de la política de la relación con la comunidad de parte de Celco. Este proyecto ha sido instalado a la fuerza y con escasa información a la comunidad, con un proceso poco trasparente, con una mala utilización de la política ambiental y eso ha derivado en el rechazo de las comunidades. Aquí la gente experimenta la contaminación. Por lo tanto, es muy normal y casi de sentido común que haya una fuerte oposición en la costa, que ni siquiera exista el ánimo y el interés de sentarse a conversar con ellos.



¿Cuál es la visión que tienen los lugareños de Celco?
– Es una empresa que no tiene credibilidad ante la comunidad, ni siquiera para sentarse a conversar con ellos. Estamos ante una empresa que no ha dado ninguna señal de reconocimiento del daño causado, ni de manifestar un cambio en su proceso industrial para que no vuelva a ocurrir un hecho tan lamentable de contaminación como la que se vivió en el Santuario de la Naturaleza y en el río cruces que baña la ciudad de Valdivia.



¿Qué es lo que las autoridades regionales deberían hacer ahora?
– Exigimos que esta Corema, que son un conjunto de representantes del gobierno y de los servicios públicos, no tomen ninguna decisión sobre un caso que es muy sensible para la comunidad valdiviana, y para la discusión actual sobre la legislación ambiental. Consideramos que deben ser los próximos representantes, los designados por el gobierno de Michelle Bachelet, los que se hagan cargo de las decisiones que se tomen en este tema.



Si fuera así, ¿qué es lo que esperan?
– Nosotros esperamos que primen los intereses de la ciudadanía más que los de los grandes grupos económicos y empresariales, que ha sido lo que, lamentablemente, ha quedado del gobierno de Ricardo Lagos y de su política ambiental. Creemos que la ciudadanía está esperando un cambio que se traduzca en las nuevas políticas ambientales que se van a poner en práctica, ya sea de relación con la comunidad desde la autoridad ambiental, que los tratos sean mucho más directos y mayores preocupaciones por la comunidad.



¿El movimiento ha podido conversar con la Presidenta electa sobre este tema?
– Las únicas señales que nosotros hemos tenido es una revisión de toda la información entregada por el movimientos Acción por los Cisnes y, en particular, una revisión de las actuaciones que ha tenido la autoridad ambiental regional sobre esta materia.



Además, tenemos entendido que ella ha comprometido hacer un estudio en particular de las demandas que tienen las comunidades costeras, pescadores y mapuches lafkenches, que se oponen a la instalación de un ducto para la salida de los residuos de esta industria. Pero son sólo señales sobre este caso, porque no tenemos compromisos escritos ni señales más claras.



Si hoy una persona va al humedal, ¿con qué se encuentra, qué es lo que puede ver?
– El santuario sigue destruido y los ríos de Valdivia siguen tan contaminados como hace un año atrás. Lo que uno puede ver es una gran masa de agua oscura, casi aceitosa, donde es posible de vez en cuando ver a un cisne muy enfermo, porque si tú te acercas a ellos ni siquiera pueden volar para salir del Santuario. Hay un cambio radical en el ecosistema que cualquier persona que viva en el entorno lo puede notar o al comparar con las imágenes de archivos que hay.



– Fuera de los daños ecológicos ¿en qué otras áreas ha repercutido la situación del río cruces?
– Hay un conjunto de personas que están perdiendo sus fuentes laborales, porque vivían del turismo. Además de la perdida de la calidad de vida de las personas.





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