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Plan Transantiago: Experto prevé alza de tarifas o subvención del Estado

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Inconvenientes en frecuencia llevarían a incorporar 400 buses adicionales a los 5.600 que previstos a partir de marzo, a lo que se suma la extensión horaria del Metro. El experto Ian Thompson, ex jefe de la Unidad de Transporte de la Cepal, advierte que ello provocará que los costos del sistema aumenten en torno al 12,5%, lo que debería traducirse en un alza del boleto.


Baja frecuencia, escasez de buses y poblaciones aisladas son algunos de los problemas que persisten a una semana de implementado el Plan Transantiago. Y aunque desde el gobierno ya se han planteado algunas soluciones, éstas derivarían en mayores costos para el sistema.



Aunque las ideas de incrementar la flota a 6.000 micros y la extensión en el horario de funcionamiento del Metro le parecen acertadas, el ex jefe de la Unidad de Transporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) Ian Thompson advierte que estas medidas implicarán que los costos del sistema suban en 12,5%.



«Si la cantidad de buses sube de 5.100 a 6.000, es decir, en un 18%, los costos de explotación van a subir en un porcentaje algo parecido. El aumento de éstos quizás sea un poco inferior que 18%, puesto que algunos de los costos son más o menos fijos (de administración, talleres, etc.) y una fracción del servicio es proporcionada por el Metro, y no por buses», indica.



El Gobierno ha garantizado que, al menos hasta agosto, no habrá innovaciones en materia del valor del boleto. Sin embargo, para el experto en transporte público a partir de esa fecha, se abren dos posibilidades para zanjar el tema de los costos: que el Estado entregue una subvención al sistema o un incremento en los pasajes.



«Esto significa que hay dos alternativas: sube el valor del pasaje, de $ 380 a $ 430, o el Plan Transantiago recibe una subvención operacional de parte del gobierno. Hay que tener en cuenta que todos los gobiernos de la Concertación han estado en contra de subsidiar al transporte público», afirma.



-¿Cree que esta vez será la excepción?
-Antes el gobierno era muy claro en que no se contemplaría subvencionar Transantiago. Los gobiernos, desde 1973 y en adelante, se han demostrado muy reticentes a subsidiar la operación de servicios de transporte. Si se planteara esta posibilidad, no cabe duda que se opondrían los diputados de provincias y alcaldes de ciudades del interior, salvo que también se asignaran subsidios al transporte colectivo en sus zonas.



Sin embargo, hoy el gobierno es menos seguro, lo comprobé en una entrevista que dio el ministro de Transportes, Sergio Espejo, donde no se cerraba tajantemente a esa posibilidad.



-¿Qué posibilidad le parece mejor?
-Desde el punto de vista como usuario es mejor la subvención, porque así la gente no se vería afectada y no tendría que aguantar un alza en las tarifas.



-¿Y como experto?
-Pienso que la subvención promueve ineficiencias. Los sindicatos de trabajadores del transporte público, si saben que el gobierno entrega subvención, van a presionar por mejores salarios.



Cobro



Una de las alternativas que comenzarán a estudiar las autoridades del Ministerio de Transportes es identificar los puntos más congestionados de las diferentes comunas, para evaluar la instalación de cobradores en los paraderos.



Respecto a ello, Thompson señala que el actual sistema de pagos a través de los validadores retrasará los viajes de las personas, pero que observa complejidades en la posible instalación de cobradores en los paraderos.



«En las ciudades de Curitiba y Bogotá se hizo y funcionó bien, pero acá en Santiago es muy difícil, porque acá los paraderos no están diseñados para ello. Por esto, creo que en Chile es más conveniente pagar a bordo", explica.



Con el uso de la tarjeta Bip! el experto indica que se generará otro problema. "Como los buses son gratuitos la gente sube por las puertas traseras. Los usuarios ya se acostumbraron a ello y puede traer problemas como el incremento de evasores», alerta.



Actuación del gobierno



Respecto a las medidas del Ejecutivo para enfrentar las deficiencias del sistema, como estudios con alcaldes de todas las comunas para realizar cambios en las rutas, el experto señala que no cree que las autoridades desconozcan los grandes problemas que se han producido en los primeros días de la puesta en marcha del nuevo plan de transporte público.



«Lo que sucede es que el Gobierno tiende a minimizar los problemas, porque obviamente ellos no van a querer desprestigiar el Plan Transantiago. Reconocen los inconvenientes y en sus discursos al público hacen lo que se puede, para asegurar a la población que todo está bajo control. Es algo natural", afirma.



Thompson explica que las carencias del nuevo sistema tienen una directa relación con el tiempo que pierde la gente en caminar desde sus hogares a los lugares donde se detienen los buses, en los transbordos y en el tiempo de espera en paraderos. «Se debería haber previsto el costo de caminar", sentencia.



-¿Cómo evalúa a los expertos que estuvieron a cargo del diseño de este plan?
-Esta es una responsabilidad exclusiva de los expertos que trabajan para Transantiago. Sin duda, ellos cometieron un error.



Aspectos positivos



Para el profesional no todo es negativo, e incluso cree que pueden haber mejoras. «Se pueden hacer cambios en algunas zonas en la coordinación de horarios de salida de los buses locales y la combinación con los recorridos troncales», dice.



«La ciudad en general tiene menos contaminación acústica, hay menos congestión y hay un tránsito más fluido. Con Transantiago, divido a la población en tres categorías: toda la capital; los usuarios que tienen automóvil; u la gente que usa transporte colectivo. Los más beneficiados, sin duda, son los que usan automóvil», indica.

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