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Ofertón de propuestas tras fracaso del subsidio permanente

Una verdadera comedia de equivocaciones se vivió ayer en el Senado. El gobierno forzó a la derecha a concretar su ya anunciado rechazo al proyecto, endosándole toda la responsabilidad por el fracaso de la iniciativa. Para ello hizo un amago de modificar la urgencia de suma a discusión inmediata, lo que generó una dura reacción de la oposición. A esa altura del día, la desconfianza de la Alianza era total y el ministro José Antonio Viera-Gallo no podía disimular la contrariedad por la inminente d


Una accidentada jornada, marcada por una serie de errores del gobierno que, finalmente, le dieron sustento a la derecha para rechazar el subsidio permanente al transporte público en la comisión del ramo, es la que se vivió ayer en el Senado. Paralelamente, la evidencia del fracaso de la iniciativa del Ejecutivo permitió el brote de propuestas que apuntan a reemplazar el proyecto de La Moneda. El primero en comenzar con el ofertón fue el senador DC Eduardo Frei, quien definió su fórmula para reemplazar el actual sistema de transportes como "aterrizada y posible" de concretar.



Todas las posibilidades de llegar a algún acuerdo con la derecha se esfumaron cuando el gobierno anunció que le quitaría la suma urgencia al proyecto, para cambiarla por discusión inmediata. Esto impedía que, durante la discusión en la Comisión de Transportes de la Cámara Alta, se le pudieran introducir modificaciones a la iniciativa. A partir de allí, el único senador posible de convencer para que apoyara al gobierno, el independiente Carlos Bianchi, cerraba el debate anunciando su rechazo a la polémica normativa.



Si bien el almuerzo programado entre René Cortázar y los independientes Carlos Cantero y Fernando Flores se efectuó de todos modos, ya no había margen de negociación. Y en el gobierno se habían perdido todas las esperanzas de salvar el proyecto. Si bien el ministro José Antonio Viera-Gallo había dejado en manos de Cortázar las negociaciones, las conversaciones informales sostenidas con representantes de la oposición le permitían formarse la convicción de que el gobierno había fracasado en su esmero por salvar el subsidio permanente al transporte.



La misma convicción se formó Cortázar en la cita con Cantero y Flores. A esa altura era prácticamente un hecho que la comisión, encabezada por Cantero, rechazaría la iniciativa, tal como sucedió. Para terminar de enrarecer los ánimos, un extraño suceso quedó al descubierto: el gobierno no había alcanzado a ingresar, dentro del período establecido, el oficio que modificaba la urgencia, por lo que se pidió la unanimidad para que se aceptara la modificación, misma que la derecha negó.



A raíz de este episodio, Carlos Bianchi especuló la posibilidad de que el gobierno haya intentado modificar la urgencia con el sólo propósito de forzar la votación y el ya consabido rechazo de la iniciativa, para responsabilizar de sus efectos, ante la ciudadanía, a la oposición. La falta de confianza entre las partes, a esa altura de la jornada, era evidente.



Así, pasadas las 18:30 horas, terminó el trabajo de la comisión y Cantero oficializó el resultado de la votación, según la cual se rechazó el proyecto en general por tres votos en contra -Pablo Longueira, Evelyn Matthei y el propio Cantero- y dos a favor: Camilo Escalona y Jorge Pizarro. En este escenario, la iniciativa pasará a ser votada el martes 9 de septiembre en la Sala, ya que dado que se rechazó en la Comisión de Transportes no será analizada por la Comisión de Hacienda.



El triunfo de la derecha



Los principales argumentos para descartar la iniciativa, explicó Cantero, tienen su fundamento, por un lado, en el fallo del Tribunal Constitucional -mismo que provocó que el gobierno optara por intentar modificar la urgencia, para cerrar de una vez por todas este dramático capítulo- y, por otra parte, el hecho de que la accidentada tramitación de la normativa demuestra que "la historia del Transantiago está llegando a su fin" y que "ha llegado el momento de abrir un espacio de negociación donde se implemente un sistema mixto, donde se mantengan -en términos generales- las directrices del sistema, pero se incorporen nuevos operadores que en forma complementaria desarrollen un proceso de competencia".



En la misma línea, Pablo Longueira reiteró la necesidad de hacerle una "reingeniería total" al Transantiago y se destinen los recursos necesarios a un sistema distinto al actual. E insistió en que "he dicho en reiteradas ocasiones que el día que el gobierno dé por terminado el Transantiago, voy a ser el primero en ponerme a su disposición para que busquemos un transporte público decente para los santiaguinos".



Ofertones



Mientras la Comisión de Transportes sesionaba, el senador Frei decidió tomar la iniciativa e hizo pública su propuesta para modificar el sistema de transportes. Frente a la convicción de que "hay que dar por terminado el Transantiago" y que el "Estado debe asumir un rol importante en la solución" del sistema, propone que el sector privado gestione los alimentadotes y los troncales en un nuevo esquema. En su modelo, el sistema también contempla un subsidio permanente extensivo a todo el país.



Algunos de los aspectos más relevantes de su propuesta son que desaparece el AFT, traspasando transitoriamente sus responsabilidades actuales al BancoEstado. Mientras que las funciones de control de flota que también están en manos del AFT serían traspasadas al METRO hasta que se cree una Empresa Pública que se haga cargo de esa función.



Por su parte, Cantero también concurrió con una nueva fórmula. El senador plantea "intervenir el sistema de transportes por un período de 100 días, en los cuales se debe efectuar un llamado a participar en el servicio de transportes a los ex operadores y/o terceros, que califiquen técnicamente dentro de un plazo de 30 días".


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