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«Si no somos capaces de hacer verdad y justicia, tarde o temprano reabrirán las heridas»

La diputada abordó el tema de fondo que se esconde tras la polémica por los detenidos desaparecidos que no lo son. Tiene la convicción que la polémica tiene su origen en que «en este país se violaron sistemáticamente los derechos humanos» y que es inexplicable que más de 30 años después aún haya familias que desconocen el paradero de sus familiares.


Karla Rubilar, la diputada RN que desde que llegó a la Cámara ha reconocido abiertamente las violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar, sigue manteniendo sus críticas al gobierno en medio de la polémica por falsos detenidos desaparecidos.

Sin embargo, no hace suya las dudas de un sector de la derecha, que sostiene que La Moneda busca usar electoralmente la reapertura de las comisiones Valech y Rettig, aunque estima que son válidas.

Rubilar es tajante al sostener que la «principal causa» de que se esté discutiendo el surgimiento de eventuales falsos detenidos desaparecidos tiene que ver «con que en este país se violaron sistemáticamente los derechos humanos, durante el régimen militar o dictadura, como le quieran llamar».

En este sentido, emplazó a quienes aún tienen información acerca de la localización de los cuerpos de los detenidos desaparecidos la entreguen, como un aporte a la reconciliación.

En su calidad de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, asegura que por estos días está recibiendo información acerca de otras personas que estaban en las listas de víctimas de la violencia política sin serlo.

Por ello no tiene «pelos en la lengua» para aclarar su postura respecto a un tema que sigue generando divisiones y que, sin duda, sacará ronchas a más de algún dirigente de su propio partido.

Precisa que todos estos conflictos tienen su origen en que «no hemos sido capaces, hasta el día de hoy, de identificar dónde están estas personas desaparecidas».

«Y ése es un problema, porque si los hubiésemos podido identificar, hubiésemos podido saber dónde están, sus familias le hubiesen dado cristiana sepultura -o según el credo que tuvieran-, no estaríamos en este conflicto tampoco», enfatizó.

Es por ello que hace un mea culpa respecto de estos hechos, asegurando que «con la misma fuerza que uno condena la inoperancia y la ineficiencia del actual gobierno, que ha causado un enorme daño a la causa de los derechos humanos, también tiene que condenar las violaciones a los derechos humanos y que hasta el día de hoy no se haya entregado toda la información que corresponde para identificar el paradero de las víctimas».

Para la legisladora es «inexplicable» que después de más de 30 años todavía haya personas buscando los cuerpos de sus familiares.

«Efectivamente hay un tema pendiente en esta materia; y el que piense lo contrario, quiere tapar el sol con un dedo, porque si no somos capaces de hacer verdad y justicia, tarde o temprano reabrirán las heridas», explicó.

 

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