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“Es importante hablar de la sobredimensión que tenía Hacienda en el Gobierno”

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Después de nueve años a cargo de la Corporación Participa, la ex integrante del comando de MEO decidió volcar por completo su experiencia a la política y para ello eligió Océanos Azules. Ahora está a cargo de recabar toda la información sobre cómo y en qué pretende gastar Piñera los recursos que consiga con el proyecto de financiamiento para la reconstrucción. Y también habla de la polémica de moda en la Concertación.


Aunque comenzó su, hasta ahora, reciente carrera política en el equipo programático del ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, decidió instalarse definitivamente en Océanos Azules. Así, Andrea Sanhueza, ex directora de Participa, es ahora una de las voceras de la que fuera la plataforma programática del ex abanderado de la Concertación, Eduardo Frei.

Asistente social y cientista política de profesión, optó por volcar sus energías a la política y desde esta tribuna analiza algunos hechos relevantes de la agenda. En esta entrevista explica que se vio forzada a efectuar un reclamo ante el Consejo de la Transparencia, porque el gobierno no le entregó toda la información solicitada, con el fin de conocer de manera exhaustiva en qué gastará los recursos adicionales que se supone recibirá producto de la aprobación del Proyecto de Financiamiento de la Reconstrucción.

Pero también aborda la polémica suscitada a raíz de las declaraciones del ex ministro Francisco Vidal, quien responsabiliza al ex titular de Hacienda, Andrés Velasco, de la derrota sufrida por la Concertación en las presidenciales. A su juicio, ese es un debate que ya existía al interior del conglomerado y es bueno que se abra a la opinión pública. A este respecto señala que “es importante hablar de la sobre  dimensión que tenía Hacienda en el gobierno y que, por lo tanto, muchas veces impedía el diálogo sobre lo que era importante hacer y financiar desde el Estado, a través de políticas públicas”.

-¿Cómo fue su aterrizaje en Océanos Azules? Porque usted participó en el equipo programático de la candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami.

-Así es. En agosto del año pasado me invitaron de la candidatura de Marco Enríquez y lo encontré atractivo, interesante, yo también tenía ganas de hacer un giro en mi carrera profesional. Pensé que tenía bastante que aportar desde mi experiencia en la ONG Participa. Luego que terminó la elección (presidencial), me incorporé a Océanos Azules. Me siento cómoda acá, me gusta este trabajo en equipo, la deliberación que existe y también la parte más ejecutiva de poder ponerse de acuerdo y concretar las distintas acciones.

-¿Por qué no se incorporó entonces al partido de Marco Enríquez?

-Porque, la verdad, me sentía más cercana con la vocación de diálogo que ví acá. Igual me parece genial que Marco esté haciendo un partido, es bueno. Valoro todo el esfuerzo y a la gente que está ahí, porque para mí fue una experiencia muy interesante y enriquecedora. Y lo otro, es que creo que él está enfrentando un desafío que todos debemos asumir. Los movimientos políticos, las iniciativas que se están dando, más los partidos, tenemos que poder atraer a más jóvenes y mostrarles el lado atractivo de la política. El hacerse cargo de su sociedad, de hablar de los sueños que quieres lograr, de ver cómo poner un grano de arena para crear una sociedad más justa, igualitaria…

[cita]»Tal como lo ha dicho el Presidente, la reconstrucción nos pertenece a todos, entonces, queremos ser parte».[/cita]

-En ese contexto ¿cómo percibe este debate sobre el progresismo que, además, todos los sectores se atribuyen?

-El concepto de progresismo, tal como se ha dado en el debate público, está asociado a tendencias políticas que buscan lograr mayor justicia social. Y, en ese sentido, hay que hacerse cargo de las nuevas agendas o asuntos de interés público emergentes en la sociedad, como las minorías sexuales, étnicas, y reconocer que nuestra sociedad es diversa, heterogénea, que todos tenemos que caber dentro de ella y sentirnos cómodos cada uno con sus propias reivindicaciones. Entonces, es una buena noticia que más personas hablemos de progresismo, le hace bien a nuestro país, porque tenemos que sacarnos de encima esta idea que hemos tenido durante tantos años de que somos todos iguales. Ahora, decirse progresista significa tener la convicción de que hay que dialogar, escuchar, que todos tienen algo que decir y que, por lo tanto, hay que crear espacios inclusivos de deliberación tal como lo está haciendo Océanos Azules durante este año.

“Progresismo supone escuchar”

-¿Por tanto no es una contradicción que el actual gobierno se autodefina progresista?

-En principio suena contradictorio, porque en Chile la derecha nunca se ha considerado y nunca ha sido vista como un sector progresista. Sin embargo, si están tomando esa bandera me parece bien por el país. Ahora, el requisito y la exigencia es ser consecuente, porque progresismo supone diálogo, participación, negociación y escuchar a los distintos sectores de la sociedad, porque hay varios bastante excluidos. El progresismo supone escuchar en serio a los excluidos.

-¿En ese sentido cómo ve la elección interna de RN donde el sector más conservador se impuso al que pareciera apunta más hacia una línea liberal?

En principio, habría que ver cómo la directiva de este partido va a enfrentar los temas que Chile necesita. Precisamente, hay que hacerse cargo los sectores excluidos, eso es lo que a Océanos Azules le interesa, promover la participación, el diálogo. En estos años, en general, la política ha escuchado poco, el desafío ahora es que todos escuchemos, recorramos el país y estemos en ese diálogo. Por eso me llamó la atención meterme más en política, porque tengo una trayectoria de participación muy fuerte. Creo fervientemente en que esa es la manera de hacer las cosas.

-En medio del debate del progresismo, en la Concertación Francisco Vidal destapó otro que está relacionado con el estilo de gobernar que habría imperado en este sector. ¿Cómo ve usted la polémica suscitada a raíz de la preponderancia, en el gobierno de Michelle Bachelet, de los tecnócratas versus los políticos?

-Como Océanos Azules no nos gustan las peleas y los conflictos, nos gusta ser claros y ser asertivos. Pero es importante hablar de esta sobredimensión que tenía Hacienda en el gobierno y que, por lo tanto, muchas veces impedía el diálogo sobre lo que era importante hacer y, por lo tanto, financiar desde el Estado, a través de políticas públicas del gobierno pasado. Nosotros esperamos que sea un debate constructivo, en el sentido que sirva a la Concertación para pensar cómo lo quiere hacer en los próximos años, si es que quiere recuperar el poder.

-O sea que más allá de la forma es un debate que tenía  que darse.

-Este era una debate que todos sabíamos que estaba presente. Me parece bueno que la gente sepa que eso estaba pasando durante el gobierno (de Bachelet). Lo importante es que se mire hacia adelante y se hagan propuestas acerca de cómo hacerlo mejor la próxima vez. En el sentido de que sí es necesario el debate, incluso entre los ministros y ministras en un determinado gobierno.

Fiscalización y formación de jóvenes

-A propósito de gobierno, se acaban de cumplir la semana pasada los primeros 100 días de la actual administración. ¿Cómo los evalúa usted?

-En este contexto y el en marco de la Ley de Acceso a la Información y Transparencia solicité, como miembro de Océanos Azules, a la Presidencia, que me entregara el Plan de Reconstrucción del gobierno. Entendiendo por un plan, cuáles son las metas, los sectores que van a reconstruir, los plazos que se están dando para ello y cuál es el presupuesto para el financiamiento. Y lo que recibí de respuesta fue un power point del ministro de Hacienda del 05 de mayo del 2010, donde se entregan las medidas del financiamiento, que todos las conocemos, porque son las que han salido en la prensa y son las que hoy se están debatiendo en el Senado. Nosotros suponemos que tiene que haber un plan ordenado, articulado, de qué se va a hacer con esa plata, dónde se va a poner. Sin embargo, no recibimos esa información completa. Entonces, lo que hicimos fue hacer un reclamo frente al Consejo de la Transparencia, que es lo que la ley permite, y esperamos recibir a la brevedad el plan de reconstrucción del Presidente Piñera. Más allá de cómo lo va a financiar. Y le hacemos una invitación tanto a la Cámara como al Senado a preguntar y debatir sobre qué se va a hacer con ese financiamiento. Yo busqué y encontré medidas aisladas, pero es difícil para cualquier persona hacerse una idea general y comprehensiva acerca de cómo se va a llevar adelante la reconstrucción desde el ámbito de la salud, la educación, la vivienda, etc.

-¿Siente que el gobierno no ha sido lo suficientemente claro y transparente en ese aspecto?

-Por lo menos en este ejercicio particular de pedir el plan, lo que recibí fue el financiamiento, pero no el plan que yo me imagino que está. Tal como lo ha dicho el Presidente, la reconstrucción nos pertenece a todos, entonces, queremos ser parte. Y el primer requisito para eso es tener la información sobre cuál es el plan que el gobierno tiene, de manera de sumarse a él y complementarlo.

-¿Cómo observa usted, entonces, el debate que se ha generado en el Congreso respecto al proyecto?

-Me parece bien que se discutan a fondo las medidas de financiamiento, pero hemos echado de menos la pregunta acerca de qué se va a hacer con él, independiente de que se apruebe. Es cierto que el financiamiento que se está pidiendo es en parte para la reconstrucción y en parte para el programa de gobierno. En la información que yo recibí es difícil distinguir cuál es el financiamiento para el plan de reconstrucción y cuál para el programa de gobierno. Es importante que el gobierno aclare este punto y podamos tener información accesible, oportuna y podamos sumarnos a este proceso de reconstrucción.

-Además de esta fiscalización que está haciendo Océanos Azules al proceso de reconstrucción del gobierno ¿en qué está?

-Una tarea que nos tiene súper contentos es que iniciamos una escuela de formación política para jóvenes. Tenemos un grupo que comenzó hace aproximadamente un mes, una agenda de trabajo y un calendario de debates y charlas de distintos voceros y personas asociadas a Océanos Azules. Yo también voy a participar ahí junto a Pablo Ruíz-Tagle, en algunas clases que tienen que ver con democracia, ciudadanía y Estado de Derecho. De a poco, se han ido sumando más jóvenes y es una pequeña semilla, porque es pequeña por el momento, pero nos queremos abocar muchísimo al trabajo con jóvenes, que es lo que queremos que también hagan los distintos movimientos y partidos. Por otro lado, también nos queremos sumar al esfuerzo del gobierno en materia de reconstrucción y a la fiscalización de este proceso con distintos grupos que tenemos en regiones.

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