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Mapuches presos en la cárcel de Angol ceden y ponen fin a huelga de hambre

El ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet dio a conocer anoche un comunicado en el cual se indica que las gestiones realizadas para poner fin al ayuno concluyeron «satisfactoriamente». El vocero de los hueguistas Jorge Huenchullán dijo que «el acuerdo no es totalmente satisfactorio para el pueblo mapuche», pero que la medida fue adoptada tomando en consideración razones de carácter humanitario.


Los últimos diez mapuches que mantenían una huelga de hambre en la cárcel de Angol decidieron anoche poner fin al ayuno, anunciaron el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet y los representantes de los comuneros.

La medida fue adoptada después de intensas negociaciones llevadas a cabo en las últimas horas entre representantes del Ejecutivo y de los huelguistas.

Larroulet se reunió este viernes con los tres presos mapuches que estaban en huelga de hambre en la cárcel de Angol y con los siete que permanecen ingresados en el hospital de Victoria debido a su debilidad.

«Las gestiones realizadas tendentes a deponer la huelga de hambre han culminado satisfactoriamente», señaló el secretario de Estado al dar lectura a un comunicado que precisa que «esta decisión será compartida el próximo día 11 por todas las autoridades tradicionales del pueblo mapuche y la sociedad civil que ha acompañado esta preocupación».

Al respecto, el vocero mapuche Jorge Huenchullán señaló a Radio Bío Bío que «consideramos que algunos gestos del gobierno daban motivos para que nuestros hermanos depusieran la huelga».

Huenchullán agregó que aunque «el acuerdo no es totalmente satisfactorio para el pueblo mapuche», pero que la medida fue adoptada tomando en consideración razones de carácter humanitario.

Concluye así la huelga de hambre que un grupo de presos inició el pasado 12 de julio y a la que posteriormente se fueron sumando reclusos de otras cárceles del sur del país.

Los comuneros, que se consideran presos políticos, exigían que no se les aplicara la ley antiterrorista, no ser sometidos a un doble juicio en tribunales civiles y militares y que no se utilicen en sus juicios testigos sin rostro.

El anuncio del fin de la huelga de hambre coincide con el anuncio que hizo en Concepción el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, sobre el retiro por parte del gobierno de las denuncias presentadas contra comuneros bajo la ley antiterrrorista.

El proceso de recalificación de las querellas para que los mapuches sean procesados sólo por las normas penales comunes comenzó hace una semana, cuando 28 de un total de 38 comuneros que estaban en huelga de hambre accedieron a deponer la medida de fuerza.

Para resolver este conflicto, el gobierno echó mano de la mediación de la Iglesia católica, además de establecer una mesa de diálogo para tratar en profundidad las demandas del pueblo mapuche, integrado por unas 600.000 personas, el 3,5% de la población chilena.

Al respecto, el presidente Sebastián Piñera dijo el viernes que el gobierno desarrolla el llamado Plan Araucanía «para entregar las herramientas al pueblo mapuche para que pueda ponerse de pie y con su propio esfuerzo, talento y trabajo alcance niveles de progreso que hasta hoy día no ha conocido».

«La historia la vamos a cambiar, a partir de ahora vamos a dejar de dar la espalda a nuestros pueblos originarios», enfatizó Piñera.

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