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Bachelet vuelve a confundir a España con una República

Su lapsus llegó cuando se refirió a José Luis Rodríguez Zapatero como el presidente de la República española, cuando lo correcto es mencionarlo como el presidente del gobierno español. Esto, considerando que el país ibérico es en realidad una monarquía parlamentaria.


La ex presidenta y actual directora ejecutiva de ONU-Mujeres, Michelle Bachelet, volvió este lunes a caer en el mismo error que nueve meses atrás al confundir de nuevo a España con una República.

Lo hizo en una intervención con motivo de la reunión que celebró en el Congreso de los Diputados (Cámara Baja del Parlamento español) con miembros de las comisiones parlamentarias de Igualdad y Cooperación y en la que pidió a España que impulse el centro Mundial de Empoderamiento de la Mujer.

Su lapsus llegó cuando se refirió a José Luis Rodríguez Zapatero como el presidente de la República española.

En la misma confusión incurrió el 2 de septiembre de 2010, cuando en la ceremonia en la que fue investida doctora honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y en presencia de la entonces vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se dirigió a ella otorgándole el cargo de vicepresidenta de la República.

Michelle Bachelet no ha sido la única en caer en el error de cambiar en sus discursos la forma política del Estado español (una monarquía parlamentaria, en realidad), ya que hay antecedentes en los que representantes de otros países bautizan a España como una República.

Entre ellos, Jeb Bush, hermano del expresidente de Estados Unidos George W.Bush, quien en la visita que realizó a España en febrero de 2003 en su calidad de gobernador de Florida se dirigió a José María Aznar, entonces jefe del Ejecutivo, como «presidente de la República de España».

En septiembre de 2009 y durante otra visita a España, fue el presidente boliviano, Evo Morales, el protagonista de la equivocación.

Cayó en ella cuando en un desayuno informativo se dirigió al entonces ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, otorgándole el cargo de canciller de la República de España.

La confusión en la que incurrió Bachelet llegó un día después de otro tipo de equivocación con España, en este caso con su himno nacional.

El domingo, cuando el ciclista Alberto Contador aguardaba en lo más alto del podio tras su victoria en el Giro de Italia, el himno español sonó con la letra que en la etapa franquista escribió José María Pemán.

Contador ya tiene experiencia en estos errores porque en el año 2007, tras ganar el Tour de Francia, tuvo que escuchar el himno danés en lugar del español.

Muchos otros deportistas españoles pueden atestiguar también una retahíla de equivocaciones cuando se trata de hacer sonar el himno de España en homenaje a sus éxitos.

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