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Enrique Correa advierte a Bachelet que suponer que “los acuerdos son para mantener el statu quo es un error profundo”

El ex ministro sostiene que con el voto voluntario puede haber una abstención importante que puede “llegar a niveles críticos o puede darse espacio para terceras o cuartas fuerzas bastante menos consideradas con el sistema político, como ha ocurrido en algunos países de América Latina o como está ocurriendo en Italia con Beppe Grillo”.


El ex ministro socialista Enrique Correa concuerda con la necesidad de lograr una mayoría del sector en el Congreso para realizar los cambios políticos que impulsa Michelle Bachelet, pero le advierte que las transformaciones sólo serán posibles de realizar si se construyen grandes acuerdos y que suponer que estos son para mantener el statu quo “es un error profundo”.

En entrevista a El Mercurio, Correa se muestra confiado en que la abanderada del PS-PPD-IC-PC logrará el triunfo en las primarias del próximo 30 de junio y en que las demás fuerzas de la Nueva Mayoría convergerán posteriormente.

Respecto a cómo se podrían dar tales convergencias con visiones tan disímiles, el ex ministro precisó que la Concertación siempre supo convivir con visiones muy distintas y “las fórmulas del éxito de la Concertación ha sido heterogeneidad, intenso diálogo, tolerancia mutua, capacidad del jefe o jefa de Estado para decidir y voluntad de todos para ir detrás de esto”.

En ese sentido, estima que las primarias tienen un valor importante que una coalición democrática debe buscar y “mientras tengamos sistema binominal, con un mecanismo de participación muy relevante. La ex Presidenta estuvo a favor de las primarias presidenciales desde el comienzo, ese gesto debió haber sido imitado por todos los partidos. Debíamos haber elegido prácticamente a todos nuestros candidatos a diputados y senadores con ese mecanismo”.

Sin embargo, explica que la dificultad que tuvo la oposición para realizar primarias “nos va a pesar profundamente” y advierte que no es posible descartar que se pueda discutir una vez más una ley sobre primarias “para hacerlas más vinculantes y más obligatorias”.

Asimismo, resalta que la futura agenda estará dominada por el tema de la educación, ya que “no tengo recuerdo de un éxito tan grande de un movimiento social como el de los estudiantes. Y la educación empapa el resto. Es a partir de los nuevos desafíos que plantea la reforma educacional que se tendrá que discutir de nuevo la estructura tributaria. Además, el movimiento estudiantil ha tenido un respaldo inmenso de la clase media y es el movimiento de la clase media más relevante que recuerde”.

Y añade que el movimiento social de la clase media demuestra la necesidad de abrir el sistema político para que “gane nueva legitimidad en una sociedad que pugna por su ascenso social, por su dignidad en contra del abuso”.

“Por eso se hace más urgente que antes una reforma política que abra el sistema binominal y que genere los cambios constitucionales que correspondan. La demanda por incidir ha aumentado de manera inmensa y la oferta política sigue siendo estrecha por el sistema binominal y por las primarias discrecionales. Igual que en la economía: si la demanda crece y la oferta es escasa nos puede conducir —todavía tenemos una institucionalidad muy fuerte— a una crisis en un plazo no muy lejano”, sostuvo.

Y explica que la crisis se puede dar por la abstención que podría haber con el voto voluntario que pueden “llegar a niveles críticos o puede darse espacio para terceras o cuartas fuerzas bastante menos consideradas con el sistema político, como ha ocurrido en algunos países de América Latina o como está ocurriendo en Italia con Beppe Grillo”.

Sobre las reformas políticas que impulsa Bachelet, Correa explica que “una sociedad esté más viva no quiere decir que esté más a la izquierda. Vienen nuevas reformas que van a responder a profundas demandas sociales. Y si algunos opinan que se requiere una asamblea constituyente, están en su derecho a plantearlo, y los que no pensamos así tenemos también el derecho a levantar nuestros puntos de vista. Creo que la institucionalidad que tenemos permite llevar a cabo las reformas que se requieran”.

Desde esta perspectiva, expone que los cambios cuando son de mucha envergadura, requieren de la construcción de grandes mayorías y de grandes acuerdos. “Cuando Chile ha hecho converger los cambios con los acuerdos le ha ido bien. Pero cuando Chile ha transformado los cambios en materia de confrontación le ha ido mal. La voluntad de cambios y de acuerdos en la política real se unen en un todo indivisible. Para los acuerdos se requieren mayorías y para estas tareas la Presidenta pide mayorías en las dos cámaras del Parlamento, porque los gobiernos no negocian a partir de su debilidad sino que a partir de su propia fuerza”, explica.

Sobre las mayorías, Correa señala que estas fortalecen a un gobierno, pero “las reformas más profundas requieren más acuerdos para que sean sostenibles. Lo que no es posible es que desde la futura oposición se generen las condiciones para crear obstruccionismo para los cambios”.

Y agrega que actualmente el país cuenta con un sistema político bien afiatado, donde el Presidente propone las leyes que son discutidas en el Parlamento y “todos entienden que las leyes son mejores mientras más se incluyan las opiniones de todos los sectores políticos. Reitero que considerar los cambios como contrarios a los acuerdos es un simplismo”.

“Suponer que porque se tiene mayoría no hay que buscar acuerdos, o suponer que porque se quieren cambios no hay que buscar acuerdos, y suponer que los acuerdos son para mantener el status quo, son errores profundos. Lograr acuerdos para los cambios garantiza estabilidad. Precisamente porque requerimos cambios es que requerimos un clima de acuerdos en el país”, sostiene.

Además, le hace un guiño a la DC y rechaza la idea que de salir Claudio Orrego en tercer lugar en las primarias la falange resultaría humillada y no tendría espacios para presiones o amenazas de ningún tipo. “La DC es un partido muy relevante en la coalición. Nadie niega que el primer lugar lo tenga Bachelet. La competencia por el lugar es significativa, pero cualquiera sea el resultado, la DC y sus puntos de vista estarán en la coalición y, posteriormente, en el gobierno”, indicó.

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