«El gobierno insistirá en la presentación de acciones judiciales cada vez que se vean afectadas la integridad física y la vida de miles de personas, tal como ocurrió con la invocación de la ley que sanciona conductas terroristas por el atentado que afectó el domingo 13 de julio al metro de Santiago», sostuvieron las autoridades.
El Ministerio del Interior presentará este miércoles dos querellas por la colocación de artefactos explosivos que afectaron la madrugada del martes a la Iglesia de Santa Ana y a en las cercanías de un jardín infantil.
Ambos libelos serán presentados este miércoles en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago «por porte de artefacto explosivo prohibido».
Con estas dos presentaciones judiciales «el Ejecutivo enfrenta firmemente la acción delictual de individuos que intentan afectar la tranquilidad y seguridad de miles de personas».
«El gobierno insistirá en la presentación de acciones judiciales cada vez que se vean afectadas la integridad física y la vida de miles de personas, tal como ocurrió con la invocación de la ley que sanciona conductas terroristas por el atentado que afectó el domingo 13 de julio al metro de Santiago», precisó el comunicado.
Un atentado explosivo afectó la madrugada de este martes a una céntrica iglesia de la capital, cometido «en solidaridad» con dos anarquistas que están detenidos en España, acusados de detonar bombas en iglesias católicas.
Según la policía, dos bombas estallaron pasada la medianoche junto a la entrada principal de la Iglesia de Santa Ana, una antigua edificación declarada monumento histórico, situada en la esquina de las calles Catedral y San Martín.
«Nuestra acción insurreccional es un gesto solidario con los compañeros Francisco Solar y Mónica Caballero, detenidos en España», decía un panfleto dejado en el lugar por los autores del atentado.
Las bombas colocadas en la iglesia consistían en cilindros de gas rellenos de material explosivo, que estaban dentro de una mochila y fueron activadas con un mecanismo electrónico, según explicó a los periodistas el capitán de Carabineros Juan Rosales.
Más tarde, expertos en explosivos de carabineros alcanzaron a desactivar una bomba junto a un céntrico jardín de infantes en el sector céntrico de Santiago, encontrada por transeúntes que dieron aviso a la policía.
Los ocho niños que se encontraban en ese momento en la guardería fueron evacuados antes de que los expertos procedieran a neutralizar el artefacto.
