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Monja declara en calidad de inculpada por caso de adopciones irregulares

Monja declara en calidad de inculpada por caso de adopciones irregulares

Nuevas declaraciones vincularían a la religiosa con la investigación relacionada a los hechos registrados tanto en clínicas como en hospitales públicos entre los años 1970 y 1986.


En calidad de inculpada declaró la religiosa María Graciela Soto, investigada por su presunta responsabilidad en adopciones ilegales registradas en el Hospital Barros Luco desde fines de los años 70 hasta el año 1986.

El ministro en visita del caso, Mario Carroza, llegó hasta la casa de reposo en la que se encuentra María Graciela Soto, en la comuna de San Bernardo. En ese lugar, y con nuevos testimonios que vincularían a la monja con los hechos, le tomó declaraciones.

La mujer, que hoy tiene 93 años, admitió que no era la primera vez que era interrogada. Esto, ya que había presentado declaraciones durante 2003, ante el 18° Juzgado del Crimen de Santiago, por similares acusaciones.

El ministro Carroza, en declaraciones entregadas a Radio Bío Bío, aseguró que la causa judicial anterior contra la religiosa fue sobreseída, y destacó que en este interrogatorio hubo aportes de información.

El juez decidió interrogar a la religiosa, luego de recibir un informe del Servicio Médico Legal que descartó demencia senil.

Hasta el momento, las denuncias en esta investigación suman un total de 14, ya que se habrían sumado dos nuevas. Estas hacen referencia a partos donde se informaba a las madres que sus hijos habían nacido sin vida, pero en las que hay sospechas que fueron entregados a otras parejas.

En tanto, el abogado que representa a varias de esas parejas que habrían sufrido esta situación, Cristián Letelier, aseguró que son varias las madres que relacionan a la monja María Graciela Soto con los hechos. 

Los delitos descritos en la investigación, se habrían registrado  en las clínicas Santa María y Carolina Freire, y en los hospitales públicos de Chillán, San Borja Arriarán, Barros Luco y Luis Calvo Mackenna.

Además de la religiosa, entre los sospechosos también aparece el sacerdote Gerardo Joannon, quien habría cumplido el mismo rol de Sor María Graciela, pero en la clínica Santa María.

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