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El «petit comité» con que Bachelet  definió la «operación Don Francisco» Se mantuvo durante horas en el más estricto secreto

El «petit comité» con que Bachelet definió la «operación Don Francisco»

El inédito anuncio se decidió en una conversación a puertas cerradas entre la Presidenta Michelle Bachelet, su encargada de prensa Haydée Rojas y la jefa de gabinete Ana Lya Uriarte. El hermetismo inicial logró que no se filtrara nada a la prensa ni al resto de la administración bacheletista, lo que se consideró clave para que la carta que se iba a jugar la Mandataria –imponer su liderazgo– no se debilitara.


Cuando estaba terminando la entrevista de la Presidenta Michelle Bachelet con Don Francisco, en Canal 13, la noche del miércoles, en el Gobierno ya algunos advertían en privado que la «operación» político-comunicacional habían sido zanjada a puertas cerradas unas horas antes en una reservada reunión de la Mandataria con su, hoy, círculo de mayor confianza en La Moneda.

A las 14:30 horas de ayer miércoles, la Presidenta Bachelet se reunió con su jefa de gabinete, Ana Lya Uriarte (PS), y la jefa de prensa de Palacio, Haydée Rojas. Fue en esa instancia donde se definió que la Mandataria diera un golpe de timón público, aprovechando la entrevista que estaba pactada con Don Francisco.

Después del caso Caval, Uriarte ha adquirido influencia ante la Mandataria, ha generado un fuerte fiato, cercanía y confianza. Es más, en el oficialismo y en Palacio reconocen que «si la Presidenta quiere saber qué pasó realmente, le pregunta a ella», lo que refleja el poder que ha adquirido desde que fue ratificada en diciembre como jefa de gabinete presidencial.

En el caso de Rojas, la salida de la Secom de su ex directora, Paula Walker, le ha dado más cancha para poder aplicar su lógica y estrategia comunicacional que es contraria al secretismo que aplicaba con mano de hierro Walker.

«Ahí se decidió todo», esa fue «la conversación clave», recalcaron anoche varias voces desde el Gobierno, aunque nadie sabía hasta el momento quiénes habían integrado la reservada cita. Es que la «operación» Don Francisco se mantuvo por horas bajo siete llaves, en ese círculo de hierro de la Presidenta, logrando así que no se filtrara nada a la prensa ni al resto de la administración bacheletista, lo que se consideró clave para que la carta que se iba a jugar la Mandataria –imponer su liderazgo– no se debilitara.

Pasadas las 20:30 horas, Uriarte comenzó las llamadas a los ministros , pero el resto del Gobierno –incluidos asesores cercanos de los secretarios de Estado y subsecretarios– se enteró literalmente por la televisión.

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