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Senda explica por qué el gobierno está en contra de la despenalización de la marihuana

Senda explica por qué el gobierno está en contra de la despenalización de la marihuana

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«Todo lo que aumente la disponibilidad, se traduce irremediablemente en más consumo», sostuvo Mariano Montenegro, director de la entidad dependiente del Ministerio del Interior.


El director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Mariano Montenegro, dio las razones de por qué el gobierno no apoya al proyecto de ley que despenaliza el autocultivo de marihuana y permite su consumo privado con fines medicinales y recreativos.

«En Chile el consumo de marihuana es alto y tenemos que reducirlo. Por ello, todo lo que aumente la disponibilidad, se traduce irremediablemente en más consumo», sostuvo a La Tercera.

Ante la consulta de si es posible que la despenalización del autocultivo pueda eliminar los focos de ilegalidad y los problemas de microtráfico, Montenegro asegura que «esa es una hipótesis, es lo que dice una de las apuestas, pero lo que ha pasado en Colorado (estado de EE.UU.) es todo lo contrario: siguen comprando a los dealers en un 75% y subió el consumo en adolescentes, la tasa de accidentes por embriaguez cannábica y la criminalidad».

«Además, se recaudó un tercio de los impuestos que pensaron que iban a recaudar con la legalización. La verdad es que el problema de la marihuana en Chile es el consumo, no el tráfico ni el delito. Toda la política pública debe ser dirigida a reducir el consumo y este proyecto no contribuye a eso», acotó el director del Senda.

En Chile, dijo, «el 60% de los adolescentes que tenemos en tratamiento en Chile es por marihuana y entre los adultos es el 25%. En el otro 75% en tratamiento, que es principalmente cocaína y pasta base, lo acompaña casi en un 80% la marihuana como segunda droga. Es decir, la marihuana genera pacientes y el Estado está gastando más de $ 40 mil millones en tratar de rehabilitar personas con consumo problemático. Esto no ayuda, va en la dirección contraria».

De igual modo, afirmó que «tememos profundamente que se dispare el consumo, porque la curva ya está alta. Lo que empieza a pasar es que a la gente le va a costar entender que el Parlamento quiera más plantas y más disponibilidad de marihuana en las calles, porque, ¿quién controla las plantaciones, quién controla las seis plantas, quién dice que va a haber seis y no 10, 12, 25 ó 200. El nivel de control y fiscalización nuestro es bajo, tenemos dos sustancias, el alcohol y el tabaco, que son legales y que han provocado estragos en nuestra sociedad y por lo tanto hemos ido en el camino hacia la restricción, pero todavía no hemos sido capaces de controlarlas bien, porque están absolutamente disponibles. ¿Queremos que con marihuana pase lo mismo que con alcohol y tabaco? La gran amenaza es que nos vayamos hacia el escenario del alcohol y el tabaco, donde tenemos una triste historia y lamentables resultados».

«Con una disponibilidad de esta envergadura que se está abriendo, es especialmente riesgoso para niños y adolescentes vulnerables. Esta política además no favorece a los más postergados, porque cuando uno instala drogas, incluso alcohol y también la marihuana en poblaciones vulnerables, les restringe mucho las oportunidades. La gente se deteriora con mucha más facilidad, se hace adicta con mucha más facilidad y se arruina mucho más», concluyó.

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