En noviembre de 2014, un asesor de la senadora UDI le envió a Luis Felipe Moncada, presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros, “por especial encargo”, una propuesta de artículo respecto del jurel. El timonel de Asipes, imputado en el caso Corpesca y que renunció al gremio la semana pasada para dedicarse a su defensa en dicha investigación, le respondió el mail el día en que terminaba el plazo para incluir las indicaciones. Correo electrónico que está en manos del Ministerio Público –y al que tuvo acceso El Mostrador–, el cual, según un ex funcionario de confianza de la parlamentaria y el representante de los pequeños y medianos empresarios pesqueros, demuestra la relación fluida que existe entre el representante de la Industria y la actual candidata a la presidencia de la UDI.
Noviembre de 2014. En el Congreso Nacional se discutía una arista de la Ley de Pesca. Una iniciativa que ya venía de la Cámara y en la que algunos senadores estaban realizando indicaciones. Era un proyecto de ley donde se establece excepción para la pesca artesanal con línea de mano de jurel y que modifica la regulación de establecimiento de ampliación de régimen de áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos. Es decir, que los botes artesanales con un tamaño inferior a un largo de 12 metros pudiesen pescar jurel en una cuota de subsistencia para consumo humano. Esta iniciativa no le había gustado a la gran industria.
La senadora UDI Jacqueline Van Rysselberghe había solicitado, según los hitos de la tramitación de la ley, que la fecha tope para presentar indicaciones fuese el lunes 24 de aquel mes.
El viernes anterior a esa fecha, el 21 de noviembre, Juan Paulo Morales, jefe de gabinete de la parlamentaria gremialista, envió desde su cuenta personal de gmail, pasadas las 9 p. m., un mensaje al mail privado del presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), Luis Felipe Moncada. El asunto era “Indicación/Senadora van Rysselberghe” y donde le escribió “Estimado Luis Felipe: Por especial encargo de la senadora van Rysselberghe, adjunto documento con indicación al proyecto de Ley del Boletín Nº 9097-21”.
La indicación adjunta decía lo siguiente: “En el caso de aquellas pesquerías pelágicas pequeñas en que las especies constituyan una pesquería mixta y que se encuentren sometidas a un programa o plan de conformidad con el artículo 7º A, se podrá autorizar que la totalidad o un porcentaje de las capturas efectuadas en cualquiera de dichas especies sean imputadas en forma conjunta a la sumatoria de las cuotas globales que al efecto se establezcan. Para los efectos antes indicados, se permitirá el desembarque de los recursos previa calificación de estos”.
Para algunos actores de la pesca, una indicación que no tenía que ver con el jurel sino con la sardina y la anchoveta en la Región del Biobío. ¿La razón? Si bien Jacqueline Van Rysselberghe no menciona ninguna especie de forma concreta, el concepto “pesquerías pelágicas pequeñas” se refiere a sardina y anchoveta.
Luis Felipe Moncada, desde su cuenta personal, decidió responder el mismo día en que se terminaba el plazo para presentar indicaciones al jefe de gabinete de la senadora y con copia a la parlamentaria UDI. Era cerca del mediodía del lunes 24 de noviembre.
Luis Felipe Moncada envió su respuesta a las 11:44 a. m. En sus correos personales, Juan Paulo Morales y la propia senadora recibieron el mensaje. Aunque el asesor de la parlamentaria enviaría luego esa misma respuesta a los correos de Joel Chávez, funcionario de Van Rysselberghe, y al mail institucional de la senadora.
“Estimada Coca: El Art. de la LGPA en la letra f) se refiere al establecimiento de un porcentaje de desembarque de especies como fauna acompañante”. Así comienza el mail de Moncada en respuesta a la indicación que se le había enviado de parte de la senadora.
En el correo, de ocho párrafos, el presidente de Asipes le explica –como si fuese una asesoría– los alcances del artículo que existe en la ley y lo que propone parte de la indicación. “En los casos que la fauna acompañante se haya agotado y exista remanente sin captura de la cuota de la especie objetivo (en este caso la sardina), la Subsecretaría puede autorizar la continuidad de la operación en la región y organización correspondiente, autorizando a SERNAPESCA impute la captura de la especie minoritaria (la anchoveta) a la especie dominante, en una proporción de una es a tres, con un límite equivalente al 25% de la cuota global de captura fijada para la especia minoritaria. La indicación lo que hace es saltarse estos topes en negrita, que fue establecido para que no se pesquen al barrer y hasta su extinción las especies minoritarias. Si se pescan como si fueran una sola, puede terminarse con acabar la que en su momento sea minoritaria”, plantea el mandamás de Asipes.
[cita tipo= «destaque»]El viernes anterior a esa fecha, el 21 de noviembre, Juan Paulo Morales, jefe de gabinete de la parlamentaria gremialista, envió desde su cuenta personal de gmail, pasadas las 9 p. m., un mensaje al correo privado del presidente de Asipes, Luis Felipe Moncada. El asunto era “Indicación/Senadora van Rysselberghe” y donde le escribió “Estimado Luis Felipe: Por especial encargo de la senadora van Rysselberghe, adjunto documento con indicación al proyecto de Ley del Boletín Nº 9097-21”.[/cita]
El correo prosigue con el análisis de otra parte de la indicación de Van Rysselberghe. El presidente de Asipes afirma en su mail que “por otra parte, es efectivo que el Art. 7 A establece un programa de investigación que permite elaborar un plan de reducción del descarte, de 3 años de duración y que este no dice que la especie descartada se pueda traer a puerto, en vez de eliminarla, lo que sería favorable. Pero la indicación plantea autorizar que la totalidad o un porcentaje de las capturas efectuadas en cualquiera de dichas especies sean imputadas en forma conjunta a la sumatoria de las cuotas globales que se establezcan lo que es similar a lo que la ley indica pero no le pone topes de ninguna índole”, detalla Moncada.
Finalmente y antes de despedirse con “abrazos”, Luis Felipe Moncada hace un reparo. “Con un criterio de conservación, me da la impresión que de aprobarse la indicación se acabarían las cortapisas y se podría pescar haciendo tabla rasa de los porcentajes, lo que puede ser malo. Porque si pescamos la especie minoritaria hasta acabarla, y luego cambian las condiciones y la actual pase a futuro por una etapa de decaimiento, no tendríamos la especie que debiera en ese momento pasar a ser lo objetivo y reemplazarla. Hay en lo pedido un planteamiento que merece duda desde la conservación”, cuestionó el representante de Asipes.
El Mostrador llamó al menos nueve veces a la senadora Van Rysselberghe, sin tener una respuesta. Tras consultarle sobre este correo con el representante de los industriales pesqueros mediante WhatsApp, la senadora –quien por estos días está en campaña como candidata a presidenta en la elección de directiva de la Unión Demócrata Independiente (UDI), la que se realizará el próximo domingo– contestó lo siguiente: “Ese proyecto no tiene nada que ver con la pesca industrial, tenía q ver con los pescadores artesanales”. Ante la pregunta sobre por qué entonces el presidente de Asipes le enviaba correos a ella y a su jefe de gabinete respecto a esta indicación, no hubo respuesta.
Para la Asociación Gremial de Pequeños y Medianos Empresarios Pesqueros (Pymepes), el correo electrónico que está en manos de la Fiscalía Centro Norte debe ser investigado hasta las últimas consecuencias.
“Si ella le pedía opiniones a Luis Felipe Moncada para tomar decisiones de política pública estamos en graves problemas, porque ella tuvo un gasto reservado, el más alto que ha tenido un senador en la historia de la Región del Biobío. Tuvo aportes reservados de más de 300 millones ante el Servel. Si hay dineros pesqueros en la campaña de Jacqueline Van Rysselberghe no sería extraño. Lo que veo es que la senadora está en el cargo de presidenta de la Comisión de Pesca sin independencia, más bien con una dependencia directa, con un nexo directo hacia la Asipes, ya que no tiene libertad para tomar decisiones, para formarse una opinión y emitir un voto o presentar una indicación. Lo hace consultando a la industria pesquera. Este correo puede ser la pequeña punta del iceberg”, afirma Alfredo Irarrázaval, gerente general del gremio.
El reproche de Moncada en noviembre de 2014, al parecer, meses después tuvo efecto. La indicación siguió tramitándose en el Congreso, pero el 31 de marzo de 2015, a horas de que abandonara la presidencia de la Comisión de Pesca, la senadora declaró inadmisibles varias indicaciones presentadas al proyecto, incluida la suya, echando pie atrás a lo que había presentado y argumentando, en cuanto a que se trata “de materias de iniciativa legal exclusiva del Presidente de la República, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 65, inciso tercero, de la Carta Fundamental”. La inadmisibilidad de dicha indicación fue resistida por los senadores de la Nueva Mayoría al interior de la comisión, entre ellos, Carolina Goic, Rabindranath Quinteros y Adriana Muñoz, quienes apelaron al reglamento de la Corporación y pusieron nuevamente en votación la norma, la que finalmente aprueban.
Jacqueline Van Rysselberghe insiste y retira su indicación. Sin embargo, dicha indicación, que había presentado la senadora UDI y que beneficiaría a los artesanales, tenía una indicación gemela, incluida por el senador del MAS Alejandro Navarro. De esta forma, y pese a la retirada de la parlamentaria gremialista, la iniciativa sigue con vida y llega hasta la sala del Senado para concluir con su segundo trámite constitucional, entrando de todas formas al cuerpo legal.
«Queda en evidencia cómo la opinión de la Asipes y sus intereses industriales pesan más que las convicciones de una senadora, que cambia de opinión en 180 grados, incluso opera políticamente para destruir la indicación que ella misma promovió. Esta indicación se convierte en ley porque Navarro presentó la misma indicación y en la Comisión no aceptaron los vetos de Van Rysselberghe”, asegura el gerente general de Pymepes, Alfredo Irarrázaval.
Consultado por la respuesta de la senadora a El Mostrador respecto del correo, el representante de Pymepes asegura que la indicación de Van Rysselberghe “beneficia a los artesanales pero también a los industriales, porque todos los pescadores de sardinas y anchoveta trabajan para la Asipes, porque la Asipes es la única que tiene las plantas que hacen harina de pescado. Y de la sardina y anchoveta se hace harina en casi un 100%. Toda esa pesquería va a la actividad de harina de pescado y aceite. Pueden decir que esto beneficia a los pescadores, pero aquí el tema no es quién pesca sino quién procesa y para qué lo hace y eso permite que Asipes tenga control en la región”.
Dentro de los correos entre el presidente de Asipes y la senadora UDI, aparece copiado el mail de Joel Chávez, conductor de la senadora desde marzo de 2014 hasta marzo de 2015. El ahora ex funcionario de la familia Van Rysselberghe, declaró como imputado en agosto de este año ante la fiscal Ximena Chong por la emisión de facturas y boletas falsas por 9 millones de pesos. Según Chávez, por petición de la senadora.
Quien fuera secretario de la ex Intendenta del Biobío asegura además que conoció a Luis Felipe Moncada cuando este se habría encargado del tema financiero de la campaña de Jacqueline Van Rysselberghe, como alcaldesa de Concepción, en el año 2000. Joel Chávez, trabajó además en la Cámara de Diputados con el padre de la actual senadora y habría estado cerca de 15 años directa o indirectamente vinculado a la también ex alcaldesa.
Consultado por El Mostrador, Joel Chávez no desconoce los correos y asegura que está dentro de esas conversaciones entre Moncada, el jefe de gabinete de Van Rysselberghe y la senadora, porque era él quien finalmente ingresaba la indicación a la respectiva comisión. “Yo las tenía que firmar, enviar y presentar la indicación en el Congreso. Todas las indicaciones de la Ley de Pesca o de otras leyes me las mandaba, las imprimía y firmaba para presentarla a la secretaria”, afirma.
Chávez plantea que la relación entre el representante de Asipes y Jacqueline Van Rysselberghe era muy cercana y que eso se reflejaba en cómo Moncada se paseaba por el Congreso y almorzaba de forma privada con la senadora, pese a que ella era presidenta de la Comisión de Pesca y él presidente del gremio industrial. “Respecto a las visitas que hacía al Senado cuando ella era presidenta de la comisión, lo que yo viví, es que pedía que le reservara una mesa en el comedor de arriba, donde ellos tomaban un café y después almorzaban en el piso 15 del Congreso a puertas cerradas. Él llegaba directamente al piso de la UDI y entraba directamente a la oficina de los senadores y terminaba almorzando con ella”, asegura Chávez.
Joel Chávez agrega que participó en la parte operativa de la campaña senatorial de 2013. Respecto al financiamiento de campaña, el ex ayudante de la senadora es categórico respecto al método para recibir dineros y justificar gastos. “Siempre supe que había financiamiento, por el tema de los llamados entre ellos. Hablaban de leyes, de suspender comisiones. Eso es lo que yo presencié. Me tocó llevar facturas para solicitar dinero y después retirar los cheques, pero son empresas chicas de acá de Concepción. Y también me tocó pedir facturas para justificar gastos para el Servel. Ahí firmé yo. El administrador, que era el esposo de ella, decía que necesitaba boletas para justificar gastos y que me iban a pedir a mí y otras personas emitir esas boletas”, asegura el ex colaborador de Van Rysselberghe.
Un escenario que critica el presidente de Pymepes, quien plantea que nunca pudieron dar sus puntos de vista a la senadora. “Si entre Jacqueline Van Rysselberghe y Luis Felipe Moncada existía un trato directo es porque son del mismo partido, porque cenan juntos, porque tenían una relación estrecha de amistad y que influía en las posiciones que utilizaba la senadora dentro del Congreso para votar normas que podían perjudicar o beneficiar a los actores del sector. Me parece que hay un conflicto ético de interés flagrante. Nunca hemos tenido la oportunidad de influir en una legislación pesquera como los grandes empresarios y es porque no hemos financiado nunca una campaña política, ni una paloma de concejales o alcaldes, como sí lo ha hecho Asipes. Es por eso que nos preocupa que la relación entre un parlamentario determinado y los empresarios de nuestro país se esté evidenciando de esta forma”, asegura Alfredo Irarrázaval.
Consultados por este escenario y el correo electrónico que envió el ahora renunciado presidente de Asipes, Luis Felipe Moncada, en la agrupación gremial de los industriales declinaron referirse al tema.