» No conocemos ningún fundamento, ninguna razón técnica que amerite crear un ente estatal nuevo para administrar los fondos de pensiones. Solamente subyace un argumento ideológico de no destinar recursos a las actuales administradoras», dijo el diputado Patricio Melero.
La UDI no tardó en salir a torpedear los proyectos de reforma previsional que firmó la tarde de este jueves la Presidenta Michelle Bachelet. El senador Hernán Larraín y el diputado Patricio Melero ofrecieron una conferencia de prensa sólo minutos después que la jefa de Estado encabezara en el Palacio de La Moneda la rúbrica de las iniciativas que seran enviadas al Parlamento y que crean un nuevo sistema de ahorro colectivo que se financiará con una cotización adicional del 5% de cargo del empleador y que será administrado por una institución estatal.
«Hoy día, este 5,0% adicional de cotizaciones está obligatoriamente manejado por un ente estatal cuya idoneidad no nos consta ni está garantizada, pero que al revés, ofrece restricciones a la libertad de los trabajadores. La Presidenta no tiene confianza en los trabajadores, la Presidenta le quita un porcentaje del aumento de las cotizaciones a los trabajadores, la Presidenta sólo cree en el Estado y en la mirada ideológica», dijo Larraín.
Y agregó que «nos parece curioso, por no decir lamentable, que el gobierno no crea en los trabajadores y en su libertad de elegir, y les obligue a instalar sus ahorros, los nuevos en un ente estatal. Eso nos parece también inaceptable. Son los trabajadores los que deben elegir dónde colocan sus ahorros previsionales, quién les debe administrar sus fondos».
Melero, por su parte, enfatizó que «esta es una reforma regresiva porque la van a terminar pagando los trabajadores con contrato para financiar las pensiones de los futuros jubilados, y es regresivo porque le va a quitar el 40 por ciento de la cotización de cinco puntos no para su cuenta individual, sino que para hacer solidaridad con lo que no tienen suficientes cotizaciones o pensiones muy bajas. El concepto está bien, pero el problema es que va por el camino de meter la mano del futuro jubilado en vez de hacerlo desde el bolsillo del Estado. Una mala solución que va también a tener impacto en las cotizaciones que a futuro se vayan generando».
Y concluyó: «La solidaridad se hace con las arcas generales de la nación, con los impuestos que pagamos todos los chilenos y no en esta suerte de impuesto al trabajo que se le hace al quitarlo del bolsillo del trabajador.Se opta por el camino de crear un nuevo ente estatal para administrar este ahorro colectivo. No conocemos ningún fundamento, ninguna razón técnica que amerite crear un ente estatal nuevo para administrar los fondos de pensiones. Solamente subyace un argumento ideológico de no destinar recursos a las actuales administradoras; pero esa es una visión no técnica, es una visión ideológica que el gobierno tendrá que demostrar por qué lo hace».
