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En Chile, en una señal de Estado, el Presidente Sebastián Piñera, acompañado por ministros, legisladores y el Poder Judicial, siguen desde el Palacio de La Moneda la sentencia de los 15 jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). La ciudadanía espera con expectación: 49% cree habrá un fallo dividido y un 41% estiman que el tribunal se manifestará a favor de Chile, señala la encuesta Cadem. Se prevé que la lectura se extienda entre 70 y 90 minutos, con un extracto de los párrafos más importantes. [NOTICIA EN DESARROLLO]
Llegó el Día D. A partir de las 10:00 (hora de Chile), la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya se pronunciará sobre la demanda de Bolivia presentada en 2013 que busca obligar a Chile a negociar un acuerdo que le otorgue eventualmente un acceso soberano al Océano Pacífico.
Se prevé que la lectura del fallo se extienda entre 70 y 90 minutos. La sentencia emitida por los 15 jueces del tribunal (incluyendo los dos ad hoc) no se leerá en su totalidad, sino un extracto de los párrafos más importantes.
Las horas previas han estado marcadas por el optimismo de la delegación boliviana, encabezada por el Presidente Evo Morales, y la cautela chilena que optó por no enviar a la ciudad holandesa al canciller Roberto Ampuero, quien se quedó en Chile para seguir junto al Presidente Sebastián Piñera la lectura del fallo y afinar en conjunto la reacción de Gobierno una vez conocidos los alcances de la sentencia.
En una señal de Estado, el Mandatario está acompañado por ministros, legisladores y el Poder Judicial. El sábado, el Mandatario visitó Antofagasta, donde reiteró la validez de los argumentos de Chile en este juicio y que básicamente apuntan a que todos los temas fronterizos con Bolivia fueron resueltos de forma clara y categórica en el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que ambos países firmaron en forma libre y voluntaria, y que se encuentra plenamente vigente. Otra idea fuerza es que el Gobierno ha señalado que el territorio soberano está resguardado y no será parte de negociación alguna.
A nivel de la ciudadanía, la encuesta Cadem conocida hoy revela que un 49% cree habrá un fallo dividido y un 41% estiman que el tribunal se manifestará a favor de Chile. Este último dato es relevante si se considera que es 11 puntos más que en febrero de este año y 15 puntos más en relación a las expectativas sobre el diferendo con Perú. En cambio, sólo un 7% cree que el fallo será favorable para Bolivia.
Por otro lado, un 52% cree que en el escenario de que Chile pierda el fallo de La Haya el Presidente Piñera no debería respetarlo. Por su parte, un 43% cree que Chile sí debiese acatar el fallo y negociar con Bolivia una salida soberana al mar.
La delegación de Chile en La Haya estará encabezada por el agente ante la CIJ, Claudio Grossman, quien restó importancia a la ausencia del canciller Ampuero en la ciudad holandesa. «Lo extraordinario es que venga alguien que no sea el agente», indicó, recordando que, en la lectura de un fallo anterior de la CIJ en 2014, por el litigio entre Chile y Perú, tampoco acudió ningún ministro del Gobierno.
Grossman aseguró que está «muy tranquilo» porque el Tratado de 1904, que se firmó tras la Guerra del Pacífico y fijó las fronteras entre ambos países, «estableció el dominio a perpetuidad de los territorios disputados».
«Nosotros ya hemos planteado que, desde el punto de vista del derecho internacional, no hay obligación de resultado y esperamos la aplicación del derecho internacional por (parte de) la CIJ», añadió Grossman, quien está acompañado por el embajador de Chile en Estados Unidos, Alfonso Silva Navarro, y la embajadora en Holanda, María Teresa Infante, como coagentes.
Por el lado de Bolivia, hay optimismo. El Presidente Evo Morales expresó su seguridad de que «habrá buenas noticias para todos los bolivianos», dijo en un mensaje de video colgado en Twitter.
La comitiva boliviana además está integrada por el canciller Diego Pary, el ministro de Justicia Héctor Arce, y la ministra de Comunicación Gisela López.
En términos parecidos se mostró el embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José Alberto Gonzales, que explicó que su delegación tiene «mucho optimismo» y que van «a respetar el fallo» sea cual sea el resultado.
«Tenemos la certeza de que, cuando se conozca el contenido, haremos todos los esfuerzos para que el fallo se ejecute», dijo Gonzales ante los periodistas concentrados en el hotel de la delegación boliviana.
El embajador añadió que encaran la jornada de mañana de forma «paciente y serena» y negó que exista una sensación de «triunfalismo» en su comitiva.
Bolivia asegura que la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio, a finales del siglo XIX tras la guerra del Pacífico, le ha supuesto un obstáculo para su desarrollo económico. La Paz basa parte de sus argumentos jurídicos en que Santiago ha accedido a discutir el tema marítimo en varias ocasiones a lo largo de los últimos cien años. Esos diálogos, aunque infructuosos, le habrían ocasionado a Chile una obligación de seguir negociando, según el país altiplánico.
La demanda boliviana apunta básicamente a que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia en orden a alcanzar un acuerdo que les otorgue un acceso totalmente soberano al Océano Pacífico; que Chile ha violado esa obligación; y que Chile debe llevar a cabo esa obligación de buena fe, formal y prontamente, dentro de un tiempo razonable y en forma efectiva.
Los escenarios posibles son que la CIJ determine que no hay obligación a negociar por parte de Chile; que Chile está obligado a negociar y que se debe llegar a un acceso al mar con soberanía; o que inste a ambos países a retomar conversaciones y/o negociaciones como “países vecinos”.
En este punto, desde Chile se argumenta que la CIJ ya estableció en 2015 en el fallo de las objeciones preliminares que en caso de que obligase a Chile a entablar conversaciones con Bolivia, el tribunal no determinaría el resultado de las negociaciones.
