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La carta de los nueve desata guerra fraticida en la DC PAÍS

La carta de los nueve desata guerra fraticida en la DC

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Raúl Espina
Por : Raúl Espina Periodista de El Mostrador
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Aprobar o Rechazar la nueva Constitución. Ese es el dilema que ha provocado una enorme crisis interna en la Democracia Cristiana, después de que nueve expresidentes del partido, encabezados por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, solicitaran «libertad de acción» para sus militantes de cara al plebiscito de salida, lo cual fue considerado como un hecho «abominable», un «asco ético» y «vomitivo políticamente», según comentarios de partidarios falangistas, expresados en una cadena de correos electrónicos, usados como campo de batalla. No obstante, será el próximo 6 de julio cuando la Junta Nacional de la DC tomará una postura definitiva en torno al proceso constituyente, en el contexto de un conglomerado que por estos días se encuentra profundamente dividido y extraviado.


La -hasta ahora- incierta decisión colectiva de la Democracia Cristiana sobre aprobar o rechazar el texto de Nueva Constitución en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre, ha provocado una guerra fraticida en su interior, desnudando el problema de fondo del partido: la ausencia de un proyecto político. En este momento la falange se encuentra dividida, y sumergida en un dilema difícil de dilucidar: cerrar las puertas al cambio constitucional, siguiendo la lógica que han promovido los senadores Matías Walker y Ximena Rincón, lo que significaría dar un paso definitivo hacia la derecha; o bien decantarse por la opción del Apruebo, bajo el liderazgo del también senador Francisco Huenchumilla y el propio presidente del partido, Felipe Delpin, entre otras figuras.

Hace dos semanas, sus militantes decidieron adelantar en diez días la Junta Nacional en la que el conglomerado tomará finalmente la resolución sobre su postura frente al proceso constituyente, la cual se realizará el próximo miércoles 6 de julio, debido a que el Servicio Electoral (Servel) determinó que entre el 5 y 6 del próximo mes se abrirá el proceso de inscripciones para que los partidos políticos participen en la campaña para el plebiscito de salida que votará la nueva Constitución.

Pero la polémica escaló este jueves, cuando nueve expresidentes de la colectividad, enviaron una carta dirigida a la mesa directiva del partido, solicitando libertad de acción para sus militantes, descartando la opción de que se emita una opinión partidaria sobre la nueva Constitución, respaldando una idea que la propia senadora Rincón había manifestado hace ya un tiempo. Entre los firmantes de la misiva estaban el ex Presidente de la República Eduardo Frei, además de los ex timoneles Carolina Goic, Enrique Krauss, Alejandro Foxley, Ricardo Hormazábal, Fuad Chahín, Juan Carlos Latorre, Ignacio Walker y Andrés Zaldívar.

“Orgullosos de la historia de la Democracia Cristiana, conscientes de los errores cometidos y convencidos de que nuestro partido tiene mucho que aportar en el presente y futuro, venimos en solicitar que se acuerde libertad de acción de los militantes”, manifestaron los expresidentes, generando una rápida reacción por parte de la directiva presidida por el alcalde de La Granja, Felipe Delpin. Con un mensaje en torno a la unidad y la templanza, a través de una carta abierta, el grupo del actual presidente de la DC hizo un llamado a «combatir el miedo» y a superar lo que a su juicio, es una encrucijada histórica respecto de si aprobar o rechazar la nueva Constitución.

En esta misiva instaron también a sus militantes a salir de la «irrelevancia política en la que hemos caído en los últimos años», donde creen es crucial tomar una posición como conglomerado, donde el propio Delpin manifestó hace unos días que «a la DC le haría mucho daño optar por el Rechazo». En ese sentido, desde la directiva falangista buscan dirigirse al «corazón de la militancia», instaurando un relato que supere a los poderes fácticos históricamente asociados al status quo o ahora ligados a la opción del Rechazo. Al respecto, agregaron que «en esta hora definitiva, invitamos a nuestros camaradas a imitar el ejemplo de nuestros padres fundadores, creer en su partido antes que la realidad histórica nos supere, alentar la democracia interna establecida y desafiar el status quo largamente imperante».

Una de las figuras de la falange que se ha atrevido a hacer pública su posición con respecto al proceso constituyente, el senador Francisco Huenchumilla, rechazó con vehemencia la postura de los expresidentes del partido, planteando la hipótesis de que «determinados sectores de la DC estén por rechazar, y una libertad de acción les permitiría pasar colados, al costo de hipotecar para siempre la poca credibilidad que, supongo, aún nos puede ir quedando. Una cuestión a mi juicio impresentable, pues le estaría haciendo el juego a la derecha. Porque objetivamente, una decisión de libertad de acción de la DC es un punto a favor del Rechazo».

El parlamentario por la región de La Araucanía aseguró que «llegó la hora de la verdad», y que la falange debe inclinarse por una de las dos alternativas. En ese sentido, cree que sería favorable al debate que cada uno de los ex timoneles firmantes sincerara su opción y dijera públicamente si está por el Apruebo o por el Rechazo, lo que a su juicio sería beneficioso para la militancia y la opinión pública.

Por su parte, el abogado, exsecretario de la Comisión de Ética del partido y asesor de la excandidata presidencial Yasna Provoste, Luis Eduardo Thayer Morel, expresó su sorpresa y molestia con la decisión de los ex timoneles. «Sinceramente, no puedo creer cómo nueve expresidentes se reúnan para dirigirse a la directiva y pedirle que el partido político en el que militamos niegue su democracia interna con el fin de que no emita opinión partidaria frente a un acto político tan esencial para Chile como aprobar o rechazar la nueva Constitución que propone un Estado social de derecho y pone fin al Estado neoliberal«, apuntó Thayer, agregando que las exautoridades tienen «mas que nadie» el deber moral de orientar dando abiertamente su opinión en torno al plebiscito de salida.

La notoria molestia que devela irreparables fracturas internas

En una cadena de correos electrónicos entre militantes de la DC, los llamados «camaradas» manifestaron su repudio y evidente malestar a la carta publicada por los expresidentes del partido, considerando el hecho como un «asco ético y vomitivo políticamente». Uno de los participantes en dicho diálogo electrónico, lo consideró como algo «abominable», exigiendo «juicio Público en la Plaza de la Constitución en masa… por traición a la Patria y a la Ciudadanía: EL PUEBLO».

Otra de las opiniones hacía alusión a que «sólo faltó agregar»  a los expresidentes falangistas, Gutenberg Martínez y Soledad Alvear. «Abominables: ¡superaron a los «Amarillos por Chile»! Excelso ejemplo de unos «fariseos del Templo», y con unos totalmente cínicos «mea culpas»… anticristianos», sentenciaba una de las duras críticas que provocó que otro de los involucrados solicitara que se le excluyera de este tipo de correos, a razón de que «no corresponden a la fraternidad democrática» en la que se formó.

El ex ministro del Interior de Bachelet Belisario Velasco y exsubsecretario de la misma cartera de Aylwin y Frei salió rápidamente a rechazar las descalificaciones en contra de los expresidentes del partido. «Los expresidentes de la República fueron marginados públicamente de la primera lista de invitados a la entrega de la propuesta de Constitución, habiendo
sido ellos primeros ciudadanos de Chile, República Democrática y Unitaria. Me preocupa el tono amenazante y agresivo entre nuestros camaradas. La libertad de conciencia ha sido un valor histórico de la Democracia Cristiana».

Estos comentarios son evidencia de una fractura interna profunda, en medio de un complejo momento que según sus propios militantes se ha agudizado con el proceso constituyente, provocando una polarización entre quienes apoyan el Apruebo, y quienes públicamente han manifestado sus reparos a la propuesta de nueva Constitución. La decisión de los ex timoneles de ir en contra de la voluntad de su propio partido, que ha convocado a una consulta interna para resolver de forma mancomunada su postura de cara al plebiscito de salida, ha despertado una serie de reacciones, tensionando aún más la convivencia al interior de un conglomerado que permanece en un limbo entre el oficialismo y la oposición, entre el Apruebo y el Rechazo, y tal como lo reconocen desde su propia directiva, entre el pasado y el futuro.

Según da cuenta el analista político de El Mostrador, Germán Silva Cuadra, hasta el momento, la DC tiene al 60% de sus profesionales por el Rechazo, a sus parlamentarios divididos en partes iguales, a su directiva apoyando el Apruebo, pero con temor a dar el paso. Sin embargo, según advierte Silva Cuadra, «todo pareciera apuntar a que terminarán, más que sumándose al Rechazo, dando un peligroso e irreversible paso a la derecha. Hoy el relato de los Walker-Rincón no se diferencia en nada al de RN, la UDI e incluso algunos republicanos. Y pareciera que el peso de ese sector es muy fuerte, o bien el silencio de los otros –salvo un jugado Huenchumilla– es muy simbólico».

Todo se decidirá el próximo 6 de julio, cuando a pesar del llamado al «libre albedrío» por parte de los nueve expresidentes de la colectividad, la Junta Nacional de la falange se reúna para tomar una decisión con respecto a si aprobará o rechazará la propuesta de nueva Constitución, tan solo dos días después del cierre oficial del proceso constituyente. Una resolución que podría ser determinante en el futuro de un partido que intentará resolver sus focos de conflicto interno, con posturas que parecen ser irreconciliables, en la búsqueda de un proyecto político que sustente su accionar.

Al respecto, el timonel de la colectividad, Felipe Delpin, señaló que es de «absoluta trascendencia el tomar una decisión clara, definitiva y que le diga al país cuál es la postura de la DC». El alcalde de la Granja agregó que no deben temerle al debate, ni a lo que expresen democráticamente las bases del partido, apuntando a que «si no tomamos una decisión, ya sea Apruebo o Rechazo, estaremos en la absoluta intrascendencia, seremos un partido que desaparece de la política nacional».

 

 

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