Tres meses han pasado desde que el Gobierno desistió del nombramiento –que había realizado en abril– de Andreas Pierotic Mendía como embajador de Chile en China. Desde entonces, el puesto se mantiene vacante. Incomprensible, por decir lo menos, siendo una de las embajadas más importantes y estratégicas para nuestro país. No olvidemos que el gigante asiático es la segunda economía mundial y nuestro principal socio comercial.
La página web de la embajada de Chile en China lo dice todo. En portada aún figura una fotografía del exembajador chileno en China, Luis Schmidt, representante de la administración de Sebastián Piñera, y la noticia que ilustra la portada trata de una actividad que ocurrió hace casi un año. Es de esperar que las relaciones con nuestro principal socio comercial (40% de las exportaciones se van a China) no estén tan descuidadas como lo está la cara digital de la embajada en Beijing.
La teleserie por encontrar un representante de Chile en China partió en abril con el flamante anuncio de la designación como nuevo embajador chileno en dicho país, por parte del Presidente Boric, del abogado de la U. de Chile Andreas Pierotic Mendía, de 38 años. Un candidato que, por currículum y por ser un conocedor y admirador de la cultura y economía chinas, podía “funcar”.
A eso sumaba el haber vivido y estudiado en China, además de hablar chino mandarín. Sin embargo, a pocos días de asumir el cargo (en julio pasado) y cuando China ya había concedido el agreement, el Gobierno de Chile decidió declinar su nombramiento debido a acusaciones de maltrato, por parte de su hermana Tania Pierotic, y el vínculo comercial que tiene con el exyerno de Joaquín Lavín, Isaac Givovich. Según un reportaje de Radio Bío-Bío, en 2013, Givovich fue acusado en el país asiático de estafa y apropiación indebida de cerca de $400 millones.
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Es así como Chile aún no ha presentado un nombre para suceder a Schmidt, que dejó su cargo el 10 de marzo pasado. Insólito, por decir lo menos, porque en la práctica Chile y China son socios y amigos, además de tener una fructífera historia bilateral. Chile fue el primer país sudamericano que estableció relaciones diplomáticas con China y que lo reconoció como un solo país. Chile ayudó a validar al gigante asiático como una economía social de mercado. Igualmente, nuestro país ayudó a China a ingresar en la Organización Mundial de Comercio, lo cual fue bastante difícil. Y, por último, fue Chile el primer país con el que China suscribió un tratado de libre comercio.
Por ello, es extraño que a casi 8 meses de Gobierno aún no haya un representante en Beijing.