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La Serena: las urgencia de gestionar el patrimonio arquitectónico en una de las ciudades más antiguas y turísticas del país Turismo

La Serena: las urgencia de gestionar el patrimonio arquitectónico en una de las ciudades más antiguas y turísticas del país

Liderando los distintos rankings de ciudades más elegidas para turistear, La Serena se eleva en todos los podios. Junto a su extensa Avenida del Mar, ofrece una arquitectura neocolonial con una paleta de colores que se transformó en un símbolo local. En 1981, se declaró Zona Típica una manzana protegida por diversas normativas de resguardo arquitectónico y la zona convive entre la conservación del patrimonio y la fragilidad de una construcción de larga data. Calles angostas, un sistema de transporte público que “no existe”, falta de ciclovías y otros desafíos de la ciudad papayera en una entrevista con un especialista en el tema.


En distintas oportunidades, como el Barómetro Marca Ciudad (edición 2013), La Serena ha sido catalogada como “una de las mejores ciudades para visitar en temporada estival”, “mejor ciudad destino turístico” y otras denominaciones. Su Avenida del Mar y su cercanía al Valle del Elqui, con su turismo patrimonial, pisquero y aventurero, la vuelven un paso obligatorio para turistas nacionales y extranjeros.

Pero colmado de casas al borde del derrumbe, paredes a medio pintar o con garabatos realizados sin fines artísticos, el centro de La Serena como vitrina muestra una ciudad que parece a la espera de transformaciones en cuanto a la seguridad -vial y arquitectónica- y estética.

“Es urgente tener un modelo de gestión de patrimonio de la Zona Típica, un plan de gestión del valor patrimonial porque hasta ahora ha sido visto más como un limitante que un valor o potencial al cual sacar provecho”, asevera Alejandro Orellana, doctor en Arquitectura y director del Departamento de Arquitectura de la Universidad de La Serena.

Para el municipio y desarrollo urbano, explica el académico que participó en espacios de deliberación vinculados al casco histórico de La Serena, “siempre ha sido un problema la zona típica”.

“No ha habido una iniciativa integral, y eso es lo que falta, también a nivel cultural: ver en la zona una oportunidad para la puesta en valor”, afirma.

Desafíos y oportunidades del casco histórico

El Centro Histórico de La Serena se ubica entre las calles Videla y Almagro por el norte, Alameda por el sur, Pedro Pablo Muñoz por el oeste y las calles Vicuña y Zorrilla por el este. Independiente de la zona de la cual provenga, todo turista visitó alguna de esas estrechas calles en las que se ven amplias y frágiles casonas de techos altos con una paleta de colores distintiva.

Es en el mismo casco histórico que se ubica la Zona Típica, una manzana declarada así el 12 de febrero de 1981 por el Ministerio de Educación y cuya data de construcción remite hacia 1544, con algunas destrucciones y nuevas construcciones entre medio.

Foto: Consejo de Monumentos Nacionales

De acuerdo con la definición de la Dirección de Turismo y Patrimonio de La Serena, “las zonas típicas son agrupaciones de bienes inmuebles urbanos o rurales que forman una unidad de asentamientos representativos de una comunidad humana y que destacan por su unidad estilística, su materialidad o técnicas constructivas; que tienen interés artístico arquitectónico, urbanístico y social y conforman una unidad paisajística con características ambientales propias, que definen y otorgan identidad referencia histórica y urbana en una localidad, poblado o ciudad”.

-¿Qué se puede decir acerca de las normas del tratamiento arquitectónico del casco histórico?

-Las normas que resguardan la protección del casco histórico de La Serena son tipos que se superponen: Hay edificios que están declarados monumentos históricos por legislación nacional (definidos por el Consejo de Monumentos Nacionales bajo la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales) que tienen relación con iglesias, residencias, edificios con valor histórico o arquitectónico, y también hay lugares de memoria, pero esa es una categoría.

Dentro de esa categoría está la de Zona Típica, que no protege un inmueble, protege un área de la ciudad que involucra espacios construidos, inmuebles y espacios públicos, es un polígono donde aplican una serie de restricciones: hay normas específicas para la intervención. Si la ejecuto tengo que pedir permiso en la municipalidad y además al el Consejo de Monumentos Nacionales. También intervienen inmuebles de conservación histórica (ICH) y zonas de conservación histórica (a través del municipio), normativa local que es menos estricta que la nacional.

Según explica el especialista local, en la ciudad confluyen las cuatro figuras normativas relativas a las zonas de conservación histórica. Y el Casco Histórico y la Zona Típica coinciden en lo que configura como el centro de La Serena.

Tras la fundación de la ciudad de Santiago, Pedro de Valdivia quiso consolidar su conquista a través de la mantención de un contacto permanente con el Virreinato del Perú y necesitó avanzar hacia el norte en búsqueda de un lugar donde sus tropas pudieran descansar y alimentarse: así nació la ciudad de La Serena, la segunda más antigua de Chile, fundada el 4 de septiembre de 1544 según información de la municipalidad. Su Zona Típica, por otro lado, es una de las más antiguas y grandes del país, lo que a juicio del doctor en Arquitectura “la hace más compleja”.

-Por un lado está el resguardo del patrimonio histórico y por otro, el derecho a la vivienda digna de quienes habitan la Zona Típica ¿Cómo conviven estas dos cuestiones?

-La gestión de la zona es una de las más complejas de Chile porque es el centro de la ciudad entonces se concentran, valga la redundancia, la mayor cantidad de actividades; bancos; servicios; actividades gubernamentales. Las ciudades latinoamericanas se caracterizan por tener centros diversos, a diferencia del mundo anglosajón que la gente no vive en el centro. Acá todavía hay gente que vive también en el centro, aunque hay un proceso de cambio. Una zona típica tiene muchos límites y protecciones para su transformación, es muy complejo y se produce una baja en la inversión porque hay que hacer más procedimientos y hay más límites, el trámite es más engorroso, se generó una suerte de anillo pericentral, parte sur especialmente, se han ido instalando actividades que podrían estar en el centro. Por ejemplo, el mall que está a su alrededor tiene consultas médicas, isapres, bancos, entre otros.

Otro de los fenómenos que produjo la conservación de la zona, es que paulatinamente la gente dejó de escoger el centro para habitar como vivienda y dejaron de construirse, salvo algunas excepciones, sostuvo el arquitecto.

“Eso pasó en los años 80, que la gente se empezó a ir del centro y en otras ciudades se hizo renovación urbana. En Santiago es famosa la de los años 90’, se trató de invitar a vivir en el centro y se creció desde las alturas, aquí no pasó nada y uno de los motivos es la dificultad para intervenir el espacio: Es más fácil intervenir fuera de la zona típica que dentro”, afirma.

-Igual están creciendo otros centros alejados del casco histórico…

-El policentrismo es una opción, pero requiere una inversión pública importante, esto tiene una lógica comercial y se expresa en espacios como el street center, por ejemplo. Pero es sólo comercial y está lógica se produce, en parte, porque el estado no tiene la política de planificación urbana descentralizada.

-¿Cómo se pueden compatibilizar estas cuestiones, proteger el espacio y que ese espacio no se esté deshabitando, o que las viviendas estén en condiciones precarias e indefensas?

-No hay una receta mágica, no es una sola acción la que se tiene que hacer para arreglar el problema, porque es complejo. Las normas incluso regulan las formas de las edificaciones en una zona que es muy intensa, de mucha actividad, la gestión de los proyectos se complejiza.

Pasa por muchas medidas, el municipio de La Serena ha ido por el camino correcto, que es el de primero conocer muy bien la zona típica, en el último plan regulador se hizo diferenciación de zonas y se está trabajando en planos detalle (instrumentos de gestión y planificación urbana específicos para un sector) que reconoce las diferencias en la zona típica, porque no es lo mismo barrio almagro que la zona de la Plaza de Armas.

Municipalidad de La Serena | Foto: Consejo de Monumentos Nacionales

Se están realizando investigaciones y tenemos a una académica nuestra trabajando en los lineamientos para la construcción de la zona. También se podrían elevar otras medidas, de orden económico, para incentivar las actividades en el centro histórico porque uno de los fenómeno que se produce es que las empresas no invierten en la zona típica, la mayoría son arrendadas a pequeños comerciantes pero no se hace mantención del espacio, sólo se hace uso de viviendas que se va deteriorando con el tiempo.

“No tenemos un sistema de transportes”

Una plataforma de la Universidad de La Serena permitió reconocer que la ciudad es la que más registra accidentes a nivel regional y también se destaca a nivel nacional. Muchos de los siniestros ocurren en el centro de la ciudad, donde se destaca además una ausencia generalizada de ciclovías.

-Y pensando en la movilidad, el transporte público, por ejemplo ¿es posible repensar una planificación del espacio para mejorar la congestión vehicular ?

-Sí, ese es un problema que escapa al centro, porque requiere una gestión especial. El problema de la movilidad tiene que ver con el transporte. El discurso clásico dice que la ciudad no está preparada para la cantidad de automóviles, se dice que las calles son estrechas, pero el problema es que no tenemos un sistema de transporte, tenemos transportes colectivos que funcionan regulados por el ministerio de transporte pero que no logran articular un sistema de transportes: no me puedo mover de un lugar a otro de manera fluida con certezas de horarios a los que voy a llegar y que tengan tarifas razonables.

-Y por otro lado, ¿Es posible pensar ciclovías en el casco histórico?

-Sí, de todas maneras, debería haber inversión en ciclovías en toda la ciudad. Yo diría más allá, en el centro más que ciclovías debería haber espacios sin automóviles, que haya espacios peatonales. No deberían transitar automóviles en ciertas calles. Es un desafío y el Ministerio de Vivienda lo está trabajando, pero a velocidad lenta. En las calles, tal como están ahora, no caben ciclovías. Ahora, no basta con hacer ciclovías, hay que hacer un cambio cultural.

La ciudad tiene varios pendientes: es fácil moverse de norte a sur, pero muy difícil de este a oeste, hay que subir al cerro. Y la posibilidad de articulación de transporte facilita o no el uso de bicicleta. O bien combinar la bicicleta con otro transporte. Pero aquí no se puede.

-Tampoco hay suficientes estacionamientos para bicicleta…

-No, tampoco hay estacionamientos.

-Es difícil moverse de punta a punta…

-Efectivamente, y vuelvo al mismo tema: no hay un sistema de transporte urbano, lo que hay son empresas que prestan servicios para recorridos, pero no están articuladas en ningún caso.

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