Gastronomía
Todos los 4 de septiembre se conmemora el Día del Vino. Fue en 2015 cuando se promulgó la ley de conmemoración de esta fecha, gracias a la iniciativa de todos los actores de la industria vitivinícola.
De acuerdo a la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, la idea era fomentar la industria del vino e impulsar su reconocimiento a nivel mundial, destacando lo trascendental de esta durante las últimas décadas, incluso como parte importante de la identidad nacional.
La industria vitivinícola de Chile es famosa por su diversidad y calidad, y septiembre se convierte en un mes de celebración y apreciación de todo lo que esta tierra tiene para ofrecer en términos de vinos excepcionales. Desde las distintas variedades de tinto hasta los aromáticos y elegantes blancos, y los versátiles rosados, los viñedos chilenos ofrecen una amplia gama de sabores para satisfacer incluso a los paladares más exigentes.
“Los viñedos que se extienden a lo largo del país representan la dedicación de generaciones de viticultores que han cuidado y trabajado sus tierras. Es por esto que desde La Vinoteca queremos extender esta celebración durante todo el mes y continuar fomentando el patrimonio vitivinícola”, expresa Leonardo Severino, Category Manager Vinos de La Vinoteca.
En esa línea, desde La Vinoteca se encuentran impulsando la campaña “Salud por el vino chileno”, que se extenderá durante todo septiembre, y contará con una serie de descuentos especiales en algunas viñas y copas de degustación en las tiendas.
La industria vitivinícola es una de las más relevantes para nuestro país. Se debe destacar que el vino en Chile representa un 5,7% de las exportaciones que no son cobre, un 16,5% de las exportaciones agropecuarias y, adicionalmente, aporta 205 millones de dólares de recaudación fiscal.
Según Vinos de Chile, el vino representa un 0,5% del producto interno bruto y emplea a más de 100 mil personas en trabajo directo, de los cuales solo un 53% trabaja en los viñedos, seguido por un 19% en logística, transporte y marketing, un 17% en bodegas, un 9% en envasado y un 2% en producción.
Hoy, en territorio nacional, existen 800 bodegas activas, 11.697 productores y 394 empresas exportadoras de este producto, de las cuales un 76% son pymes. Adicionalmente, se debe destacar el rol descentralizador que tiene el vino en Chile, en cuanto un 91% de la superficie vitícola, un 92% de las bodegas y el 85% del trabajo asociado a esta industria, se encuentra fuera de la región Metropolitana. Las regiones que concentran la mayor cantidad de viñas son O’Higgins (32,7%) y El Maule (37,9%).
Algunas viñas han alcanzado renombre internacional y hay otras, más desconocidas, pero que igualmente están elaborando vinos de excelencia. Acá algunas de ellas.
Calcu nace en el año 2003 de la mano de la familia Hurtado, quienes, con más de 100 años de experiencia en la elaboración de vinos de calidad en el Valle de Colchagua, encontraron un espacio único en Marchigüe, a 140 kilómetros al sur de Santiago.
Los cerros graníticos con lenguas arcillosas, la cercanía al mar del viñedo -a sólo 26 kilómetros del Océano Pacífico-, y la altura de los cerros con diferentes orientaciones, permiten una combinación perfecta que refleja la personalidad de cada una de sus variedades de vinos.
Destaca por ser un viñedo trazado a mano en pequeños bloques de hileras cortas que limitan la erosión de los suelos graníticos, que tienen un sello característico dado por una presencia importante de arcillas, las que se preservaron y mantuvieron en el lugar para contribuir a lograr una estructura, textura y profundidad característica en los vinos.
“Con Xavier Choné, nuestro asesor vitícola, diseñamos, en un trabajo manual de alta precisión, cada uno de los 166 microterroirs, siguiendo los lomajes, orientaciones y lenguas de arcilla naturalmente presentes en el lugar. Esto resultó en una arquitectura de viñedos única de bloques pequeños de menos de una hectárea en muchos casos, con pendientes, y formas diversas e irregulares. Permitiendo así que cada cepa encuentre, dentro del mismo viñedo, el lugar ideal donde expresarse en su máximo potencial”, explica Ricardo Rivadeneira, director ejecutivo.
Durante la plantación de los viñedos se tuvo especial cuidado en respetar formaciones naturales de roqueríos, depósitos de arcillas y arboles nativos. En convenio con Conaf, se plantaron además 4.500 plantas nativas en las quebradas cercanas a los viñedos para aumentar la biodiversidad y proteger especies nativas amenazadas.
Esto ayuda al control de la erosión, recupera el hábitat de fauna en peligro de extinción tales como picaflores gigantes, quiques, chillas y tucúqueres; lo que junto al uso de ovejas en el control de malezas y aumento de fertilidad en los sectores más débiles de los suelos, permite que sólo se requieran aplicaciones mínimas de insumos agrícolas autorizados para la producción de vides viníferas.
Viña Tres Palacios es una empresa familiar conocida por su producción de vinos merlots en Chile, especialmente del Valle de Cholqui, ubicado a interior de la Cordillera de la Costa.
Fue fundada el año 1996 por Patricio Palacios D. y Maria Inés Covarrubias. quienes decidieron elaborar vinos respetando el paso del tiempo y los ritmos de esta actividad y obtener el fruto perfecto que hoy caracteriza a sus vinos elaborados en suelos profundos, arcillosos y de pequeñas piedras.
Esta herencia tiene como piedra angular la producción vinos de altísima calidad, teniendo como base producir uvas bajo los más estrictos estándares de calidad, lo que los ha llevado a recibir importantes premios en concursos internacionales.
Movidos por su ánimo emprendedor, aunque conscientes de la fuerte competencia, se lanzaron a la búsqueda de una zona nunca antes destinada a la producción de vinos: un terroir rodeado por montañas, bañado por el estero Cholqui (Melipilla), acompañado por la brisa marina y observado por el sol.
Mauro von Siebenthal, un apasionado de vinos, a los 40 años decidió dejar su profesión de abogado en Suiza para producir vinos excepcionales en Chile en el Valle del Aconcagua. En 1998 se plantaron las primeras 10 hectáreas de viña en Panquehue y en el año 2000 se construyó la bodega en estilo de casona de campo. En el año 2002 se realizó la primera cosecha.
Hoy Viña von Siebenthal tiene 30 hectáreas en producción, produce 6 vinos tintos y uno blanco, destacándose como una de las más prestigiadas viñas de Chile.
“Mi filosofía es principalmente respetar la identidad del terroir, respetar el producto que nace del lugar, la sensibilidad de interpretar cada metro de terreno con sus cualidades, que lo hacen único e irrepetible y a partir de ahí pensar en crear un gran vino, es decir un vino con elegancia, equilibrio y misterio… Es la búsqueda del blend perfecto”, dice Mauro von Siebenthal.
