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La posible relación entre los químicos del cigarro eléctrico y el Covid-19 que preocupa a especialistas Salud

La posible relación entre los químicos del cigarro eléctrico y el Covid-19 que preocupa a especialistas

Desde el año pasado que los cigarrillos electrónicos están bajo la mira de investigadores de Estados Unidos. La hospitalización de miles de personas producto del Evali, lesión pulmonar asociada a vapear, llevó a que se investigara el daño de los químicos que se contienen en estos productos. Hoy en día, el temor a que faciliten el ingreso de virus como el Covid-19 y que produzcan graves inflamaciones pulmonares, los mantiene en alerta.


El año pasado miles de personas llegaron a hospitales de Estados Unidos con problemas de salud relacionados al uso de cigarrillos eléctricos. En septiembre, esto llegó a su peak. Fue tanta la preocupación de algunos especialistas que las autoridades decidieron ponerle un nombre a este padecimiento: Evali («lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo”).

La inquietud por esta ola de enfermos se vio interrumpida por la pandemia actual. Pero, tras ver que las consecuencias del Covid-19 pueden ser peores en personas que fuman cigarros, los expertos volvieron a advertir el peligro del vapeo.

Un estudio de la Universidad de Stanford publicado en agosto, mostró que consumir cigarros eléctricos podría multiplicar por cinco los riesgos de contagiarse de coronavirus. Esto se produciría debido a que los pulmones dañados por el vapeo permitirían un ingreso más directo del virus.

A pesar de esto, los investigadores aún no tienen claro cuáles serían las conexiones del vapeo y el Covid-19, ni las razones por las cuales los problemas respiratorios causados por este producto, afectan más a algunos. 

Químicos peligrosos

The New York Times publicó una nota con la historia de Janan Moein, un joven de 20 años que en diciembre del 2019 llegó a urgencias con un pulmón colapsado, siendo diagnosticado por la enfermedad pulmonar Evali.

Llegó a estar tan grave que, según su testimonio, los médicos le dieron un 5% de posibilidades de sobrevivir. Finalmente logró salir de esa complicación. Hace tres meses, fuera de todo pronóstico, el joven se contagió de Covid-19, del cual también salió sin mayores complicaciones. 

Los especialistas se mantienen investigando la relación entre los variados contenidos activos de los cigarrillos tóxicos y el daño que produce cada uno. Sin embargo, según la información publicada por el medio estadounidense, la principal preocupación se dirige hacia lo que acompañan estos activos: “aditivos como metales pesados y acetato de vitamina E, los cuales bañan el pulmón con toxinas y partículas ultrafinas que pueden envenenar o pulverizar tejidos delicados”.

Es más, muchos de los pacientes que padecían Evali, entre ellos Janan Moein, vapeaban líquidos que contenían acetato de vitamina E. A pesar, de que el joven de 20 años se pudo recuperar, Laura Crotty Alexaner, neuróloga experta en vapeo de la Universidad de California -quien además lo atendió durante su hospitalización- afirmó que aún no se tiene certezas sobre los efectos a largo plazo de la enfermedad:

“Solo porque se sienta un 100% recuperado no quiere decir que su funcionamiento pulmonar haya regresado un 100% a la normalidad”, comentó a The New York Times.

Estudios 

Investigaciones han mostrado cómo el humo de un cigarro puede dañar el sistema inmunitario. Por esta razón, no dudan de que los químicos concentrados en cada aspiración pueden alterar el “sistema de controles y equilibrios” que dirige las células y moléculas para combatir los gérmenes. Al igual que podría “desviar cualquier ataque equivocado contra los tejidos saludables”.

Las mayores complicaciones se producen porque los pulmones dañados pueden tener inflamación crónica. Con el tiempo esto los hace “llenarse de moco, con lo cual se estrechan las vías respiratorias y se obstaculiza el flujo de oxígeno en la sangre. Ciertos pacientes pueden terminar con cicatrices en los pulmones, y esto podría impedir todavía más el movimiento del aire”.

Según la información de The New York Times, al fumar también se pueden alterar los cilios, estructuras que eliminan los microbios y toxinas de las vías respiratorias, lo que facilitaría que patógenos lleguen a los pulmones. Con el Covid-19 estos daños podrían verse potenciados, aumentando la gravedad de las enfermedades.

Se cree que el virus podría acceder de manera más fácil al cuerpo de personas que fuman y vapean, ya que al hacer esto, se alteran las superficies de algunas células, las cuales se recubren de las proteínas ACE-2, las que el virus utiliza para ingresar.

Otra teoría que se mantiene, es que, como la gente fuma en encuentros sociales y lugares públicos, pueden estar más expuestos al coronavirus. Lo cual también respondería a los resultados del estudio mencionado. Sobre todo porque la acción significa el contacto directo de la mano con la boca y la nariz de las personas, poniéndola en mayor peligro.

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