
¿Salvarías a tu perro o a un desconocido? El 40 % elegiría a su mascota, según un estudio
Un estudio de la Universidad Northeastern reveló que el 40 % de las personas salvaría a su perro antes que a un desconocido en una situación de peligro. El experimento pone en evidencia el fuerte vínculo afectivo con las mascotas y cómo este influye en decisiones extremas.
En nuestro país, las mascotas ocupan un lugar fundamental en la vida de las personas, no solo como animales de compañía, sino como miembros importantes e integrales de la familia.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Northeastern, en Estados Unidos, arrojó una conclusión que no deja indiferente: ante una situación de peligro inminente, el 40 % de las personas optaría por salvar a su perro antes que a una persona desconocida.
En el marco del estudio, los investigadores propusieron a los participantes un escenario hipotético tan inquietante como revelador: un autobús fuera de control se dirige a gran velocidad y solo hay tiempo para salvar a una de dos posibles víctimas —un desconocido o su propia mascota—.
La pregunta era directa: «¿A quién salvarías primero?».
La investigación tenía un objetivo claro: explorar hasta qué punto las personas son capaces de empatizar con el sufrimiento ajeno, comparando sus reacciones frente al dolor de sus propios perros versus el de personas completamente desconocidas.
El experimento no solo indagó en nuestras prioridades afectivas, sino que buscó evidenciar cómo se configura la empatía en una sociedad donde, cada vez más, los animales de compañía son considerados parte integral de la familia.
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores trabajaron con una muestra de 256 estudiantes de primer año de la Universidad Northeastern.
Los resultados fueron elocuentes: una proporción significativa de los jóvenes priorizó salvar a su mascota por sobre la vida de una persona desconocida, revelando el fuerte lazo emocional que muchos mantienen con sus animales y el complejo panorama que enfrenta hoy la empatía humana.
El estudio reveló que el vínculo emocional que muchas personas desarrollan con sus mascotas es tan profundo, que en una situación extrema no dudan en priorizar su protección por sobre la de un desconocido. Esta inclinación fue especialmente notoria entre mujeres y personas jóvenes, quienes mostraron una mayor tendencia a elegir a sus animales.
Aunque se trataba de un escenario hipotético, el experimento deja en evidencia cómo, en momentos de alta tensión, las decisiones no siempre se rigen por la lógica, sino por los lazos afectivos y la conexión personal que marcan nuestras prioridades.