La edición de hoy está dedicada a la anestesia, ese invento capaz de provocar uno de los grandes actos de magia que podemos experimentar: apagar temporalmente la consciencia. Caer a un abismo negro sin sueños. Una suspensión. Un paréntesis.
Con motivo de la próxima celebración de Halloween, en esta edición de Universo Paralelo quisimos asomarnos a ese espejo de la ciencia y mirar sin filtros. Desde la astronomía hasta la biología, desde la física hasta la mente humana, la ciencia está llena de fenómenos tan inquietantes como reales.
Por estos días, los que somos docentes universitarios, y que típicamente no contamos con estudios de didáctica o pedagogía, vivimos grandes frustraciones a la hora de enseñar contenidos a las nuevas generaciones de estudiantes. No parece ser muy distinto en las escuelas y liceos del país.
El número de hoy es una edición especial dedicada a los premios Nobel recientemente entregados, por lo que nos permitimos cambiar nuestras secciones tradicionales.
Mirar la ciudad es mirar también la historia de la ciencia. En el murmullo de sus calles, en sus luces y sus parques están plasmadas las grandes victorias de la búsqueda humana por comprender el universo. En eso estaba, cuando el anuncio del Premio Nobel de Física me obligó a cambiar este editorial.
Esta semana celebramos el comienzo de la primavera que tiene diferentes interpretaciones para distintas personas. Alergias para unos, asados y aire libre para otros, y una sensación general de renovación para muchos, pues hay más tiempo con sol.
En el principio solo había hidrógeno y helio. El primero, protagonista de la acidez en una copa de vino blanco; el segundo, un gas insípido como un vaso vacío. Fue todo lo que dejó el Big Bang tras enfriarse el universo: un menú inicial demasiado pobre. Un universo incapaz de brindar gastronomía.
Todos, desde niños, somos, de algún modo, científicos. Como decía Einstein: “La ciencia no es más que un refinamiento del pensamiento cotidiano”. Esta edición de Universo Paralelo está dedicada a los niños. Reunimos historias de infancia de científicos y columnas pensadas también para ellos.