Publicidad

Dientes más cortos y retracción de encías: la culpa es del bruxismo

«Hemos visto pacientes con un desgaste dental tan notorio que a los 35 años ya tienen sus dientes anteriores reducidos a la mitad. Esto se produce porque al rechinar o golpetear los dientes se genera una atrición acumulativa en los años, lo que se agudiza con otros factores corrosivos como el consumo de limón y bebidas energéticas”, explica la doctora Francisca Montini, del centro odontológico Vitta Oral.


El estrés, que se agudiza desde la mitad y fines del año producto de presiones laborales, compromisos sociales y la apresurada vida moderna, no sólo se traduce en tensión y problemas como el insomnio. Para muchos gatilla o agudiza un apretar de dientes y mandíbula que es conocido como bruxismo.

Durante el día, los dientes no deberían estar en contacto. En una situación normal, esto sólo se produce al masticar los alimentos. Sin embargo, las personas que aprietan sus dientes, aumentan la presión sobre la dentadura pudiendo generar fuerzas hasta cinco veces mayores que en la masticación.

Esto se traduce en manifestaciones estéticas, como acortamiento de los dientes y retracción de las encías.

“Hemos visto pacientes con un desgaste dental tan notorio que a los 35 años ya tienen sus dientes anteriores reducidos a la mitad. Esto se produce porque al rechinar o golpetear los dientes se genera una atrición acumulativa en los años, lo que se agudiza con otros factores corrosivos como el consumo de limón y bebidas energéticas”, explica la doctora Francisca Montini, del centro odontológico Vitta Oral (www.vittaoral.cl), que ha creado un programa con aranceles especiales por el mes de septiembre para el tratamiento del bruxismo.

En situaciones extremas la presión de los dientes puede provocar microfracturas o trizaduras. “Se trata de una línea vertical que aparece en la pieza dentaria que puede llegar a la raíz”, agrega la doctora Claudia Silva, disfuncionista de Vitta Oral.

Asociado a problemas periodontales y de encías, la presión ejercida sobre la dentadura puede llevar incluso a que piezas dentales se suelten y pierdan.

El bruxismo también altera la calidad de vida, pues la persona desarrolla dolor en la musculatura de la cara, de cabeza focalizado en la sien, e incluso se irradia a cuello y hombros. “La persona que padece bruxismo nocturno amanece con sensación de mandíbula cansada y dolor de cabeza, lo que es un signo también para consultar”, explica la doctora Silva.

Un ruidoso desgaste

Las personas habitualmente consultan porque quien duerme con ellos escucha el molesto rechinar o golpeteo de dientes. También porque notan que aprietan los dientes durante el día. La situación más compleja es para quienes viven solos, pues deben observar cambios anatómicos en su dentadura (desgaste de dientes) y molestias al amanecer.

El tratamiento consiste en la instalación de planos de relajación. Estos son placas de acrílico que se colocan en los dientes del maxilar superior o inferior, hecho a medida, protegiendo los dientes, pues hace que éstos no se contacten -el roce se produce con la placa que es más blanda que un diente- evitando su desgaste y el antiestético acortamiento.

Además, el plano de relajación evita que la articulación de la mandíbula se contraiga, pues genera un espacio entre los dientes que impide juntarlos. Este “desahogo” de la articulación de la mandíbula obliga a relajar la musculatura facial, eliminando el cansancio y dolor de cabeza con que se amanece.

Publicidad

Tendencias