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¿Es el gobierno español un gobierno feminista porque tiene 11 ministras en su gabinete? Pedro Sánchez fue más allá de la paridad

¿Es el gobierno español un gobierno feminista porque tiene 11 ministras en su gabinete?

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Los puestos con más peso e influencia dentro del gabinete, salvo Asuntos Exteriores, tendrán nombre femenino. Mujeres de probada trayectoria y capacidad técnica serán quienes lleven riendas de la estrategia política y la económica. También controlarán la defensa, la justicia, la administración territorial y otras áreas clave como trabajo, educación y sanidad. ¿Es eso suficiente?


El nuevo gobierno de Pedro Sánchez, en España, va a tener, por primera vez en la historia del país ibérico, más mujeres que hombres (incluido el presidente) y a una distancia considerable, de 11 ministras frente a 6 ministros. Solo con esto, ya se ha hecho historia: el español será el Gobierno con más protagonismo femenino desde que existe la OCDE.

Además el Ministerio de Igualdad, que Zapatero creó en 2008 y eliminó dos años después al estallar la crisis, se recupera y se eleva a la categoría de Vicepresidencia, con una mujer en su cartera, Carmen Calvo. Los puestos con más peso e influencia dentro del gabinete, salvo Asuntos Exteriores, tendrán nombre femenino. Mujeres de probada trayectoria y capacidad técnica serán quienes lleven riendas de la estrategia política (vicepresidencia) y la económica (hacienda, economía, energía, industria). También controlarán la defensa y CNI, la justicia, la administración territorial y otras áreas clave como trabajo, educación y sanidad.

No es extraño que España sea el país que dio este paso. Las históricas manifestaciones del 8 de marzo causaron asombro mundial por la capacidad de movilización de las feministas españolas. Por lo que la pregunta cae de cajón: 14 años después del primer gobierno paritario de Zapatero, ¿es el gobierno de Sánchez un gobierno feminista por el solo hecho de tener 11 mujeres en el gabinete, de un total de 17 ministros, lo que representa un 64,7% de los miembros?

Para la periodista feminista, Irantzu Varela, la respuesta es un rotundo no. Según su columna en Vice, llamada Por Qué el Gobierno de Pedro Sánchez No Es Feminista, “en un sociedad verdaderamente igualitaria, que hubiera once mujeres en un grupo de diecisiete personas con cargos de responsabilidad no debería resultar tan sorprendente, ni tan esperanzador, ni generar tanto revuelo. En una sociedad verdaderamente igualitaria, las personas alcanzarían los espacios de decisión debido a su cualificación, a su capacidad para escalar en los espacios de poder, y no en función de su género. Pero no vivimos en una sociedad igualitaria. Por eso, que haya una clara mayoría de mujeres en un equipo de gobierno se vuelve una noticia”.

Y luego, Varela agrega: “Prepárense, porque esto va a empezar a pasar cada vez más a menudo. Las mujeres, después de décadas (y siglos) enfrentándonos a los obstáculos para conseguir estudiar, trabajar y desarrollarnos profesionalmente, que nos impone el sistema heteropatriarcal, hemos conseguido, cada vez de forma más masiva, ir ocupando espacios en las diferentes profesiones y cargos, con niveles de cualificación y eficacia que han demostrado que -en ningún sector- las diferencias salariales, los techos de cristal (o de hormigón) y todas las excusas que pretenden justificar la situación de precariedad y discriminación de las mujeres no tienen ninguna explicación que no sea la desigualdad fruto de un sistema machista”.

Nadie podría criticar la medida del gobierno de Pedro Sánchez. “Pese a que todo avance debe ser bien recibido por formar parte del progreso, no debemos caer en la ingenuidad de que la toma de poder por parte de mujeres dentro de los partidos políticos sea el objetivo principal del feminismo si no queremos corresponder al conservadurismo”, opina la periodista de El Diario, Alicia Díaz.

Y lo explica bien claro: “La asignación de puestos de poder a las mujeres no garantiza una mejor gestión y mucho menos la aplicación de políticas feministas. El sistema de cuotas ha sido utilizado por los partidos liderados siempre por hombres que adjudicaban puestos a mujeres que no estaban preparadas para seguir asegurándose el poder y de paso criticar las medidas paritarias. No olvidemos que el mayor enemigo para la mujer es el sistema capitalista cuyo crecimiento impide la destrucción del patriarcado, sistema que somete a la sociedad femenina a la más absoluta desigualdad”. Es decir, según la visión de Díaz, “la producción precapitalista del trabajo doméstico y de cuidados sigue a día de hoy sin recibir remuneración económica, unido a la precariedad laboral de los empleos feminizados y a la brecha salarial, imposibilita la emancipación de la mujer imbuida en un sistema que les impide liberarse por carecer de medios económicos, obligándola a permanecer en una situación de dependencia”.

En la misma línea, Irantzu Varela es aún más categórica: “Resulta que las feministas creemos que todas las personas debemos tener los mismos derechos y las mismas oportunidades, y peleamos contra las causas sistémicas de todas las desigualdades. Por eso, para que consideráramos que un Gobierno es feminista, debería ser un Gobierno que desarrollara políticas contra todas las formas de discriminación, que construyera una estrategia real y con presupuesto para luchar contra todas las formas de violencia contra las mujeres, que cerrara los CIE, que derogara la ley mordaza y la ley de extranjería, que convocara un referéndum para cuestionar la monarquía, que se atreviera a quitar los privilegios a las iglesias para construir un estado laico… y así hasta conseguir transformar la sociedad en un sitio donde se hayan eliminado todas las estructuras que el sistema ha creado para perpetuar todas las discriminaciones y hacernos creer que las desigualdades son naturales o fruto del azar”.

Y puntualiza, para explicar por qué no cree que este gobierno con 11 ministras y 6 ministros, sea feminista: “Que el Gobierno con mayoría de ministras creado por Pedro Sánchez no es fruto de una sociedad igualitaria en la que las mujeres ya tenemos las mismas oportunidades que los hombres lo prueban dos noticias que han engordado hoy la bulímica actualidad política que nos rodea: que la Real Academia de la Lengua se ha apresurado a advertir que no digamos “Consejo de Ministras”, por mucho que las mujeres sean amplia mayoría, y que yo ya me sepa el estado civil, la situación sentimental, la cantidad de criaturas y el gusto en el vestir de cada una de ellas, sin haberlo preguntado”.

Como muestra, un botón. El principal reportaje de la sección de moda del diario ABC de ayer domingo, se titula El Guardarropa de las Ministras de Pedro Sánchez, y en él se dicen barbaridades como la descripción de Teresa Ribera, cuya cartera se omite: «Viste algo desaliñada, con la camisa mal puesta, las mangas de un largo extraño, colores «insípidos» sin alegría, peinados poco cuidados y falta de accesorios. Pero lo que más choca, por muy machista que pueda parecer la afirmación -que les aseguro que no lo es- es su falta total de maquillaje, una esclavitud a la que las mujeres debemos hacer ciertas concesiones para «parecer» arregladas. Le aconsejaríamos una paleta de maquillaje en tonos naturales, 25 euros en NYX». Sí, todavía falta mucho.

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