BRAGA
Según la Dirección del Trabajo, las denuncias de acoso laboral se han elevado en un 14 % respecto del primer semestre del año 2018, cifra que preocupa al Gobierno y plantea nuevos desafíos para los privados.
Actualmente existen demasiados casos que aluden a la existencia de algún tipo de acoso dentro de las compañías privadas y públicas chilenas, lo que sin duda pone en alerta a los organismos, fundaciones y corporaciones que trabajan sobre la materia.
Por su parte y en la búsqueda del camino que contrarreste los efectos negativos que trae esta problemática, el Gobierno de Sebastián Piñera junto a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, impulsan el desarrollo de la “Agenda Mujer”, proyecto que busca, principalmente, visibilizar el acoso y garantizar la protección de las víctimas de este.
Pero el acoso es transversal y no discrimina géneros. Según la Dirección del Trabajo, el tema ya está en la palestra pero aún lejos de solucionarse. De hecho, los casos de acoso laboral han experimentado un aumento de un 14% respecto del primer semestre del año pasado, lo que llevado a cifras se materializa en pasar de 941 situaciones a 1069.
Tal como indica Carola Naranjo, directora de la Consultora y Centro de Estudios Sociales Etnográfica, los detonantes que han promovido este aumento están instalados desde el inicio de las corporaciones y con especial foco en el género femenino. “El acoso sexual y laboral lamentablemente ha existido desde siempre dentro de las empresas. A lo largo del tiempo han habido prácticas de hostigamiento por parte de superiores o pares hacia las mujeres como resultado de la asimetría de poder, quienes muchas veces por temor a perder su empleo o a la condena social no denunciaban”, detalla.
De esta forma, el rol que tiene el Ministerio del Trabajo y Previsión Social junto a su titular, Nicolás Monckeberg, adquiere suma urgencia en torno a la implementación de políticas públicas que efectivamente sean desarrolladas por las empresas privadas, otro aspecto que propicia los casos de acoso laboral. Desde Etnográfica señalan que muchos de los organismos públicos cuentan actualmente con manuales de género e igualdad que insisten en que estas prácticas no se generen dentro de la institución, siendo revisados y aplicados por comités de género en línea con la «Agenda Mujer», sin embargo “no existe aún ninguna política pública que obligue a los privados a adoptarlas”.
Así, el gran tema pendiente para mejorar esta problemática tiene su base en la motivación de las firmas privadas por certificarse. “En la norma Ch 3262, que promueven la igualdad de género y la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, se han certificado muy pocas empresas desde su implementación en 2012, con ello en mente, el Ministerio del Trabajo podría alentar iniciativas para que las empresas se certifiquen en ella y logren cumplir los objetivos de género”, resume Naranjo.
Finalmente y pese a que las cifras respecto a esta temática país subieron, no todo es color negro. Actualmente existe una coyuntura que ataca directamente el acoso laboral, y es que las mujeres se han articulado fuertemente en búsqueda del empoderamiento y resguardo de sus derechos laborales y humanos. El acoso ya no es un “tema tabú” dentro de la sociedad chilena, lo que propicia que, tanto hombres y mujeres víctimas, se atrevan a denunciar como nunca antes lo habían realizado.
