En nuestro país han surgido nuevas instancias de diálogo que pavimentan el camino para una mejor convivencia colectiva y social. Así sucedió en el inédito encuentro social que se realizó este 1 de diciembre en Huechuraba y que convocó a más de un centenar de actores para así aportar un granito de arena a la calidad de vida de quienes somos parte de esta hermosa comuna.
¿Qué tan probable es que personas que conviven en un mismo territorio y que difícilmente se pudieran encontrar se reúnan bajo un objetivo común? Los estigmas, la diversidad social y cultural nos indicaría que las posibilidades son nulas.
Sin embargo, en nuestro país han surgido nuevas instancias de diálogo que pavimentan el camino para una mejor convivencia colectiva y social. Así sucedió en el inédito encuentro social que se realizó este 1 de diciembre en Huechuraba y que convocó a más de un centenar de actores para así aportar un granito de arena a la calidad de vida de quienes somos parte de esta hermosa comuna.
Sin importar el origen, actividad o profesión, decenas de “pares improbables” fueron convocados a reunirse en Parque Américo Vespucio, un gran pulmón verde de Huechuraba, donde contaron sus experiencias, sus historias y entrelazaron sus vidas, en un franco diálogo social para conocernos más. Una conversación necesaria que congregó al empresariado, las fundaciones, comunidades vecinas y a la máxima autoridad municipal.
Y es que nunca antes una iniciativa de estas características había reunido a tantas personas y generado el espacio suficiente para un diálogo abierto y ciudadano, el cuál es necesario y clave para avanzar en comunidad.
Hoy vivimos en una sociedad segregada geográficamente, pero también social y culturalmente. Nuestros espacios de convivencia generalmente se dan con nuestros pares y como resultado hemos fracturado el tejido social, porque no conocemos otras realidades y no confiamos en los que son distintos a nosotros.
Asimismo, dejamos de apreciar y valorar las diferencias y, por lo mismo, abandonamos la idea de generar esos espacios de apoyo mutuo que se pueden lograr. Por eso es tan importante que rescatemos estas instancias y que pongamos nuestra casa a disposición de todos para construir localmente, desde Huechuraba, un nuevo tejido social; fuerte, diverso, de distintos colores y en el cuál todos somos protagonistas.
Pero, por sobre todo es importante, generar un compromiso de apoyo y trabajo colaborativo, que nos impulsa a seguir trabajando por una mejora continua y con el propósito empresarial socioambiental en el centro de nuestro quehacer diario. Porque como empresa nuestro desafío está en “ir por todo el bien posible”.