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Prohibición de las carreras de perros Opinión

Prohibición de las carreras de perros

Javiera Farga Parra
Por : Javiera Farga Parra Fundación Derecho y Defensa Anmal.
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El día domingo 31 de junio del presente año, se llevó a cabo una marcha convocada por la Corporación Greyhound de Pista, agrupación de personas dedicadas a las carreras de galgos. Esta marcha surge como una reacción al proyecto de ley que busca prohibir las carreras de perros ingresado el 24 de enero de 2019 por los diputados Mirosevic, Bernales y Garín en conjunto con las organizaciones Galgos Libres, Libera y Animal Libre.

Si bien puede pasar desapercibido para muchos, esta práctica está lejos de ser inocua para los perros que son forzados a participar. Las personas que se dedican a esto pueden llegar a usar esteroides y fármacos para caballos para mejorar el rendimiento de los perros, lo que puede causarles enfermedades como ceguera y cirrosis. La exigencia en este tipo de carreras es tal, que para los perros existe el riesgo de morir producto de un paro cardiaco, por lo que suelen sacarles sangre, debido a su alta concentración en glóbulos rojos, e inyectarlos con diversos fluidos para que su corazón trabaje menos y así rindan más, todo esto muchas veces sin supervisión veterinaria alguna y sin consideraciones mínimas respecto de la salubridad en estas prácticas. Además, cuando no están corriendo en los canódromos, muchas veces son sometidos a encierros prolongados en jaulas y entrenamientos abusivos.

Este negocio, para poder continuar, inevitablemente trae consigo la cruza clandestina de galgos y la venta de sus cachorros, lo que perpetúa este ciclo de violencia y sufrimiento, ya que para mantener la “pureza” de la raza, se cruzan perros con sus hermanos o sus progenitores. Este inbreeding genera mutaciones y los cachorros resultantes tienden a enfermarse y sufrir.

Los perros galgos están predispuestos como raza a sufrir de displacia de cadera, enfermedad que les genera mucho dolor, por lo que suelen automedicarlos, haciéndoles correr hasta que el perro ya no es capaz de rendir más. Las drogas que suelen utilizarse para mejorar su desempeño los puede dejar discapacitados, ciegos o enfermos, con lo cual ya no son capaces de seguir participando en las carreras. Cuando les dejan de servir, estos animales pierden utilidad para sus dueños, por lo cual, existe la posibilidad de que ellos sean simplemente abandonados a su suerte. Esto les causa un gran sufrimiento, pues además de los problemas que trae consigo la vida en la calle, el perro se encuentra en un estado de dolor por la enfermedad que los aqueja, -aquella que les impide seguir compitiendo- o en un estado de particular indefensión y vulnerabilidad debido a la ceguera causada por las drogas a las que fueron sometidos, además de no contar con la atención veterinaria necesaria.

Las personas que se dedican a las carreras de galgos suelen decir que aman a sus perros y que las carreras son solo un pasatiempo que realizan junto a sus mascotas. Sin embargo, esto no es verdad. La vida de los galgos utilizados para carreras, por la naturaleza de esta práctica, dista enormemente de la vida de una mascota o animal de compañía, pues son utilizados como meros instrumentos, sin considerar sus necesidades e intereses. Como todos sabemos, los perros, al igual que los demás animales, son seres capaces de generar importantes lazos afectivos y sentir un amplio rango de emociones, incluido el sufrimiento.

La vida de estos perros está colmada de sufrimiento, sea que se encuentren entrenando, encerrados en sus jaulas o una vez que son descartados debido a las enfermedades mencionadas.

Nuestro Código Penal, en su artículo 291 bis, prohíbe los actos de maltrato o crueldad con animales. Las conductas mencionadas constituyen sin lugar a duda maltrato. El solo hecho de considerar que podemos disponer de los animales para usarlos a nuestro antojo es injustificado, más aún si es causa de un sufrimiento tal como el descrito.

La tendencia internacional en nuestro continente consiste en prohibir cualquier tipo de carreras de perros, como sucedió en Argentina mediante la ley 27.330. En Estados Unidos, esta práctica se encuentra prohibida en numerosos estados, siendo los más recientes Colorado, Arizona y Florida. Pese a que en otros países esta práctica ya se encuentra prohibida, en Chile aún se llevan a cabo estas carreras.

El proyecto ingresado en nuestro país modifica la ley 20.380 sobre protección de animales, buscando la prohibición de todas las carreras de perro, sin importar su raza. De esta manera, se busca penalizar a quien organice, promueva o difunda este tipo de carreras con las mismas sanciones propias del delito de maltrato de animal.

La aprobación de esta ley supondría un importante paso en favor de una sociedad más justa, que reconozca que dañar a los animales es injustificable y que la entretención de los seres humanos no puede estar por sobre el dolor de los individuos, sean estos de la especie humana o de otra especie animal.

Es por esto que la Corporación Greyhound de Pista está tan preocupada: las carreras de galgos no son un simple pasatiempo a realizar con sus mascotas, sino que se trata de un negocio altamente lucrativo que implica necesariamente un fuerte daño a los perros utilizados.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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