Albornoz es la primera mujer designada al directorio de la minera. La ex directora del Sernam dice que la generación de consenso entre los trabajadores, los ejecutivos y el Estado en Codelco es una prioridad, en momentos en que la compañía busca mantener su primer lugar en el mercado global de cobre, al tiempo que reduce costos.
El éxito de un plan de US$ 20.000 millones para reanimar Codelco –la mayor productora de cobre del mundo– podría depender cada vez más de su primera directora, designada luego del despido, la semana pasada, del máximo responsable ejecutivo, Thomas Keller.
La Presidenta chilena Michelle Bachelet nombró en mayo a Laura Albornoz, militante DC, a efectos de apaciguar un creciente enfrentamiento entre ejecutivos y trabajadores en la compañía creada en 1971 por medio de la nacionalización de minas en manos de extranjeros. El 6 de junio participó en una reunión de seis horas de la junta directiva, que se prolongó hasta las 02:00 y en la que se decidió despedir a Keller, un ex ejecutivo de Anglo American Plc.
La generación de consenso entre los trabajadores, los ejecutivos y el Estado en Codelco, que desde su creación ha tenido ganancias de US$ 110.000 millones, es prioritaria en momentos en que la compañía busca mantener su primer lugar en el mercado global de cobre, al tiempo que reduce costos, dijo Albornoz en una entrevista del 3 de junio en Santiago.
“Codelco ha tenido problemas de administración que no obedecen sólo al precio internacional del cobre”, agregó Albornoz. “Podemos lograr que la compañía avance mucho más que hasta ahora”.
Albornoz visitará la semana próxima la centenaria mina Chuquicamata, en el desierto de Atacama, donde las relaciones entre Keller y los trabajadores eran las más tensas.
Codelco despachó tropas para proteger la fundición de la mina en diciembre, luego de que una huelga de dos semanas derivara en violencia.
Codelco tiene que efectuar ajustes que serán “dolorosos” para los trabajadores, dijo Keller al diario El Mercurio antes de su despido. “Nuestra situación en cuando a fuerza de trabajo, beneficios de salud y salarios no es coherente con las promesas de rentabilidad que hemos hecho”, señaló, haciendo referencia a la mina Chuquicamata.
Entre los beneficios de que gozan los trabajadores, se cuenta una bonificación extraordinaria de más de US$ 30.000 por la firma de contratos laborales de 36 meses. Los empleados también reciben subsidios para que sus hijos estudien en las mejores universidades de las ciudades del norte desértico de Chile.
Los beneficios elevan el costo del desarrollo de las nuevas minas que Codelco necesita para aumentar la producción. La explotación de la mina Chuquicamata, que tiene un kilómetro de profundidad y estuvo primero a cargo de la familia Guggenheim, hace un siglo, se quedará sin mineral rentable para 2018, lo que le exige a Codelco profundizar el pozo principal, un proyecto de US$ 4.200 millones que excluirá de forma gradual a la mayor parte de la fuerza de trabajo actual.
Codelco contempla también una expansión de US$ 6.800 millones de su mina Andina cercana a Santiago, lo que requiere un estudio para obtener el apoyo de la comunidad, debido a la preocupación que genera su impacto en los glaciares de los Andes. Los US$ 750 millones de bonos de la compañía con vencimiento en 2023 rinden 3,76 por ciento, 0,4 puntos porcentuales más que valores similares de BHP Billiton Ltd., que tiene sede en Melbourne. La brecha se ha reducido en relación con el nivel de 0,46 de fines del año pasado.
El directorio se dio un plazo de dos meses para encontrar un nuevo presidente ejecutivo.
Albornoz dijo que Codelco no puede ser tratada como una empresa privada por el rol que tiene en generar riqueza para Chile. «Los trabajadores se sienten como parte de la empresa, dado que el cobre genera dinero para la economía. Hay un vínculo emocional. La perspectiva de una mujer podría ayudar algo al debate».
Albornoz es conocida por los líderes sindicales de la minera. Cuando fue ministra directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), ella implementó un programa que buscaba atraer más mujeres a la industria minera. Albornoz recuerda risas entre los mineros cuando les habló por primera vez acerca de los derechos de la mujer en las minas.
Este mes Albornoz asistirá a una ceremonia en la Gabriela Mistrial, la unidad minera de Codelco que, a raíz de su programa, ahora logró que el 8% de sus trabajadores sean mujeres.
La ex ministra de Sernam dice que ella también tiene un rol que jugar en mejorar las relaciones entre Codelco y las comunidades donde operan sus minas.
«Todos tienen que entender cuál es la misión de la empresa. Tienen que sentir que trabajar para Codelco es un honor, no un beneficio, porque están trabajando para el país», expresó Albornoz.
