Publicidad
Goldman Sachs mantiene su fe en el mercado accionario de EE.UU. y dice que  exposición comercial de la economía norteamericana a China es reducida

Goldman Sachs mantiene su fe en el mercado accionario de EE.UU. y dice que exposición comercial de la economía norteamericana a China es reducida

Publicidad

«China equivale al 2% de los ingresos de S&P500 y de cerca del 0,5% de las utilidades totales de las corporaciones estadounidenses”, estima Goldman Sachs.


La recomendación de Goldman Sachs para sus clientes es que se mantengan completamente invertidos en renta variables de EE.UU. y en Fondos de Participación Limitada (MLP) de portafolios de Energía e Infraestructura en la medida que tengan una apropiada distribución estratégica de activos y puedan soportar las volatilidades temporales.

Al mismo tiempo, aconsejan abrir una exposición táctica –de entrada y salida– a bonos de alto rendimiento y a bonos de energía de alto rendimiento.

¿Por qué este banco asume esta orientación? Básicamente porque, si bien la última información económica arroja resultados variados y las condiciones financieras se han ajustado, “nosotros no estamos esperando que Estados Unidos tenga una recesión”, asegura en su informe “The US Bull Market: Derailed or Still on Track”, publicado el 7 de octubre.

Es más, apunta a que un alza de tasas por parte de la Reserva Federal de los EE.UU. podría verse demorada hasta 2016, motivada por datos económicos más débiles. Ello, en momentos en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento mundial estará este año en torno a 3,1% (el más bajo de los últimos 6 años) y que el próximo apuntaría a expandirse en torno a 3,6%.

Goldman Sachs no le quita mérito a la posibilidad de que ocurra una caída de los mercados financieros, pero cree que el riesgo no es significativo.

El diagnóstico

Los mercados emergentes y los commodities han sido los de peor desempeño en lo que va del año. En tanto que los mercados accionarios de Europa y Japón muestran ganancias modestas y, pese a ello, son mejores a los de Estados Unidos.

Los precios del crudo (WTI) han repuntado recientemente, pero los índices high yield de energía y de infraestructura en energía no presentan ningún signo de recuperación.

Los últimos antecedentes económicos ayudan a la confusión de los analistas. Por ejemplo, mientras las encuestas de consumo no son concluyentes, las informaciones sobre ingresos personales y ventas denotan fuerza.

Aunque existe preocupación por la desaceleración en China, la exposición comercial de Estados Unidos a ese país es limitada. “China equivale al 2% de los ingresos de S&P500 y de cerca del 0,5% de las utilidades totales de las corporaciones estadounidenses”, estima Goldman Sachs.

Otro de los aspectos que está pesando sobre la economía es el mercado del petróleo, que en general mantiene una oferta superior a la demanda, pero este banco espera que haya una lento rebalanceo durante el próximo año. “Dados los fundamentales actuales del mercado del petróleo y la deflación de costos que se está produciendo, estimamos que los precios del crudo WTI se comerciarán en un rango que va entre US$ 40 y US$ 60 el barril, y principalmente en torno a US$ 50 el barril durante el 2016”, señala el informe.

La apuesta en EE.UU.

Goldman Sachs argumenta que contracciones de las utilidades de los mercados accionarios como las actuales no suelen ocurrir en EE.UU., salvo que se trate de una recesión. Sin embargo, a mediados de 1980 se vivió una situación similar debido a una dólar fuerte y al colapso del petróleo. Dejando fuera al sector energético, las ganancias del S&P500 han sido las más resilientes, creciendo cerca de 6 a 8% en los trimestres recientes. Esto hace prever al banco que la mayor estabilidad que se verifica en el dólar y en el petróleo podría sugerir que la erosión de las ganancias probablemente tendería a aminorarse. “Esperamos que haya un mayor crecimiento de precio/utilidad en 2016, proveyendo así un soporte fundamental al mercado”, anticipa el documento.

Las esperanzas de la entidad se fundan en que períodos de inflación baja y estable en EE.UU., como las actuales, “han históricamente apoyado múltiplos más altos en acciones”. A lo que se suma el hecho de que las actuales valuaciones están bajas, ya que son consistentes con el retroceso macroeconómico, pero ello mismo provee un potencial de subida.

Publicidad