Durante sus tres años como subdirector jurídico del Servicio de Impuestos Internos se ganó la fama de duro con las empresas contribuyentes. No recibía ni escuchaba a los abogados que traían propuestas de sus clientes, cosa que es común dentro del mundo tributario. Su actitud implacable generó reclamos del sector privado en el organismo.
Puede parecer una contradicción, ya que está en entredicho la relación que mantuvo con Johnson's, que era su cliente en Price Waterhouse, mientras fue funcionario del SII y se negociaba el acuerdo de condonación de multas e intereses que favoreció a la multitienda.
Existen cargos en su contra que no son públicos, debido a que el sumario que instruye la Contraloría General de la República en este caso es privado.
Vila fue notificado de esos cargos y presentó sus descargos ante el organismo contralor, al igual que Mirtha Barra, ex jefa de la Dirección de Grandes Contribuyentes. La Contraloría deberá resolver si aplica sanciones o bien absuelve a estos dos ex funcionarios públicos. Vila trabajó codo a codo con Julio Pereira, el director del Servicio. Era común verlo cruzar la plazoleta de Almirante Gotuzzo, donde está la oficina jurídica, a Teatinos 120, el cuartel general del SII.
Ambos llegaron juntos al Servicio en marzo de 2010. Tenían un pasado común en Price Waterhouse, la auditora que por años asesoró a Johnson's en su disputa con el SII, debido al pago de impuestos. Pereira era socio de la firma, y Vila, miembro del staff de asesoría legal y tributaria y quien veía directamennte el problema tributario de la multitienda con el SII.
En paralelo al sumario, el viernes 1 de marzo, se conocieron tres dictámenes de la Contraloría relacionados con la gestión de Pereira. Dos le fueron favorables y un tercero —la contratación de una empresa de comunicaciones para asesorarlos a él y a Vila en la crisis mediática— motivó un sumario de la Contraloría debido a que fue hecho bajo trato directo y no licitación.
Al día siguiente, Pereira informó que la Contraloría no le había formulado cargos y que había aceptado la renuncia de Vila.
El lunes 18 el contralor Ramiro Mendoza aclaró que el sumario no está cerrado, por lo que no se descartan responsabilidades de nadie. “Cada uno lee los informes que son atingentes a uno como quiera leerlos y lo explica como quiera explicarlos”, declaró abriendo una interrogante ante las certezas de Pereira y del Presidente Sebastián Piñera, quien respaldó su honorabilidad y lo ratificó en el cargo.
Pereira y Vila han sido cuestionados por un posible conflicto de interés: trabajaron en la auditora que asesoró a Johnson's en su largo conflicto con el SII y luego cuando se convirtieron en las máximas autoridades del Servicio se autorizó la condonación de US$ 119 millones en multas e intereses a la multitienda. Una resolución que la benefició, pues de lo contrario el escenario más probable era la quiebra. Y no la venta a Cencosud en US$ 66 millones como ocurrió tras el perdonazo.
Ambos niegan haberse involucrado o autorizado la operación. Vila aseguró además que se inhabilitó. Sin embargo, existen actas del directorio de Johnson’s, a las que tuvo acceso El Mostrador Mercados, que contradicen su versión.
En la reunión de la mesa el 18 de enero de 2011, el director Luis Fernando Pacheco se refiere a las reuniones para solucionar los problemas de la empresa afirmando que hasta la fecha el resultado no era bueno. “La semana pasada se sostuvo, por indicación del subdirector jurídico del SII, una reunión con (los funcionarios del SII) Hugo Horta, Patricio Soto y con otra funcionaria, con la finalidad de seguir avanzando en estos temas”.
El 9 de marzo Vila es mencionado por el fiscal de Johnson’s, Eduardo Morales, quien informa que “recibió un llamado del Sr. Mario Vila del SII en relación con las conversaciones mantenidas con el Servicio y que esperaba que dentro de esta semana se produjera una reunión, cosa que confirmó el Sr. Pacheco”.
El 29 de marzo Morales le adjunta a Vila en un correo electrónico —revelado por Ciper Chile— un set de documentos preparados por el área de asesoría tributaria de Price que servirían de base para hacer una propuesta de arreglo al SII. El mensaje de Morales —según el sitio— comienza con la sugerente frase “de acuerdo a lo solicitado”.
Aunque Vila dijo haberse inhabilitado en la práctica ello ocurrió el 28 octubre de 2011 cuando ya estaba cerca el acuerdo de condonación.
El SII explicó, en su oportunidad, a este diario que la Contraloría establece que “la inhabilitación se debe realizar al momento de enfrentar la situación y la posibilidad de que el subdirector jurídico tuviese que participar en la condonación de Johnson’s era eventual, en virtud de que, por ley, la facultad de condonar radica en los Directores Regionales o el Director de Grandes Contribuyentes”.
Vila sí se inhabilitó en la autorización del acuerdo con Johnson's. El Mostrador Mercados se contactó telefónicamente con el ex subdirector, pero éste cortó rápidamente el llamado.
Reconocido como un buen profesional entre los abogados tributaristas, su futuro profesional es incierto. Más allá de si es sancionado o no su nombre quedó registrado en el caso más mediático del SII que se tenga recuerdo y que puso en jaque su prestigio e imparcialidad.
Su actitud de cerrar la puerta a cualquier reunión o planteamiento fue motivo de comentario en el mundo de las asesorías tributarias. “Los estudios no lo querían mucho, tampoco las consultoras, porque es normal que los subdirectores jurídicos te reciban, siempre las empresas tienen problemas de impuestos”, revela un profesional de larga trayectoria en el rubro. Y las oficinas de abogados que lo tuvieron de contraparte son sus potenciales empleadoras.
“Era un hombre que buscaba judicializar todo. Como no recibía a nadie la alternativa era ir a los tribunales tributarios aduaneros. Tres de los cuatro jueces son ex funcionarios del SII, lo que los marca. Hay situaciones discutibles en las que el SII no tiene la razón”, sostiene el abogado consultado.
