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Fiebre de rankings de abogados: ahora se paga lo que antes era gratis

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La competencia entre los rankings de abogados va camino a ser como la de sus referidos. The Legal 500 —el último que entró al mercado— se levantó a Tim Karven, un ex alto ejecutivo de su competidora Chambers and Partners para hacer este trabajo.

El resultado se conoció ayer en la prensa: el ranking de The Legal incluyó cinco categorías y 76 oficinas. Un número tan generoso que cualquiera pensaría que nadie quedó fuera, aunque hay algunos nombres que se repiten en las distintas especialidades. La nota fue una de las más leídas en el Diario Financiero, lo que revela el interés que estos rankings generan.

Como a los abogados los desvela aparecer en los rankings el asunto se transformó en un negocio. Y lo que antes las elaboradoras de estas listas de superabogados hacían en forma gratuita, ahora lo cobran. Las oficinas pagan unas 3 mil libras —la mayoría de las seleccionadoras son británicas— para que aparezca el perfil del estudio (no importa si le va bien o mal) y por recibir una gruesa placa de vidrio con el lugar que ocuparon y en qué especialidad. El compendio, al menos, es gratis.

Es un trabajo bastante demandante: hay que postular, enviar los antecedentes del estudio, detalles de los socios, casos ganados. Algunas oficinas tienen a una persona dedicada a esta tarea que actualiza los últimos triunfos u operaciones cerradas.

El primer ranking que se hizo famoso en Chile fue el Chambers and Partners. No estar ahí era motivo de comentario. Ahora aquellos que no están en el foro no distinguen entre el Who’s Who Legal, Best Lawyer o Latin Lawyer.

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