
Internos de la ex Penitenciaría de Santiago donarán parte de sus alimentos a familias vulnerables de la Región Metropolitana
El vocero de la ONG 81 Razones, César Pizarro, sostuvo que «los presos estamos conscientes de lo que está pasando en las poblaciones: que falta comida. Y a pesar de que sabemos que son mentira los setecientos mil pesos que supuestamente se gastan por preso, es que se quiere donar las colaciones”.
En medio de la emergencia provocada por el Coronavirus, los internos del Centro de Detención Preventiva Santiago Sur se manifiestan en ayuda a cientos de familias, donando parte de sus raciones de alimentos a familias vulnerables.
Una iniciativa propia de los internos, pero que contó con la colaboración de la Corporación de DD.HH. Valle del Maipo, la ONG 81 Razones, la Coordinadora social Shishigang y el Observatorio social penitenciario (OSP), entre otras organizaciones.
“Tenemos claro lo que es el hambre. La mayoría de las personas que estamos acá tuvimos una infancia difícil; como las que viven las familias que se busca ayudar”, expresó Jonathan, en representación de los internos del CDP Santiago sur.
Asimismo, se aprovechó de emplazar al Gobierno en esta materia. “Hoy los llamados malos de la película, en medio de la pandemia, logran reflexionar de forma profunda; y concluyen que pese a sus errores, el encierro, el hacinamiento y en muchos casos, las injusticias de sus procesos judiciales; no les han quitado, ni quitarán, su condición esencial de seres humanos”, afirmó Elio Chepillo, vocero del comité organizador de la Corporación de DD.HH. Valles del Maipo.
Por su parte, el vocero de la ONG 81 Razones, César Pizarro, sostuvo que «los presos estamos conscientes de lo que está pasando en las poblaciones: que falta comida. Y a pesar de que sabemos que son mentira los setecientos mil pesos que supuestamente se gastan por preso, es que se quiere donar las colaciones”.
La donación consiste en la redistribución de los alimentos correspondientes a la merienda o colación; que es la última de las tres comidas que reciben los internos.
“Muchos y muchas llegaron al presidio por no tener otra oportunidad en esta vida. Se sabe al ver cómo más del 50%, tuvo que pasar por un centro del Sename en su juventud, siendo abandonada/o por el estado; comprobando así que lamentablemente las cárceles son para los/as pobres”, explica Matías Toledo, vocero de la Coordinadora Social Shishigang, que asumió la labor de distribuir gran cantidad de esta ayuda a campamentos en Puente Alto.
«Con este acto queda latente la dignidad de quienes buscan reinserción y reivindicación, mientras se encuentran privados de libertad. Porque nadie debe ser marginado ni olvidado; mucho menos en medio de esta pandemia, que, por otra parte, sólo vino a pausar las ansias de justicia social, que el fervor popular seguirá reclamando tras pasar la emergencia», concluyeron.