Bolivia enfrenta este domingo una jornada decisiva en el rumbo de su crisis política con la realización de un referendo de autonomía de la región de Santa Cruz, la cual encabeza un movimiento que el Gobierno de Evo Morales rechaza con el argumento de que es ilegal y secesionista.
Más de 900 mil cruceños están asistiendo a las urnas en unos 675 recintos electorales, con el objetivo de decidir si quieren dotarse de un estatuto autonómico, el cual obtendría un apoyo cercano al 70 por ciento.
La idea de este referendo es trazar el rumbo de una medida considerada trascendental, como es el viraje de la actual administración política del país hacia una forma descentralizada bajo el régimen de las autonomías.
Santa Cruz, la región más próspera de Bolivia, pretende dar una salida a una serie de consultas autonomistas que tienen previsto celebrar en junio las también regiones opositoras de Beni, Pando y Tarija, en un movimiento apoyado además por las de Cochabamba y Chuquisaca.
Estas regiones demandan un estado descentralizado y rechazan el proceso constituyente emprendido por Morales para refundar el país.
Por su parte, el Gobierno rechaza estas consultas y los estatutos autonómicos promovidos por estas regiones por «ilegales», ya que no emanan de la Constitución y no han sido aprobados por el Congreso Nacional, al tiempo que critica su carácter secesionista.
El Alto Mando de las Fuerzas Armadas se ha sumado a la posición gubernamental y emitió anoche un comunicado donde ratifica que algunos de los artículos del Estatuto cruceño «afectan a la seguridad y defensa nacional del Estado» pues legislan sobre materias de transporte y orden público.
Enfrentamientos
Las autoridades bolivianas han advertido de situaciones de violencia, debido a que hasta el momento se han confirmado al menos tres heridos, señala el portavoz del presidente Morales, Iván Canela.
«Tenemos un panorama preocupante a estas horas de la mañana. Lamentablemente este proceso de encuesta en Santa Cruz ha comenzado ya teñido de violencia», dijo Canelas al citar los reportes sobre problemas en localidades con presencia mayoritaria de seguidores del mandatario que se oponen a la consulta.
Según el funcionario, «aparentemente» hay grupos autonomistas que están «tratando de forzar» a la gente a que vote en esos lugares, aunque los medios también informaron de incidentes provocados por seguidores del Gobierno, que quemaron y destruyeron urnas.
En tanto, en San Julián, municipio considerado el principal bastión de Morales en este departamento, los oficialistas iniciaron un bloqueo de caminos contra el referendo y en la mañana de este domingo unas 50 personas protagonizaron un pequeño enfrentamiento.
Los partidarios de Morales quieren, con este bloqueo, impedir la celebración de la votación en esta localidad donde incluso se han llegado a quemar las urnas electorales.
En el caso de la capital, Santa Cruz de la Sierra, los incidentes se han producido en el barrio Plan 3000, cuyos residentes apoyan mayoritariamente a Morales, donde se han producido saqueos en los recintos electorales y robado urnas.
En La Paz y en otras capitales departamentales ya han comenzado marchas de rechazo contra la consulta de Santa Cruz y en defensa de la unidad del país por parte de organizaciones sociales afines a Morales.
En cualquier caso, el referendo cruceño se vive en Bolivia como un «día histórico» que definirá el futuro del país.
Se anuncian bloqueos
Por su parte, los vecinos de la localidad boliviana de San Julián, zona considerada como el bastión de los seguidores del Gobierno de Morales, anunciaron un bloqueo de caminos como medida de protesta contra el referendo.
Tras una asamblea popular a la que asistieron unas dos mil personas, los vecinos decidieron impedir por medio del bloqueo de carreteras la celebración en esta localidad del referendo autonomista que promueven líderes políticos y cívicos de Santa Cruz, considerado el feudo de la oposición a Morales.
En medio de consignas contra el estatuto autonómico que promueve la oposición de Santa Cruz, los líderes vecinales de San Julián llamaron a no participar en el referendo y anunciaron «castigos» para quienes trataran de hacerlo en la localidad.
Empresarios con la autonomía
En tanto, el sector empresarial de Santa Cruz está preocupado por las políticas estatistas de Morales, por lo que ven con buenos ojos este referendo autonómico, ya que creará una nueva política económica.
Muchos sectores privados han afirmado que se debería tener una posición más fuerte en el tema político, ya que hasta el momento se han dedicado a dar trabajo y no a la política.
Asimismo, critican al Gobierno debido a que se han aplicado políticas para destruir el sector privado y dar paso a un sistema estatal, lo cual, afirman, provoca un desmedro en el sector productivo boliviano.
El Mostrador.cl y EFE
