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Paraguay contempla recurrir a los tribunales internacionales sobre Itaipú

El presidente paraguayo, Fernando Lugo, subrayó que quiere revisar el contrato de explotación de la central hidroeléctrica de Itaipú con Brasil, que se agotarán todas las instancias de diálogo y que «el recurso a tribunales internacionales es sólo una hipótesis».


Lugo advierte de que los paraguayos «no nos contentaremos con compensaciones financieras. No queremos regalos, sino un precio justo para nuestra energía», según una entrevista publicada este jueves por «Le Monde» sobre el contencioso por la electricidad de la central de Itaipu.



Explica que «la energía de Itaipú ha favorecido el desarrollo de la industria brasileña, particularmente la de Sao Paulo. Es hora de que los paraguayos reclamen un precio justo para su energía, es decir, el precio del mercado».



Lugo fue recibido ayer en Brasilia por el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y ambos acordaron la creación de una «mesa» en torno a Itaipú, pero Brasil dejó claro que no cederá a revisar el tratado que regula la represa.



El jefe del Estado de Paraguay recuerda, en la entrevista a «Le Monde», que su país ha planteado el mismo tipo de exigencias a Argentina por la central de Yacyreta.



Preguntado por sus relaciones privilegiadas con el presidente venezolano, Hugo Chávez, indica que los acuerdos recientemente firmados con Caracas en materia de energía, educación y sanidad «ratifican» otros suscritos en 2004.



Además, Lugo asegura que él es «diferente de Chávez», al que calificó como «una personalidad interesante y muy mediática».



«Habla mucho y no tiene la prudencia de los hombres de religión», añade el antiguo obispo con una sonrisa.



En cualquier caso, puso el acento en que «independientemente de Chávez, Venezuela es un país importante para el equilibrio de la región y para sus riquezas energéticas», y en que el principal socio de Paraguay sigue siendo Brasil.



En términos más generales, el nuevo presidente paraguayo reiteró que su «principal objetivo es bajar progresivamente el índice de corrupción para garantizar la institucionalidad de la República, para que Paraguay sea de nuevo creíble en el mundo y atraiga a los inversores».



Justifica sus planes de reforma agraria con el argumento de que «las tierras que se adquirieron ilegalmente deben recuperarse y redistribuirse».



Al mismo tiempo, asegura que «esta reforma se hará mediante un diálogo entre los diferentes sectores concernidos: los campesinos sin tierra, los organismos públicos, los técnicos y los grandes propietarios agrícolas».



EFE

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