Señor Director:
El 06 de junio en Av. Pdte. Riesco con Pío XI, siendo las 10:30 horas, frente al Starbucks vi personalmente cómo inspectores municipales de Las Condes arriba de una camioneta color blanca, sin branding municipal ni nada, esperaban a la gente para partearla de manera escondida y encapuchada.
La idea no era avisarles antes de… sino esperar que se bajaran en intermitente para ir corriendo a dejar los partes al vidrio. Fui una de las personas afectadas, no fui la única, ya que al parecer es una práctica que hacen “encubiertos”, tratando de hacernos ver que somos los infractores, lo que si bien en parte es cierto, por la actitud de los inspectores constituye una vergüenza. Una infracción se puede evitar si existe buena fe de ambas partes, pero así queda claro la mala clase y que sólo quieren recaudar fondos de una manera bastante cuestionable. A mi juicio equivale a la misma fechoría de de un delincuente encapuchado. Es secreto a voces que hay fechas en que los inspectores municipales tienen la «misión» de superar la meta y salir a las calles a partear a quien sea y como sea y ojalá esperar adentro del auto -como lo fue en este caso- la anhelada infracción.
No hay criterios ni posibilidad de conversación con estos inspectores que sienten el poder de actuar como déspotas porque nadie les dice ¡nada! Hacen lo que quieren y actúan como ministros de fe, es decir, la palabra del ciudadano y del vecino que hace posible la vida laboral del municipio, vale cero. Sólo debemos ir a pagar y como gran cosa debemos agradecer la rebaja de parte del juez de policía local, como si fuera un tipo buena persona y “paleteado”.
He vivido dos veces la misma situación. No discuto que poner intermitente en un lugar no autorizado y/o prohibido es una falta pero esta vez la camioneta blanca estaba atrás, la vi, los miré y no fueron capaces de decir nada, me bajé del auto y cuando el tipo de chaqueta roja se estaba bajando de la camioneta “municipal camuflada” ya tenía el parte listo y lo estampó al mismo momento de bajarme. Al límite del abuso a mi juicio. Traté de conversar con él, se subió a la camioneta “unknow” y se fue.
Me parece una actitud sucia, un abuso de poder. El inspector es don Hugo Sepúlveda Ríos. El tipo de infracción que emite es de carácter grave. La denuncia es la 602428. Seguramente el Sr. Sepúlveda sea la cara visible de esta actitud que me huele a una constante. Creo que esta actitud municipal se ha convertido en la regla de cómo funciona la Dirección de Tránsito de la cada día menos ilustre Municipalidad de Las Condes.
Pero la anestesia vecinal se está terminando, y este tipo de acciones al menos yo ya no estoy dispuesta a aceptarlas. Soy ciudadana, vecina de Las Condes y esto es impresentable. Mi voto, mi patente y todo lo que sea en beneficio del municipio, lo destinaré a otra comuna. Invito a todos a que realmente se motiven y paremos estos vicios municipales, somos nosotros, los propios vecinos que debemos hacer valer nuestros derechos y denunciar lo que nos parezca mal.
Carla Moraga Cavallone
