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Créditos: Ximena Astudillo
El Comandante en Jefe del Ejército Javier Iturriaga anunció la investigación sobre las eventuales responsabilidades del mando tras la muerte de Franco Vargas. Iturriaga espera “mayor transparencia” en el caso y que “lo peor que puede pasar es que la ciudadanía pierda la confianza en su Ejército”.
Un ministro en visita de la Corte Marcial del Ejército, solicitará el Comandante en Jefe del Ejército, general Javier Iturriaga para que se investiguen las circunstancias y eventuales responsabilidades del mando en torno a la muerte del conscripto Franco Vargas durante una marcha organizada por la Brigada Motorizada “Huamachuco” el 27 de abril pasado, en el centro de instrucción de Pacollo, situado a 4.200 metros sobre el nivel del mar.
“He concordado que el Ministerio Público Militar solicite mañana a la Corte Marcial, la designación de un ministro en visita para que continúe con la tramitación de la causa. Esto en el bien entendido de que buscamos una mayor transparencia en lo que estamos haciendo, porque lo peor que puede pasar es que la ciudadanía pierda la confianza en su Ejército”, declaró Iturriaga.
El anuncio lo hizo esta noche la máxima autoridad castrense en Arica, al realizar la primera vocería pública desde su llegada el sábado a esta ciudad, para interiorizarse de la crisis que afecta a la brigada militar. El objetivo de su decisión, apuntaría a contar con oficial de mayor rango y con dedicación exclusiva en la indagación que está en manos de la Fiscalía Militar de Arica, actualmente con una capitán a cargo.
En su exposición exhibió 7 láminas impresas en un atril, donde dispuso información respecto de la instrucción que recibieron los conscriptos, condiciones climáticas, vestimentas y ruta que siguieron. La máxima autoridad militar planteó que decidió preparar esa exposición “para precisar muchas imputaciones que se han hecho, algunas que podremos detallar en este momento y otras que son objeto de investigaciones. Estamos muy atentos a escuchar y conocer todo lo que se plantea, a veces por parte de los familiares, por supuesto empatizando con ellos, y también por soldados que se han licenciado. Todos por supuesto han dado su declaración antes de licenciarse”.
Agregó que “parte de mis responsabilidades es asegurarme que todas estas investigaciones, se manejen con prontitud y total transparencia. No vamos a aceptar ni ocultar información ni menos mentir”.
Sobre sus gestiones hasta ahora en Arica, Iturriaga detalló que ha tenido reuniones con oficiales y suboficiales a cargo del proceso de instrucción en Putre y Pacollo y, además, ha recibido informes verbales y escritos sobre lo ocurrido. Sin embargo, reconoció que, hasta ahora, no ha realizado una inspección a la brigada militar, dado que el personal de planta aún se encuentra en Arica como medida preventiva. Tampoco ha sostenido un encuentro con la madre de Franco Vargas.
Como medida precautoria y de transparencia, el general anunció que decidió relevar temporalmente a 2 manos directos del soldado fallecido. Se trata de un capitán y de un teniente coronel que ejercieron como comandantes de compañía y del batallón de instrucción, los cuales -dijo- “tuvieron participación en la campaña y en la ejecución de la marcha”.
El general señaló que ambos oficiales se mantendrán en la institución, “mientras la investigación sigue en curso”, ya que “se asume la presunción de inocencia, mientras no se comprueben sus responsabilidades efectivas por parte de la Fiscalía Militar o de un nuevo ministro en visita si la Corte Marcial lo decide”.
Sobre las nuevas funciones que cumplirán ambos oficiales, aseguró que serán destinados a labores de planificación y de asesoría en la Guarnición de Arica, “no con mando de tropa”.
El máximo timonel del Ejército detalló que existen cinco sumarios internos en torno a la crisis que afectó desde el 27 de abril a la brigada. El primero dice relación con una investigación por fallecimiento en acto de servicio, que servirá para activar beneficios económicos para la madre de Franco Vargas.
Junto con ello, hay 2 sumarios de tipo sanitario, cuyo objetivo será el esclarecimiento de las causas que originaron la afectación de 2 soldados con 2 agresivas bacterias y que los mantienen hasta hoy en el Hospital Militar luego de salir de su estado crítico.
Asimismo, otra investigación en curso es de tipo sanitario y medioambiental referida a las condiciones en que se encuentra el predio y el campo de instrucción de Pacollo. Y, por último, está vigente una investigación que determinará las responsabilidades del mando en la crisis que se generó al interior de la unidad militar
Pese a que hoy el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Putre informó que el recluta llegó fallecido, sin signos vitales y sin respuesta a estímulos, en una camioneta militar al recinto, el general volvió a insistir en la versión preliminar entregada el mismo 27 de abril por el Ejército, respecto a que el joven llegó estabilizado a ese recinto en Putre.
“La información preliminar entregada por el personal militar que llevó a Franco al Cesfam indica que llegó con signos vitales al Cesfam. Luego recibió producto de su empeoramiento un masaje cardíaco tanto en el vehículo como dentro del Cesfam y después está la información que ustedes conocen del fallecimiento”, indicó.
En cuanto al protocolo que no considera exámenes de altura geográfica para los conscriptos de la Brigada Huamachuco, pese a que se encuentra a 3.500 metros sobre el nivel del mar, Iturriaga contradijo la versión entregada inicialmente por el Comandante en Jefe de la VI División, general de brigada Rubén Castillo, respecto a que estos análisis sólo eran practicados al personal de planta.
“El Ejército no discrimina entre oficiales o soldados. Los exámenes que se le toman a los soldados, son los mismos que se les toman a las personas de planta. Hoy día los oficiales y suboficiales no tienen exámenes diferentes para pertenecer a la Brigada Huamachuco”, afirmó.
Iturriaga precisó que el examen de altura geográfica, que es exigido en faenas mineras por sobre los 3 mil metros de altura geográfica, sólo se practica a suboficiales y oficiales de la Escuela de Montaña, dado que en sus cursos de aprendizaje deben hacer incursiones en campos de hielo, glaciares y en altitudes superiores a los 5 mil metros.
Iturriaga defendió también la exigencia a los conscriptos de firmar un documento, donde niegan la existencia de maltrato durante el período de instrucción, como condición para acceder a su baja en el Ejército.
“No es un documento que nació producto de esta situación. Es un documento que lleva muchos años y es parte de nuestro protocolo. Esto se hace con los alumnos de las escuelas matrices, con los soldados que se licencian, con los suboficiales que piden su retiro. Es un documento absolutamente normal”, aseveró.
Ante la consulta sobre porqué la institución no entrega una copia de ese escrito a los soldados, el máximo oficial mencionó que “no es para nada secreto, así es que, si un soldado quisiera llevarse una copia, puede hacerlo”.
El general Iturriaga detalló que, en total, 114 conscriptos de la brigada de Putre solicitaron su baja tras la crisis producida en la brigada. De ese total, informó que 43 se acogieron a esta modalidad, porque se les pesquisó enfermedades preexistentes. Y del resto, un grupo presentaba patologías sicológicas producto de la crisis que vivió la unidad militar y otros 47, por voluntad propia, decidieron no continuar con el servicio militar.
En cuanto a los 125 soldados de la brigada de Putre que decidieron seguir enlistados, la máxima autoridad castrense afirmó que “la próxima semana se les van a tomar nuevos exámenes para asegurarnos de que, si van a subir de nuevo, vayan totalmente con la seguridad que se requiere”.
