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Violencia encubierta

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Por: Sylvia Salazar, Enfermera y  Matrona, Académico de planta, Docente  disciplinar UDLA


 

Señor Director:

En la relación a la violencia escondida, disfrazada y muchas veces de complicidad que se da al interior de la familia, son hechos innegables que afectan a muchas de ellas no solo en nuestro país sino que en todo el mundo. No obstante hay que decir que realmente no hay instancias efectivas para interceder a tiempo en prevención de los daños psicológicos permanentes que sufrirá el menor que la está padeciendo. La disfuncionalidad familiar y la aceptación muda de estas situaciones por la vergüenza, la condena social, el temor a perder la estabilidad económica, las amenazas del cónyuge entre otros factores prolongan estas agresiones haciéndolas parecer como normales y aceptables al interior de la familia. Mujeres amenazadas o manipuladas psicológicamente que han endurecido su corazón también son víctimas de violencia, y están tan subyugadas que no son capaces de encontrar la voluntad para escapar de esa cárcel invisible que las envuelve y desarma quitándoles la fuerza, la claridad de pensamiento y buscar una salida.

Mientras se presenta la farsa de la familia feliz y perfecta , el niño crece con miradas duras, con recriminaciones permanentes, con privaciones de alimentación con comparaciones que merman su autoestima ,alteran su entorno infantil de la peor y cruel manera, en la que el niño no tiene la menor posibilidad de defensa de sus derechos más básicos como es el derecho a ser amado, respetado, alimentado, sentirse seguro, educado y formado en un ambiente de cariño acogedor , donde su refugio más inmediato sea los brazos de su seres queridos.

En esta época especial en donde se abren los corazones y se crea un ambiente especial con los mejores sentimientos de paz y amor, no es menos cierto que también se han trastocado los valores de lo esencial, el consumismo invade los hogares y se olvida en un rincón el abrazo conciliador, la cena familiar, la unión y el perdón.

A todos nuestros niños les envío todas las energías llenas de amor, espero que en algún momento de sus pequeñas vidas les llegue un poquito de amor y esperanza, sean fuertes pequeños y hermosos, en algún lugar de su camino encontrarán su abrazo perfecto, como yo tengo mis abrazos perfectos.

Sylvia Salazar
Enfermera y  Matrona
Académico de planta
Docente  disciplinar UDLA

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