Señor Director:
Ya está disponible en el sitio del Mineduc, la encuesta nacional sobre el uso de los celulares en los colegios.
Las preguntas que se proponen son absolutas, si, no, bueno, malo, prohibiría…
Con independencia de la opinión personal que se tenga sobre el tema, llama poderosamente la atención que sea la misma autoridad ministerial quien llama por un lado a las comunidades escolares a realizar un gran trabajo de formación ciudadana y a mejorar la convivencia escolar y por otro, publica esta encuesta tan dirigida. Algunos datos preliminares arrojan un resultado abismante; más del 84% prohibiría el uso del celular en los colegios.
La nueva política nacional de convivencia escolar, las circulares de la Superintendencia, las orientaciones ministeriales y en general el trabajo que se está realizando en todo el país para fortalecer la gestión de las escuelas fomenta la formación de valores personales y ciudadanos y no las sanciones, prohibiciones y limitaciones.
Entonces; ¿Es el celular malo o bueno? ¿Tengo que prohibir su uso para erradicar una mala praxis? ¿De qué manera impido el uso de redes en mis alumnos si ese es su mundo más preciado y en el que se comunican, opinan y disfrutan?
No por prohibir se acaba el ciberacoso, no por sancionar se cambia una conducta trasgresora:
Eso lo sabemos de sobra quienes llevamos varias décadas dedicadas a la educación.
Los malos hábitos se modifican formando a nuestros alumnos, también en el buen uso de la tecnología.
Prohibir el uso de celulares en los colegios no es el foco; la mira debe estar en la formación de los valores que les ayuden a ser ciudadanos digitales que puedan convivir con respeto en la WEB.
Prohibir el celular es lo mismo que vender el sofá de don Otto.
Francisca Bascuñan Venegas
Profesora Diplomado en Gestión del Clima y la Convivencia Escolar
Universidad de los Andes
