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Del Chile que tenemos al Chile que soñamos, sin miedo

Por: Varios firmantes


Señor Director:

Las/os firmantes hemos leído con preocupación la carta “Del Chile que tenemos al Chile que queremos”, ello en razón de que se suma a múltiples entrevistas, columnas y vociferaciones públicas de dirigent@s y actor@s politic@s que, a nuestro entender, buscan infundir un temor impropio de cara al próximo proceso constituyente que viviremos como país.

La estrategia del terror de los partidarios del rechazo ha tenido eco o complicidad en ciertos sectores moderados y del establishment, que han impulsado vocerías y cartas como la antes mencionada que, bajo el llamado a aprobar en letras pequeñas, procuran dedicar gran parte de su mensaje a infundir temor y a descalificar, por medio de caricaturizar las posturas u opiniones diversas o más radicales a las propias, de encasillar y banalizar lo que no entienden.

Justamente lo importante del apruebo -y con ello de un nuevo proceso constituyente- es la apertura que se nos confiere como sociedad para exponer planteamientos distintos, debatir sobre los principios fundantes del orden jurídico-politico que queremos nos rija a futuro, establecer en libertad un pacto social en que participe la inmensa mayoría. Es así como el entender que la imposición en dictadura de un orden y modelo de sociedad fue -o es- un “pacto social”, tal como se plantea en la carta reseñada, es no comprender que la característica propia de este acuerdo de l@s ciudadan@s es que se debe realizar siempre en plena libertad y NO en dictadura, tal como el tan mencionado “acuerdo o pacto” del año 80.

Quienes buscamos abrir la posibilidad al debate de ideas, de visiones de sociedad y de construcción de un verdadero pacto social, más que infundir un temor absurdo y caricaturizar a quienes no comprendemos o no compartimos sus ideas, debiésemos comenzar a debatir con vehemencia y fraternidad temáticas y contenidos de una futura constitución. El debate debiese estar en el cómo se construye una constitución feminista, en cuáles derechos deben consagrarse, en cómo se deben proteger esos derechos para no ser sólo letra muerta o simples deseos, en cómo se debe conformar el congreso, unicameralidad o bicameral, en cómo se deben elegir los Ministros de Corte Suprema, los miembros del Tribunal Constitucional -y la existencia de estos últimos-, en cómo garantizar la verdadera independencia del Ministerio Publico y corregir lo actual.

Son tantas las materias relevantes  que se deben discutir y construir, que parece del todo inadecuado que caigamos en el juego de los partidarios del rechazo y comencemos a infundir un temor infundado sólo por no comprender a quienes piden y exigen un cambio radical a esta sociedad violenta y garantista de pequeños grupos privilegiados, a caricaturizar a aquell@s que no nos gusta el modelo impuesto el 80, en dictadura, y del cual participaron unos pocos, tampoco corresponde minimizar a aquell@s que con legítimo derecho no queremos un maquillaje de la actual constitución y que estamos dispuest@s a perder aquellos privilegios que detentamos, en la construcción de un genuino pacto social por y para la inmensa mayoría de l@s chilen@s.

Por tanto, la invitación está cursada, comencemos a debatir ideas, a soñar con un Chile justo, con un pacto social real, en libertad y con una discusión fructífera en beneficio de tod@s.

 

Fernando Monsalve A.

Virginia Palma Erpel

Carolina Cubillos de la Fuente

Gopal Ibarra Roa

Visnu Ibarra Roa

Felipe Lagos

Javiera Garcia Lizama

Tania Rojas Benvenuto

Rodolfo Leveque Gallegos

Valeria Bustos Arriagada

Ignacio Caceres Pinto

Pedro Tapia Correa

Ines tapia Correa

Karina Carreño Quintanilla

Lorena Cabrera Valderrama

Manuel Cuevas Burgos

Iraci Hassler Jacob

Dafne Concha Ferrando

Nicolas Becerra Lisboa

Nicolas Fernandez Rodriguez

Nancy Hormazabal Padilla

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