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Derechos a la naturaleza… y a la réplica Opinión

Derechos a la naturaleza… y a la réplica

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Joaquín Barañao
Por : Joaquín Barañao Ingeniero civil, autor de la saga Historia Freak y miembro de la Red Pivotes.
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La protoconstitución de 1814 señalaba que el mandatario “usará para distintivo una banda de color encarnado con flecos de oro”. La infumable Carta de 1823, un “código moral que detalle los deberes del ciudadano en todas las épocas de su edad y en todos los estados de la vida social”. En 2122, los derechos de los androides que nos sirven el té.

Cada Constitución es hija de su tiempo. La que hoy escribimos ha relegado a los potreros conceptos como República u Orgánica Constitucional, y ha levantado otros que dejarían marcando ocupado a los próceres de la patria. Destacamos ocho: plurinacional, derechos de la naturaleza, derechos de los animales, bienes comunes, Estado regional, entidades territoriales, región autónoma y crisis climática. Ninguno pesó en los cabildos convocados por la Presidenta Bachelet. Plurinacionalidad afloró en un 2,5% de ellos, Bienes Comunes en menos del 1%, Región Autónoma en el 0,02%.

Dos son de especial incidencia en las causas de Pivotes.

Estado Regional fue instalado por Mauricio Daza y Pedro Muñoz, citado 9 y 8 veces en sus discursos de apertura. Luego resonó en los colectivos del FA, jineteados por Amaya Alvez.

El concepto no corría solo. Chile Vamos y el Colectivo del Apruebo propuso mantener un Estado Unitario, pero otorgando mayores competencias a entidades locales, siguiendo el principio de subsidiariedad territorial, tal como aconsejó la comisión de descentralización de Bachelet. Sin embargo, con votos pivotantes del colectivo Socialista y de Independientes no Neutrales, el artículo principal barrió 112-32 (8 abstenciones).

Semejante dilatación del Estado nos preocupa. Agrega más capas en la interacción del ciudadano con el Estado, incentiva la conflictividad entre grupos, supone enormes costos y desafíos logísticos de implementación, dificulta la búsqueda del interés general y merma las economías de escala.

Derechos de la naturaleza penetró el seno de la Convención en las aperturas de Hugo Gutiérrez (9x) y Marcos Barraza (8x), y pronto ganó la adhesión de Elsa Labraña, que machaca con él en Twitter. Alvarado (24 alusiones), Olivares (20) y Dorador (12) han abordado también esta micro.

Hay otras recetas para esos mismos objetivos: independientes y Vamos por Chile apostaron por mantener como sujeto de derecho a las personas, pero incorporando un pacto de responsabilidad intergeneracional a través de propuestas fundadas en conceptos como el desarrollo integral o sostenible. El Estado vela por el equilibrio entre el desarrollo hoy y la preservación para generaciones futuras. Sin embargo, con la intervención pivotante del Colectivo Socialista e Independientes No Neutrales, el artículo clave se aprobó 104-45 (8 abstenciones)

Otorgar derechos a la naturaleza suena a miel, pero el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Limitará el ejercicio de otros derechos y libertades, incrementará el riesgo de captura por parte de grupos de interés y desincentivará una visión sinérgica de la relación entre personas y naturaleza.

El anhelo del reformismo que con tanta fuerza explotó en octubre de 2019 parece estar traduciéndose en otra cosa: un rebaraje completo del mazo, origen de desafíos cuyas consecuencias son difíciles de prever, y sobre las cuales es imperativo debatir. Un análisis detallado en www.pivotes.cl

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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