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El misterio de los archivos Rettig

Parientes de un sacerdote asesinado en el Buque Escuela Esmeralda dijeron a este medio que los papeles "no están en condiciones íntegras, por una reclasificación del material según el ministerio y por motivos más graves según otras fuentes". En el Gobierno lo niegan, pero la familia fue apoyada por la embajada británica en el pedido a Aylwin de traspasar los documentos que el ex Presidente conservaba.


Qué ocurrió con los expedientes originales de la Comisión Rettig, es una duda que se posicionó con fuerza a raíz del traspaso que el ex Presidente Patricio Aylwin hizo ayer de sus documentos -una copia de los mismos que guardó en virtud de su calidad de jefe de Estado al momento de la recolección de antecedentes- al Archivo Nacional, en versión digitalizada.



La entrega, que venía siendo preparada hace meses y que guarda relación con el proyecto de declarar esos archivos patrimonio de la humanidad, revivió un antiguo rumor que indicaba que los documentos habían sufrido un deterioro al estar guardados por años en un lugar no acondicionado para esos fines y que, en definitiva, se inundó, carcomiendo los papeles en forma irremediable.



Dónde fue que tal hecho se habría producido, es una pregunta sobre la cual, quienes manejan la versión del daño, no tienen una respuesta única. Se habla del Banco Central, del mismo Archivo Nacional, pero estas instituciones niegan el evento.



Este medio consultó al Archivo Nacional hace aproximadamente seis meses atrás, cuando se recibió la primera señal de que algo podía haber ocurrido con los documentos. En dicho organismo negaron tenerlos y dijeron que ellos estaban guardados, según entendían, en la bodega del Banco Central.



Hoy, en cambio, la versión es que no se puede entregar información sobre los documentos que están guardados en sus dependencias cuando no son de su propiedad, como sería el caso de los archivos Rettig. En definitiva, ahora sí se dijo en forma confidencial que los papeles siempre habían estado ahí.



Los archivos -donde sean que hayan estado materialmente todo este tiempo- han permanecido en custodia del Programa de Derechos Humanos luego que la Corporación de Reparación hiciera el traspaso formal. Es este primer organismo el legalmente dueño de la información y, según la versión de él, los papeles nunca han estado perdidos ni han sufrido daño alguno.



Pero la denuncia –tal como lo publicó El Mostrador.cl el pasado domingo– tiene voces visibles. La familia del sacerdote británico Miguel Woodward, quien murió a principios del gobierno militar producto de las torturas propinadas en el buque escuela Esmeralda, deslizó el tema en una declaración pública que hizo llegar a este diario el fin de semana al ser consultada por la acción que el juez español Baltasar Garzón preparaba contra la también llamada "Dama Blanca".



Además, y dentro de la discreción con que se ha manejado en el tema, el mismo ex Presidente Patricio Aylwin reconoció ayer al diario La Nación que le ha sido solicitada información por parte de varios jueces que investigan causas de derechos humanos, cosa que dejaría en evidencia la ausencia de ésta en las instancias oficiales.



Páginas que no se entregaron



En la carta hecha llegar a este medio y firmada por la hermana del sacerdote, Patricia Woodward, y el marido de ésta, Fred Bennetts, se constata que "han existido serias dificultades para asegurar que la juez pueda acceder a pruebas claves que se encuentran en (ese) archivo".



Según la misiva, "se ha comprobado que la copia (de los papeles del Informe Rettig) no está en condiciones íntegras, por una reclasificación del material según el ministerio y por motivos más graves según otras fuentes".



Los Benetts incluyen en su carta a este diario un detalle que hace valer la versión, y es que, aun cuando los documentos relativos al padre Woodward que contienen los archivos de la Comisión Verdad y Reconciliación fueron requeridos judicialmente, a los tribunales no le han sido entregados legajos que, dicen constarles, estaban en ellos incluidos.



"A pesar de haberse oficiado una orden judicial al respecto, hasta ahora no han sido facilitadas a la jueza las 130 páginas de testimonio sobre el caso de Miguel que, nos constan, están incluidas en otra copia (esa sí íntegra) de los archivos cuyo depositario es la Corporación Justicia y Democracia", señala la misiva de los Bennetts.



Y fue justamente dicha corporación la que custodió las copias con las que se quedó el ex Presidente Aylwin, esas que fueron digitalizadas, esas gracias a las cuales la ceremonia de ayer en el Archivo Nacional se pudo concretar, según la versión de algunos.



Los Bennetts no son del todo claros respecto a la información que manejan (se niegan a dar mayores detalles), pero lo cierto es que desde hace un tiempo han sido apoyados en el proceso de búsqueda por la embajada Británica en Chile, que fue la que gestionó con Aylwin el traspaso de los archivos, trabajando sobre la tesis arriba descrita: que los originales no existían.



En el Ministerio del Interior admiten haber manejado la versión hace algunos meses, pero aseguran que comprobaron que no era efectiva.



Los archivos Rettig están divididos en dos. Todo lo que se refiere a detenidos desaparecidos, está materialmente en el Programa de Derechos Humanos, ubicado en calle Agustinas. Los papeles sobre ejecutados políticos son los que han sembrado la duda. No obstante, el Programa escaneó estos documentos y cuentan con ellos diariamente.



Es posible, se señala en dicha organización -cuando es contrastada la versión oficial con las dudas que arroja la situación de los Woodward-, que quienes trabajaron en la Corporación de Reparación no hayan traspasado todos los documentos a al Programa de Derechos Humanos.



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