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Nuevos pormenores de la filtración de la queja del Ejército a la prensa

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En la institución comandada por Cheyre no para la polémica por el oficio enviado a Defensa. Ya se acordó hacer una investigación para determinar por qué se demoró más de cinco horas en llegar, mientras tardó sólo minutos en arribar a un diario. Más coletazos de este incidente saldrían a la luz en octubre próximo.


Pese a la molestia expresada por el Ejército por la "inseguridad" que se generó con la detención y el traslado a tribunales del ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, el pasado viernes, Investigaciones señaló que si una persona se resiste o no coopera ante una notificación judicial, "la policía debe emplear la fuerza", mientras se conocían nuevos detalles de la filtración de la queja castrense a la prensa que se produjo el martes.



El director de la policía civil, Arturo Herrera, señaló ayer que en la detención del general (r) Manuel Contreras "procedimos de acuerdo a la ley, cumpliendo un mandato de un ministro de la Corte y es lo que tuvimos que hacer».



Requerido por El Mostrador.cl, con respecto a qué sucederá en el futuro si algún uniformado se resiste a cumplir una orden de detención, recordó que en el caso Contreras "hubo una amplia conversación para ver si la persona desiste de su intento, pero si no es así, se comunica al ministro (de la causa) y es él quien autoriza el uso de la fuerza como corresponde».



Herrera hizo oídos sordos al reclamo del Ejército y dijo que con la institución de Cheyre "no tenemos ningún problema ya que se conversó previamente y siempre hay coordinaciones previas». «Hay muy buenas relaciones con el Ejército» aludiendo quizás al hecho de que la detención de Contreras se produjo en un recinto bajo fuerte control militar.



Reminiscencias de la guillotina



Pero en el Ejército, la situación no ha cambiado mucho y se insiste que no hubo garantías por parte de los tribunales para el traslado de un general en retiro, cuya dignidad, se estima, debiera ser preservada.



Es más, la situación vivida por Contreras hizo recordar, a algunos oficiales del Ejército, la época de la Revolución Francesa cuando la gente presenciaba el cruel espectáculo de quienes iban a la guillotina, como señaló ayer un uniformado.



A esa apreciación histórica, se suma que el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, conversó ayer telefónicamente con el comandante en jefe (s), general Oscar Izurieta (quien reemplazó en su cargo a Urbina, que partió de vacaciones el mismo día en que estalló este cortocircuito), para ponerse de acuerdo y enfrentar en buenos términos el impasse.



Una entrega muy demorada



De esta manera, se investigará cuáles fueron los "códigos de entrega" del documento que salió del edificio de las Fuerzas Armadas, a las 10:30 horas del martes, y que llegó a su destinatario sólo cinco horas y 10 minutos después, mientras que a las oficinas del vespertino "La Segunda" se tardó sólo unos minutos en arribar antes de que cerrará su edición. Lo que habla a las claras de una filtración por parte de algún miembro del Ejército.



En todo caso, la unidad que está más bajo sospecha es la de Comunicaciones, debido a su permanente y fluida relación con la prensa. Por estos días, esa dependencia castrense está a cargo del comandante Enrique Bobecker, en calidad de subrogante del titular de la misma, coronel Carlos Mezzano Escanilla, quien fuera ayudante del general (r) Ricardo Izurieta, ex comandante en jefe del Ejército.



Mezzano se «salvó», entonces, por estar de vacaciones de la conmoción interna que provocó la furia a dos bandas del gobierno, expresado tanto a través de su vocero, Francisco Vidal, como del ministro de Defensa subrogante, Jaime Campos, al descubrir que recibían el mensaje de la molestia del arma por medio de la prensa y no en forma directa, a través del llamado conducto regular.



Como sea, en este caso se podría usar el viejo dicho popular de que "el hilo se corta por lo más delgado", ya que en fuentes del Ejército se reitera que el "estafeta" que recibió los 27 oficios enviados el martes por esa arma al Ministerio de Defensa deberá explicar detalladamente lo ocurrido y por qué estos documentos demoraron tanto en llegar a su destino.



Por otra parte, preocupado por la situación que se generó en su institución, el general Juan Emilio Cheyre realizó varias llamadas desde Frutillar, donde está de vacaciones, para interiorizarse de los hechos ocurridos en su ausencia. El propio Oscar Izurieta Ferrer (tercera antigüedad) y no el general Javier Urbina (segunda antigüedad), quien firmó el oficio cuestionado, fue el encargado de explicar los alcances de la crisis al jefe del Ejército.



Las repercusiones futuras y más importantes de este incidente veraniego podrían nuevamente emerger en octubre próximo cuando esté listo el Alto Mando del Ejército y el gobierno decida quién será el sucesor de Juan Emilio Cheyre, a partir del 10 de marzo de 2006, entre las cinco primeras antigüedades.



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