El Ejecutivo español argumenta que los casos en los que se rechaza la entrada es porque no se cumplen todos los requisitos exigidos conforme a las normas fijadas por la Unión Europea.
Chile expresó a España su «preocupación» porque a sus ciudadanos se les niega «de manera discrecional» la entrada a territorio español, según un comunicado de la secretaría de Relaciones Exteriores difundido este sábado.
El embajador de España en Chile, José Antonio Martínez de Villarreal y Baena, fue citado a una reunión este viernes por el subsecretario en funciones de Relaciones Exteriores de la Cancillería chilena, Juan Pablo Lira.
En la cita, celebrada por instrucciones del canciller en funciones, Alberto van Klaveren, el Gobierno chileno expresó su «preocupación frente a nuevas situaciones de denegación discrecional de ingreso a ciudadanos chilenos a España».
El subsecretario en funciones le pidió al embajador de España que «dentro del marco de las excelentes relaciones existentes, se estudien en profundidad mecanismos que permitan un conocimiento cabal de las medidas vigentes por parte de los ciudadanos chilenos que viajan» a ese país.
De este modo, las autoridades chilenas pretenden «que se evite la aplicación discrecional (de dichas medidas) por parte de funcionarios del Estado español en los principales aeropuertos y otros puertos de entrada» al territorio español.
La cita al embajador español se produce después de que esta semana le fuera negada la entrada a España a Paulina Aguilera, una joven chilena que permaneció doce horas en el aeropuerto de Barcelona antes de ser devuelta a Santiago por orden de las autoridades migratorias españolas.
Según la versión de las autoridades chilenas, la joven cumplía con todos los requisitos para entrar a España, pero la policía alegó que no contaba con el monto mínimo necesario, a pesar de que portaba más de 1.000 euros y tenía aprobada una transferencia de 1.600 euros más.
El embajador de Chile en España, Osvaldo Puccio, en declaraciones a medios locales el pasado jueves, comentó: «tenemos, por decirlo suave, una frustración muy grande», y anunció la presentación de una protesta formal ante las autoridades españolas por este incidente.
«Es el tema humanamente más delicado, que más irrita la relación, y estamos conscientes de que tenemos que cambiar una situación que derechamente no nos gusta», enfatizó.
Cada año, viajan a España entre 80.000 y 100.000 chilenos, de los cuales, entre 300 y 400 son devueltos a su país por no cumplir con los requisitos establecidos para su entrada como turistas o con una visado de residencia.
En los últimos meses, algunos gobiernos latinoamericanos han expresado a las autoridades españolas su preocupación por los casos en los que la entrada en territorio de España es denegada a algunos de sus ciudadanos, rechazo que -sostienen- ha aumentado considerablemente.
El Ejecutivo español argumenta que los casos en los que se rechaza la entrada es porque no se cumplen todos los requisitos exigidos conforme a las normas fijadas por la Unión Europea.
La UE creó a partir de los acuerdos de Schengen, firmados en 1985 e implantados en 1995, un espacio de libre circulación de manera que se eliminaron los controles fronterizos interiores. Esta eliminación de controles interiores está acompañada de una serie de requisitos para la entrada en ese territorio de ciudadanos de países no comunitarios.
EFE
