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El día estelar de la “Lucía chica”

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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La presencia de la familia en la campaña de Sebastián Piñera a La Moneda fue mucho más notoria que en su primer intento. Pero quien logró destacarse, pese a su supuesta intención de pasar desapercibida, fue su hija mayor, Magdalena. La joven se involucró por completo en la tarea de ayudar a su padre a concretar su mayor sueño y, de paso, se forjó una imagen de mujer fuerte y dura, pero también de ser un nexo necesario para llegar al mandatario.


Por fin llegó el momento. En su segundo intento Sebastián Piñera logró concretar, tal vez, su mayor sueño: llegar a la Presidencia de la República, cargo para el cual, según él mismo ha dicho, se preparó toda la vida. A partir del medio día caerá sobre los hombros del mandatario todo el peso de esta responsabilidad, porque como reconocen en la propia derecha “distinto es con guitarra”. Para cumplir este anhelo contó con el apoyo de mucha gente, pero si alguien destacó en el trabajo interno fue la primogénita de sus hijos, Magdalena Piñera Morel. La joven, que se integró al equipo de su padre cuando aún el empresario se negaba a admitir que volvería a postular, terminó convirtiéndose en una pieza fundamental en el team del candidato y su mano también está, cómo no, en la organización del cambio de mando, lo que ha producido algunos roces en los equipos.

Si bien a algunos les ha llamado la atención la “facilidad” con que Magdalena, más que sus demás hermanos, aprendió a manejarse en el mundo político, lo atribuyen a que podría llevarlo “en los genes”, considerando que tenía sólo 12 años cuando Piñera enfrentó la campaña senatorial por Santiago Oriente. Además, no son pocos los que consideran que, de los cuatro hijos, ella es la más parecida a su padre y que su carácter “nada fácil” lo heredó del, a partir de hoy, Presidente de la República. Sin duda, ella se convirtió en la mujer fuerte del entorno de Piñera, en una relación parecida a la que existió entre Augusto Pinochet y su hija primogénita Inés Lucía, pues era sabido que para llegar al primero, el seguro peldaño era la segunda.

En el caso de Magdalena, en el entorno del mandatario sostienen que la joven tiene un carácter fuerte y que “es la única que se atreve a enfrentar a Piñera y a imponer sus ideas”, cosa que “le ha ganado el respeto” del padre. Por otro lado, se dice que no es fácil trabajar con ella porque es “un poco prepotente” y “no acepta un no por respuesta cuando pide algo, por muy difícil que sea”. Por lo que sin ostentar nunca un cargo definido en el equipo del Presidente, manda. Durante la campaña, “de a poco se fue encargando de la organización de todo. Se fue tomando muchos espacios y las cosas se hacían como ella quería. Y como generalmente resultaban bien, Piñera empezó a descansar en ella. La escuchaba y le hacía caso la mayoría del tiempo”. Así se convirtió en una pieza fundamental en los equipos.

[cita] Se dice que no es fácil trabajar con ella porque es “un poco prepotente” y “no acepta un no por respuesta cuando pide algo, por muy difícil que sea”. Por lo que sin ostentar nunca un cargo definido en el equipo del Presidente, manda.[/cita]

Y bueno, la ceremonia de hoy es, de alguna manera, la guinda de la torta del trabajo realizado durante toda la campaña por Magdalena. Todo parece indicar que será también la culminación de su paso por el “servicio público”. Le gustó, dicen, la política y tanto en público como en privado habría expresado que le encantaría seguir en este ámbito, al que se dedicó por completo estos últimos años, dejando totalmente de lado la pedagogía en Historia. Pero el fantasma del nepotismo y de las críticas que podrían surgir si la hija del Presidente ocupara un cargo en el gobierno, particularmente en La Moneda, es fuerte.

“Piñera 2”

En los equipos del mandatario aseguran que si bien la joven “tiene dedos para el piano” en el aspecto político, “hasta ahora está totalmente descartada la idea de que ella tenga o llegue a tener algún cargo remunerado en el gobierno de Piñera”. El primer argumento que salta es que la derecha fue muy crítica con que parientes cercanos de presidentes anteriores tuvieran algún cargo en el gobierno. Sólo a manera de ejemplo, se criticó duramente el hecho de que el jefe de gabinete de Ricardo Lagos fuera Matías de la Fuente, primo de su señora, Luisa Durán. También, aunque en menor medida, se hizo ver que el hijo de Michelle Bachelet se estaba desempeñando en la Cancillería.

“No sería bien visto que Magdalena ocupara un cargo en el gobierno, por último, sería de mal gusto”, dice una fuente que insiste en que el actual gobierno tendrá la difícil tarea de no caer en nada de lo que criticó y, en este aspecto, reconoce que la primogénita de Piñera tendrá que pagar los costos.

La joven comenzó a impregnarse del mundo político que rodea a su padre, primero tímidamente, cuando se instaló en el piso 18 el año 2006. Su objetivo en esa época era hacerse cargo de la página web. Una labor “humilde” a la vista de parte del entorno de Piñera. Pero claramente la primogénita estaba para cosas mayores. De a poco empezó a hacerse cargo de más y más responsabilidades y cuando se formalizó la idea de que el empresario haría un nuevo intento por llegar al gobierno, Magdalena se comenzó a tomar más en serio su rol de brazo derecho.

Si bien la influencia sobre el mandatario se fue viendo muy lentamente, lo que sí se notó desde aquella época era su carácter fuerte: se dice que es parecido al de su padre, al punto que una fuente del comando la define como “Piñera 2”. Y aunque todos reconocen sus capacidades organizativas, también admiten que el “trato” con su entorno no es de los mejores. Lo que algunos atribuyen a su “falta de experiencia política” y otros simplemente a que tiene “muy arraigado que es la hija de Piñera y que lo que ella diga es una orden”. Si nunca tuvo un cargo definido, su poder dentro del comando era porque es Magdalena Piñera.

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