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Rescatistas harán todas las pruebas necesarias para no tener inconvenientes

En tanto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, salió al paso de versiones de prensa en la que mostraban una división dentro del grupo de trabajadores, al menos, en los primeros días. El secretario de Estado dijo que es “admirable” el “ánimo de solidaridad” con que se encuentran.


El ministro de Minería, Laurence Golborne, aseguró este domingo que se harán todas las pruebas necesarias a los equipos con que serán sacados a la superficie los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto en el norte del país, «para tener un rescate tranquilo».

«Probaremos todo lo necesario para estar tranquilos para el rescate», subrayó Golborne, en una comparecencia ante periodistas en las afueras de la mina San José, en la que se ha desarrollado el drama de los mineros, atrapados a 700 metros de profundidad.

Este domingo comenzó el «encamisado» (revestimiento) con tubos de acero de los primeros 96 metros del conducto por el que serán evacuados los mineros y, tras las primera horas de labor, Golborne reiteró que el inicio del rescate «continúa estimándose en torno al miércoles».

Matizó, en todo caso, que esa labor «se puede atrasar o adelantar», según el resultado de las pruebas que harán a los equipos de rescate.

«Podrá ocurrir lo antes posible dentro de este período, sobre todo considerando que vamos a hacer algunas pruebas con la cápsula vacía», dijo.

Los mineros serán sacados a la superficie en una cápsula bautizada como «Fénix», diseñada y construida especialmente por la Marina chilena para el rescate de los mineros.

«Queremos avanzar lo más rápido posible pero sin dejar de tener en cuenta que estamos tomando medidas de seguridad para rescatar con vida a estas personas y sin ninguna contingencia», explicó Golborne.

«Vamos a probar lo que sea necesario para estar tranquilos que todo está funcionando como hemos previsto, y no tenemos una especificación de tiempos de prueba», concluyó.

André Sougarret, el jefe técnico del rescate, indicó por su parte que el trabajo de revestimiento finalizará «a eso de las nueve de la mañana de este lunes.

También indicó que el plan C de rescate, a cargo de una máquina petrolera Rigg-421, que excava directamente un conducto de 66 centímetros de diámetro, sigue perforando, y ya se encuentra a una profundidad de 447 metros.

El plan A, a cargo de una máquina Strata 950, fue detenido cuando se aproximaba a los 600 metros, pero de la primera etapa de su labor, ya que después debía repasar todo el conducto para ensanchar su diámetro también a 66 centímetros.

Mineros con “ánimo de solidaridad”

En tanto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, salió al paso de versiones de prensa en la que mostraban una división dentro del grupo de trabajadores, al menos, en los primeros días. El secretario de Estado dijo que es “admirable” el “ánimo de solidaridad” con que se encuentran.

De acuerdo a la información publicada por El Mercurio, las autoridades liberaron sólo una parte del primer día de los atrapados y es el que se hizo conocido en todo el mundo, ya que en este aparece el rostro de uno de ellos.

Sin embargo, la decisión de no entregar todo el video se debió a problemas importante, ya que cinco de ellos no aparecieron en las imágenes originales y fue difícil contactarlos por teléfono. ¿Porqué?. La razón fue que los cinco trabajadores eran subcontratados, que pertenecían a la empresa Armamit por lo que tenían una relación menos prolongada con el resto y eran mirados, al interior del refugio, como “de segunda categoría”.

Estos eran José Henríquez, Juan Illanes, Juan Carlos Aguilar, Raúl Bustos y Richard Villarroel, quienes formaron un grupo aparte y que intentaban sobrevivir aislados del resto.

A pesar de estas dificultades al inicio, la mediación de los propios familiares logró mejorar las relaciones y actualmente se encuentran en un grado de compañerismo y con ansias de poder salir del entierro en el que se encuentran.

Mañalich prosiguió afirmando que conversó con los mineros para prepara el orden de salida: “Yo los entrevisté para comentarles que teníamos que establecer un orden de ascenso y que ese orden iba a determinarse en concordancia con ellos en razones técnicas”.

“¿Cuál fue la reacción de varios de ellos?” continuó: “Sabe ministro, muy bien, pero yo quiero ir al último, y después aparece otro, no compadre, yo había dicho que yo iba al último. No, no, no, yo soy, aparecía otro por allí”.

A través de esta anécdota, el ministro quiso ilustrar el ánimo en que se encuentran y que es “completamente admirable de solidaridad de compañerismo. Han enfrentado dificultades, pero es impresionante como ellos mismos se las han arreglado para manejarlas y mantener un espíritu que es envidiable del cual los envidiamos todos”.

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